La semana antes del partido entre el Bayern Múnich y el Schalke 04 vio cómo ambos conjuntos aseguraban un boleto directo a las semifinales de la DFB Pokal y se preparaban, de la mejor manera, para enfrentar el duro compromiso del fin de semana.

Tanto Jupp Heynckes como Domenico Tedesco tenían en mente la victoria y el espectáculo, pues desde el anuncio de las alineaciones de ambas escuadras se podía prever una excelente jornada de futbol. Los locales salían con un medio campo compuesto por tres volantes, James Rodríguez, Arturo Vidal y Thomas Müller, mostrando su evidente tendencia ofensiva. Por su parte, los visitantes arrancaron con su clásica defensa de tres, seguida por una línea de cuatro y tres delanteros, en sus dos líneas más adelantadas todos sus efectivos hacían gala de su vocación ofensiva.

Con este preámbulo se podía esperar un partido bastante intenso y abierto. Efectivamente, el primer tiempo comenzó con ambos equipos montados en el partido, buscando generar daño desde el primer minuto. Los visitantes, para sorpresa de los espectadores, arrancaron el partido manejando la posesión del balón y sometiendo al Bayern a una presión alta muy intensa.

En el primer minuto ya se tenía una llegada sobre el arco de Ulreich, cuando Embolo remato incomodo desde dentro del área y el guardameta responde de excelente manera para alejar el peligro. Sin embargo, ante tanta presión de los visitantes, el conjunto local aprovechaba los espacios que dejaban los central al estar tan adelantados en el campo y en el minuto 6 del compromiso rompieron el cero.

Por banda izquierda los jugadores del Bayern Múnich salieron haciendo paredes y jugando a una sola intención, armando una jugada majestuosa. Al llegar al último tercio de la cancha enviaron un pase hacia el centro de la cancha, el cual Lewandowski dejó pasar entre sus piernas para habilitar a Müller y descolocar a toda la defensa azul. Müller soltó un latigazo violento de primera, Fӓrhmann ataja con muchísimas dificultades y el gran goleador polaco aprovechó, como tantas veces ha hecho, el rebote para marcar el 1-0.

Como siempre, Lewandowski anota para el Bayern | Foto: @FCBayernES
Como siempre, Lewandowski anota para el Bayern | Foto: @FCBayernES

A pesar del gol, el partido siguió con la misma tónica con la que había empezado. La visita mantenía la posesión y buscaba el arco rival, mientras que los locales cambiaban su papel habitual y buscaban la verticalidad de sus extremos insistentemente. En el minuto 29 el Schalke se haría presente en el marcador. Después de varias ocasiones para ambos equipos, la visita envío un centro al área que no llegó a destino pero que le quedó a Embolo sobre la banda derecha. El joven delantero mandó un centro elevado que Goretzka intentó rematar de manera espectacular, lanzándose por los aires buscando una media volea. No obstante, falló en el contacto del balón y le quedó el esférico a Di Santo, quien remató de primea y clavó un bonito gol, venciendo a Ulreich.  

Solo pasaron seis minutos con el partido empatado. Thomas Müller, el genio teutón recibió un balón filtrado de Robben, y a escasos metros de la línea de fondo lanzó el balón. ¿Remató al arco o buscó un centro con muy “mala” puntería? Solamente él lo sabrá, pero lo cierto es que el balón se coló por el primer palo de Fӓrhmann, y se decretó el 2-1 en el tanteador.

Segundo antes de que el Bayern grite el segundo gol | Foto: @FCBayernES
Segundo antes de que el Bayern grite el segundo gol | Foto: @FCBayernES

Poco más ocurrió en el primer tiempo, que firmaba su final con un remate desviado de Naldo en un tiro libre. La segunda mitad del compromiso prometía ser igual o aún más entretenida que la primera. Para lamento de los espectadores, no fue así.

Ambos equipos empezaron con la misma intensidad y el partido tomó el mismo ritmo que tuvo la mayoría del primer tiempo, pero la precisión de los dos era cada vez menor, los pases no tenían el destino correcto y los arqueros trabajaban menos.

A pesar de la verticalidad de ambos conjuntos, las chances fueron muy pocas y ambos equipos se encontraron muy poco en posiciones favorables para aumentar el tanteador. Las únicas opciones llegaron con remates de media distancia o muy forzados que fueron bien controlados por ambos porteros. Embolo, Martínez o Coman intentaron aumentar el marcador pero Fӓrhmann y Ulreich no estaban dispuestos a recoger el esférico del fondo de la red de nuevo.

Los últimos 15 minutos del partido vieron cómo el conjunto visitante se quedaba sin aire en el tanque de oxígeno, la presión bajó, la posesión dejó de ser de ellos y el ímpetu mermó. Mientras que los locales, ante lo positivo del marcador, mandaron el partido al congelador, metiendo incluso un volante de corte como Javi Martínez para mantener su ventaja con menos problemas.

El resultado fue 2-1, con un primer tiempo genial y un segundo tiempo muy errático, que dejó al Bayern Múnich lejos de sus perseguidores, pues mantuvo los 18 puntos de distancia con el segundo clasificado. Mientras tanto, el Schalke, a pesar de su titánico esfuerzo y su valentía para enfrentar a los gigantes bávaros, no pudo trepar al tercer puesto y se tuvieron que conformar con la sexta plaza.