Cientos de banderas rojiblancas flameaban en las gradas mientras los jugadores entraban al campo de juego. Los jugadores se alinearon en el centro del mítico estadio de Wembley, para rendir un minuto de silencio en homenaje a los caídos en la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Las fuerzas armadas inglesas se ubicaron  a los costados del césped, mientras un trompetista del ejército entonaba las estrofas de una vieja canción patriótica del Reino Unido.  El estadio entero cobró vida al sonar los acordes del himno nacional británico. Todo estaba listo para un gran partido en una de las catedrales del fútbol.

Las selecciones de Alemania e Inglaterra no se veían las caras desde el 22 de marzo de este año, cuando los germanos se impusieron 1-0 en Dortmund. Por competiciones oficiales, el último encuentro entre estos dos combinados fue en la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010. En esa oportunidad, los alemanes vencieron a los ingleses por 4-1 y accedieron a los cuartos de final de la competición más prestigiosa del fútbol internacional.

El primer tiempo fue alemán

El primer tiempo del encuentro comenzó con mucha intensidad. ‘Die Mannschaft’, de perfecta campaña clasificatoria, salió desde el minuto cero a ganar el partido. Con sólo siete minutos de juego, los visitantes tuvieron la primera chance: Sané, que hizo un partidazo, remató un trallazo a portería que impactó en la red, pero del lado de afuera. Inglaterra reaccionó inmediatamente, buscando la posesión. El partido estuvo caracterizado por una gran cantidad de infracciones cometidos por los dos equipos.

Alemania fue más en toda la primera mitad. A los 20 minutos, Sané, nuevamente, tuvo otra chance en sus pies, pero el larguero evitó que los germanos abrieran el marcador. Dos minutos después, Timo Werner desbordó por la izquierda del campo, eludió a los rivales y disparó. La respuesta del arquero Jordan Pickford fue buena, pero no logró atrapar el balón. El rebote parecía que iba a terminar en el fondo de la red inglesa, gracias al remate de Sané, pero Phil Jones apareció en la línea para salvar al conjunto local.

Ya al final de la primera mitad, Inglaterra tendría una chance inmejorable: Tammy Abraham chutó en objetivo, pero la pelota se fue besando el palo izquierdo de Ter Stegen. El polaco Raczkowsk envió a ambos equipos al vestuario con un empate con sabor a poco en el marcador.

Y el segundo, inglés

El complemento del encuentro comenzó siendo todo lo contrario a lo vivido en el primer tiempo. Inglaterra se convirtió en dueño del partido y no cesó de hostigar el arco visitante. Corrían tan sólo cuatro minutos de la segunda mitad cuando Vardy logró impactar un centro desde la derecha con destino al arco alemán, pero Ter Stegen estiró todo su cuerpo y sacó el balón afuera. Dier fue el encargado en trasladar la pelota al arco de los alemanes.

Ambos técnicos realizaron múltiples cambios para probar a nuevos jugadores de cara a lo que será la participación de ambos en la próxima Copa del Mundo. Sin embargo, ninguno destacó en su debut. Los minutos pasaban y Inglaterra y Alemania no se sacaban distancias. El partido cayó en un frágil 'status quo', sin ningún combinado creando ocasiones serias de gol, excepto intentos aislados como el de Emre Can en el minuto 78 o el centro de Bertrand que puso en alerta a Ter Stegen y a la defensa alemana. Minutos después, el árbitro polaco pitaría el final del encuentro.

Ambos equipos firmaron tablas en el primer partido amistoso de lo que será la preparación para Rusia 2018. Tanto ingleses como alemanes hicieron un buen partido, pero queda mucho camino por recorrer antes del próximo mundial.