Al margen del resultado cosechado, la delegación española no salió nada contenta ayer del Gdansk Arena en lo que al estado del césped se refiere. La hierba del estadio polaco, maltratada por las lluvia acaecidas en los últimos días, ya sembró la duda en el seno de la selección durante la sesión de sábado, y se ha convertido en asunto de debate entre jugadores, cuerpo técnico y directiva un día después del debut en la Eurocopa.

Los futbolistas españoles se lamentaron ayer del estado de un césped “seco y alto”, el cuál perjudicó el “juego dinámico y fluido” de la selección, según afirmó Xavi tras el partido. El de Terrasa no fue el único en manifestarse al respecto tras el encuentro, ya que Iniesta, elegido mejor futbolista de España durante el partido, reconoció que “ver el campo en estas condiciones es un desastre que dificulta la circulación de balón”. Fábregas, autor del tanto que supuso el empate final, calificó de “lamentable” el hecho de verse obligados a jugar en “un campo así”.

Grzegorz Lato, presidente de la Federación polaca de fútbol, ha salido al paso de estas críticas desvelando que la negativa de la expedición italiana fue el motivo por el cuál no se regó el césped. “Italia se opuso a que se regara, porque sabían que un césped seco, que es más lento, era la mejor opción táctica para ellos”. La normativa de la UEFA obliga a regar el césped con 75 minutos de antelación a la hora fijada para el comienzo del partido como muy tarde, pero se precisa de la conformidad de ambas selecciones para ello y, según afirmó esta mañana el directivo polaco el combinado transalpino declinó la opción.

Es por dicho motivo que la Federación encabezada por Ángel María Villar se dispone a elevar una reclamación escrita a la UEFA a lo largo de esta tarde. Y es que, pese a que el propio Lato afirmase esta mañana que “el césped estaba a su altura perfecta”, la prensa polaca ha desvelado que los organizadores de la competición ordenaron el corte de la hierba nada más concluir el partido de ayer.