Jueves 15 de febrero y eso significa que vuelve la Europa League. Uno de los mejores emparejamientos que nos dejó el sorteo hace cerca de dos meses fue este Napoli- Leipzig. El conjunto italiano, luchando por la Serie A, se destaca como uno de los grandes favoritos para hacerse con el cetro europeo. Por otro lado, está el conjunto alemán, el equipo de Ralph Hassehüttl que está en las posiciones nobles de la Bundesliga, y que no pudo pasar en su primera participación en la Champions League.
Polémicas como la de Werner frente al Besiktas, o la inferioridad de los conjuntos alemanes han quedado atrás, y es el momento de ir a por esta competición. A Leipzig le acompaña el Dortmund, que también tiene enfrente a un rival italiano, contra el que consiguieron una ligera ventaja en la ida.
El partido comenzaba con dominio de los de Sarri, que no habían dejado una buena imagen en el grupo del City en Champions, que controlaban la pelota y comenzaban a acercarse al área rival. Sin Mertens ni Insigne como titulares, la dinamita había bajado ligeramente, sin embargo Callejón y Ounas se disponían a ser los héroes del día, y darle la ventaja a un Napoli que en los primeros quince minutos se mostraba superior.
Sin embargo una de las primeras más claras la tenía Yusuf Poulsen, después de un balón en profundidad a la espalda de Koulibaly, el danés llegaba a armar el disparo, pero se iba desviado, a la derecha de Pepe Reina. La iniciativa era napolitana pero la velocidad, el ritmo y al contraataque quienes iban eran los Toros Rojos, a sabiendas, de que un gol fuera de casa en una eliminatoria como esta puede ser clave.
Más tarde, José Callejón cogía un balón cerca de la frontal del área, y con un gran disparo intimidaba a Gulacsi, que la mandaba a cóner y hacía el delirio de San Paolo, que veía más cerca el gol de los locales.
En los últimos quince minutos los de Leipzig, dieron un paso adelante y empezaron a controlar la posesión del balón, y a tener cada vez más acercamientos peligrosos. El Napoli no se lo terminaba de creer, y los alemanes eran superiores, y en uno de sus mejores momentos el árbitro decretaba el final de la primera mitad.
Se acababa una primera parte un tanto decepcionante respecto al ritmo de ataques y goles que se esperaban. La segunda mitad se esperaba más valiente por los dos equipos.
La primera de la segunda parte sería para el Leipzig que con un balón paralelo bastante centrado, Keita buscaba a Poulsen, el mejor de los alemanes hoy, sin embargo Reina nuevamente le ganaba la partida y se quedaba con el esférico. El ritmo había aumentado, y se sucedían las jugadas veloces a las que ambos equipos nos tienen acostumbrados.
Y Werner tendría la mejor de su equipo. Corría el minuto 48, cuando después de un ajugada elaborada por banda izquierda de los alemanes, el balón le caía a la joya alemana, que tras un recorte, su tiro se quedaba a unos metros de ir a la red, desviándose por encima de la portería de Pepe Reina.
Esta sería la antesala del gol del Napoli, que se adelnataría en el minuto 52, que después de coger el balón en centro de la cancha, lo distribuyó a la banda derecha, donde Ounas cruzaba de manera impresionante un tiro, al que Gulacsi no pudo apenas acercarse. Hacía el 1-0.
Minutos más tarde, Poulsen volvería a tener la mejor para el Leipzig antes de la hora del partido. Le caía un balón a Yusuf Poulsen, que la cruzaba en un mano a mano ante Reina, que hacía un auténtico paradó con el pie izquierdo desesperando al danés y a todo el banquillo liderado por Hassenhüttl. Sólo dos minutos más tarde Werner, después de un centro por banda izquierda que se encargaba de mandar el balón a la red para hacer el empate a uno.
Un gol que enfadó mucho a Sarri, y al propio guardameta español, y que por consecuencia afectó al equipo italiano, que vería como apenas diez minutos más tarde, un balón en profundidad a la espalda de Toselli le llegaba a Poulsen que le regalaba el gol a Bruma, en el minuto 74 para hacer el 1-2 y dar el campanazo en San Paolo, para sorpresa de todos.
Un resultado que hace soñar a los Toros Rojos para pasar a los octavos de la Europa Leguae, y sobre todo para dejar fuera a uno de los favoritos al título.