El encuentro comenzó con dominio del conjunto madridista, que estaba teniendo el balón, y estaba llevando el peso del juego en ataque, pues estaba consiguiendo llegar con mucha facilidad, ante un Borussia Dortmund que se encontraba desbordado a nivel defensivo, pues hoy estaba formando con Schmelzer, Subotic y Sokratis de centrales, y con Bartra de carrilero por el costado diestro. El conjunto español logró ponerse por delante en el marcador, por medio de Borja Mayoral, que hoy estaba siendo una de las grandes novedades en el once de los locales, junto con Lucas Vázquez y Kovacic, tras una asistencia de Isco. Pocos minutos después, logró aumentar su ventaja por medio de Cristiano Ronaldo, que batió a Bürki con un gran disparo de media distancia, tras una asistencia de Mateo Kovacic. Posteriormente, los de Zidane siguieron llevando la iniciativa en el juego, combinando con gran facilidad.

Dominio local que menguó tras el 2-0

Con el paso de los minutos, el Dortmund se empezó a meter en el encuentro, y comenzó a tener un mayor protagonismo en campo contrario, con diversos acercamientos, recurriendo mayoritariamente al centro al área, pues Aubameyang estaba manteniendo una posición bastante fija. Pero de esa forma, no estaba siendo capaz de rematar las jugadas con claridad. Por su parte, el equipo blanco, que había bajado notablemente su intensidad, seguía llegando con peligro al área contraria, a pesar de que estaba siendo mucho menos regular. Después de unos minutos, en los que Varane se lesionó y el técnico galo del Real Madrid se vió obligado a sustituirle, introduciendo a Marco Asensio, y retrasando a Casemiro a la demarcación de central, el enfrentamiento perdió en intensidad, y ambos conjuntos tuvieron posibilidad de modificar el marcador. Como así ocurrió en el minuto 43, en el cual Aubameyang anotó el 2-1, tras rematar en plancha un centro de Marcel Schmelzer desde el costado izquierdo.

Control efímero de los visitantes

El segundo tiempo comenzó con una dinámica muy distinta al del primer tiempo, con un conjunto dirigido por Peter Bosz mucho más atrevido, a la hora de atacar, y con un Real Madrid dubitativo, que viéndose con una ligera ventaja en el marcador, no terminaba de decidirse, sobre si atacar para sentenciar el partido, o replegarse, y especular más con el resultado. Pronto recibió una respuesta, cuando Aubameyang igualó la contienda en dos tiempos, al batir a Keylor Navas con un remate picado. Tras ese tanto, el Dortmund tuvo un tramo de mayor protagonismo en ataque, en el que el conjunto local se mostró firme a nivel defensivo, evitando así un mal mayor. Pero por suerte para ellos, esa fase de letargo fue efímera, y los campeones de Europa se volvieron a volcar en ataque en busca de una victoria que frenase la mala racha en la que llegaban al encuentro.

Pasaron los minutos, y con ellos, el Madrid se fue agigantando, y el conjunto germano que además de estar logrando un resultado positivo, era consciente de que el Tottenham se estaba imponiendo al Apoel de Nicosia, lo que a ellos les clasificaba para la Europa League como terceros de grupo, se fue empequeñeciendo, hasta perder todo la trascendencia que había tenido a lo largo del partido en ataque, a manos de un rival, que aprovechaba la coyuntura para darle minutos a los menos habituales, así como trataba de mantener un cierto equilibrio en el equipo, en un momento crítico del partido, en el que a pesar de su claro dominio, el duelo estaba en el aire. A menos de diez minutos del final, Lucas Vázquez consiguió deshacer el empate, tras un remate en semi-fallo, en segunda instancia, que entró en la meta rival tras impactar en la madera, después de una dejada de cabeza de Cristiano. Tras el tanto, el conjunto madrileño buscó la sentencia, mientras que el Dortmund, consciente de la situación, no se volcó con especial interés en ataque, a pesar de que tuvo alguna llegada para igualar el encuentro.