El Schwarzwald-Stadion se preparaba para vivir un interesante duelo en el que el SC Freiburg, local, recibía al segundo clasificado de la Bundesliga, el RB Leipzig. El compromiso se preveía como un partido complicado en el que el conjunto local tendría una difícil labor, pues, ubicado en la decimocuarta plaza, había recibido 32 goles –la segunda cifra más alta del torneo-. Sin embargo, venia en buena racha, evitando la derrota en los anteriores seis encuentros por liga con tres empates y tres victorias. Por su parte, el Leipzig llegaba a Freiburg tras haber ganado dos de sus últimos seis partidos, y sin poder ganar como visitante desde octubre cuando venció al Dortmund.

Así llegaron los equipos para verse las caras en la fecha 19 del torneo, el local buscando continuar con su racha positiva y los visitantes con la necesidad de romper la sequía ganadora en sus excursiones a campos ajenos y, además, con el deseo de no perderle pisada al puntero Bayern Múnich.

Augustin con una chance para el RB Leipzig | Foto: Twitter: @Bundesliga_DE
Augustin con una chance para el RB Leipzig | Foto: Twitter: @Bundesliga_DE

La mesa estaba servida y el juez de la contienda, Bejamin Brand, dio inicio a la batalla sobre las 15 horas de Alemania. Los primeros minutos del cotejo mostraron un partido trabado, lleno de faltas y de cortes, con dos equipos que no lograban plantarse en la cancha de la manera soñada.

Los once guerreros que seleccionó Ralph Hasenhüttl para el RB Leipzig buscaban adueñarse del esférico y mantenerlo la mayor cantidad de tiempo posible, alejando al Freiburg del útil. Además, cuando les arrebataban el balón inmediatamente ejercían presión sobre quien recuperaba para poder recuperar lo más cerca posible, pues a la hora de defender cerca de su área los jugadores visitantes se veían incómodos y apurados. A diferencia de los locales, los visitantes salieron al verde sabiendo que tendrían poca posesión de balón y que no eran favoritos a dominar el encuentro. Por tanto, el DT Christian Streich diseño un planteamiento con tres en el fondo que solidificara la defensa del equipo y dejara a los tres jugadores más ofensivos cerca de la media cancha para poder contragolpear y aprovechar el ancho del terreno.

La primera ocasión del partido –una de las pocas– vino en el minuto 17, cuando los locales aprovecharon la distracción de la defensa visitante para llegar por el costado derecho y rematar al arco defendido por Gulácsi, sin embargo, el disparo fue bloqueado por la defensa. Dos minutos más tarde, el portugués Bruma convertía el rebote que quedo en el área tras un remate de Augustin. Todo era alegría en el equipo capitaneado por Orban. Pero el línea estaba ubicado en el costado con el banderín en alto, indicando una posición adelantada que frustraba el grito sagrado del joven extremo. Esta peligrosa aproximación desencadenó en la lesión del portero local, quien debió ser reemplazado por Gikiewicz, el arquero polaco.

Hasta el minuto 32, ambos conjuntos no cambiarían su postura. Los visitantes controlando la posesión en campo contrario y con una defensa muy adelantada, algo que los visitantes buscaban explotar con el pivote de su capitán Petersen y las subidas de Stenzel y Günter. Sobre el minuto mencionado, el portero visitante tuvo que ensuciar su indumentaria con una estirada vital, pues Hӧler, uno de los tres más adelantados, remató un centro  desde la izquierda y, si no fuera por la intervención del guardameta, la volea del delantero se hubiera colado por el ángulo superior derecho del arco.

Nils Petersen luchando un balón aéreo | Foto: Twitter @Bundesliga_DE
Nils Petersen luchando un balón aéreo | Foto: Twitter @Bundesliga_DE

El primer tiempo terminó lleno de imprecisiones por parte de los mediocentros del Leipzig, lo cual perjudicaba evidentemente el plan de juego de los visitantes, pues no lograban avanzar en la cancha. Igualmente, las pérdidas que llegaban eran tomadas por los locales, pero no eran aprovechadas eficazmente ante la poca creatividad del conjunto de Streich.

Quince minutos de descanso fueron suficientes para ver un cambio en la intensidad de los visitantes. Apenas comenzó el segundo tiempo, en el minuto 47,  Kampl logró enviar el balón al fondo de la red, pero, de nuevo, el gol fue anulado pues el mediocampista se había ayudado con su mano para decepcionar el balón.

Posteriormente, los tiros de esquina y balones parados tomarían el protagonismo del encuentro. Primero fue el Leipzig quien avisó, pero no consiguió anotar, aunque, en la jugada posterior, Timo Werner remataría desde el borde del área ilusionando a sus aficionados, pero el balón se fue muy desviado. Este remate desviado se podría ver como la calma antes de la tormenta, pues ante la tranquilidad de ver el balón tan lejos del arco, el Freiburg se relajó.

El Freiburg celebrando la victoria | Foto: Twitter @scfreiburg
El Freiburg celebrando la victoria | Foto: Twitter @scfreiburg

El marcador cambiaria solo seis minutos más tarde, desatando un final de partido intenso y luchado. En el minuto 65, la presión del Leipzig en mediocampo surgió efecto y recuperó el esférico, saliendo en una contra rapidísima. El balón derivó en Werner, quien hizo una conducción de casi media cancha y terminó soltando un latigazo de zurda que se clavó junto al palo de la mano diestra de Gikiewicz. La alegría volvía a los hinchas visitantes.

Los visitantes ganaron en confianza y salieron a buscar un segundo gol que les diera la tranquilidad de conseguir los tres puntos. Mientras tanto, los visitantes intentaban adelantar sus líneas y forzar ocasiones a balón parado, su arma más peligrosa.

Transcurría el minuto 71 cuando, desde un tiro de esquina, los locales volverían a montarse en el partido. Un tiro de esquina cobrado al primer palo no llegó a su destino, pero rebotó y quedó picando dentro del área en una posición central. Haberer aprovechó la oportunidad y, sin dudarlo, pateó de volea con su pierna izquierda, con tal potencia que el balón fue directamente a dar al fondo del arco. Este gol fue un jarro de agua fría para los visitantes, que 4 minutos más tarde sufrirían otro gol con la misma fórmula.

En el minuto 76, otro centro desde el mismo costado surcaría el área, pero esta vez no sería rechazado, pues la cabeza del joven Koch estaría en el camino. El mediocampista del Freiburg mandó a guardar el esférico con un cabezazo bajo que batió a Gulácsi y plasmó el 2-1 en el marcador.

El DT del Leipzig tras la derrota | Foto: Twitter @DieRotenBullen
El DT del Leipzig tras la derrota | Foto: Twitter @DieRotenBullen

A pesar del ímpetu y los cambios del Leipzig, el marcador no cambiaría. La aguerrida defensa del Freiburg seria impenetrable para la visita en los últimos minutos del partido, y la presión de los locales mantuvo a los de Hasenhüttl lejos del arco.

El 2-1 fue definitivo y confirmó la dificultad del Leipzig para ganar fuera de su patio. Así mismo, dejó al conjunto visitante en la tercera ubicación del torneo tras la victoria del Leverkusen, y con posibilidades de ser cuarto en caso de que el Schalke 04 gane su partido frente al Hannover el día de mañana. Por el lado del ganador, el Freiburg mantuvo la tendencia positiva e hizo respetar su cancha, escalando dos posiciones en la clasificación y ubicándose duodécimo, con tres puntos de ventaja sobre el decimotercero.