Un Bayern renovado tras la salida de Carletto Ancelotti recibió a un Celtic que no iba a darle mucho trabajo para llevarse la victoria. Los bávaros se impusieron por 3-0 en el Allianz Arena en el partido correspondiente a la tercera fecha del Grupo B de la UEFA Champions League. Jupp Heynckes logró darle un impulso a este equipo que no parecía estar muy motivado para los encuentros. Luego de 14 años se vuelven a ver las caras ambos equipos, que en el 2003 se enfrentaron por primera y única vez con ventaja para el Bayern con una victoria y un empate.
Todo estaba listo para que el arbitro ruso Karasev diera la orden para el inicio del encuentro en el Allianz Arena, bajo la atenta mirada de 75.000 espectadores. Un inicio muy igualado con ambos equipos disputando la tenencia de la pelota, la primera gran oportunidad del Bayern se le presentó apenas en el minuto 5 tras una magnífica jugada de Lewandowski, que terminó en gol de Thiago Alcántara, el arbitro marcó saque de meta erróneamente y el gol no subió al marcador.
Durante varios minutos el equipo bávaro se hizo sentir, mientras que los jugadores del Celtic solo veían el balón moverse entre los pies de los jugadores del Bayern. El primer gol llegaba por la banda derecha tras un espectacular centro de Kimmich con pierna zurda que dejó totalmente solo a Lewandowski, Gordon logró tapar el cabezazo del polaco pero el rebote lo capturó Müller, que puso a los bávaros en ventaja en el minuto 17. A pesar de la ventaja en el marcador, los dirigidos por Heynckes no cesaban en su presión, por lo que provocaban la equivocación de los jugadores del Celtic en menos de tres pases y el segundo gol era cuestión de trámite.
Los defensas no solo impiden goles
La recompensa del dominio del balón y del encuentro iba a llegar para el Bayern luego de su presión asfixiante en el minuto 29, después de un despeje del Celtic que acabó en la cabeza de Boateng, que se la cedió a Alaba, el austriaco se la entrega a Coman y con mucha velocidad se llevó a Lustig que hizo muy poco para detenerlo, el centro del francés terminó en la cabeza de Kimmich que, con un frentazo espectacular, dejó totalmente parado al guardameta escocés.
En el minuto 30 Lewandowski pudo marcar el 3-0 con un bombazo del polaco, sin embargo Gordon impidió la caída de su arco. Varias fueron las oportunidades de los germanos, pero entre Gordon y la mala puntería no pudieron concretar la goleada en los primeros 45 minutos, por lo que se fueron al descanso con el marcador de 2-0.
En el inicio del segundo tiempo parecía que los dirigidos por Brendan Rogers estaban un poco más activos, sin embargo iban a pagar ese despertar con el tercer gol del Bayern, que llegaría tras el aporte de otro de los zagueros, en este caso Mats Hummels en el minuto 51, tras un centro de Arjen Robben desde el banderín de córner derecho que el central alemán cabeceaba de forma exquisita dejando nuevamente a Gordon parado ante el gran cabezazo.
Muchas oportunidades poco acierto
Luego del 3-0 el Bayern dispuso de muchas oportunidades para seguir ampliando el marcador, pero en reiteradas ocasiones se topó con Gordon, que trabajó bastante para que su arco no siguiera siendo vulnerado por los continuos ataques de los bávaros. En el minuto 61 fue anulado un gol de Lewandowski por fuera de juego. En el minuto 69, el Celtic disponía de la situación más clara por intermedio de Sinclair, que casi entra por el ángulo de Ulreich. En el minuto 73 Robben dispuso de una oportunidad que inexplicablemente falló solo ante Gordon en un mano a mano. En el minuto 86 nuevamente Sinclair iba a incomodar a Ulreich, pero su gol fue anulado por claro fuera de juego. Casi al final del encuentro, Vidal fallaría una excepcional habilitación de James que terminó en el pecho de Gordon y, con esta oportunidad, terminó un partido que pudo ser mucho más humillante para un Celtic que salió barato del Allianz Arena.