Los caminos de la selección española, al igual que muchos otros, son inescrutables. A lo largo de las decenas de años que integran su historia, La Roja ha sido capaz de batir a rivales de alta índole y caer con otro, en teoría, más asequibles. Uno de los que se incluyen dentro de ese segundo grupo es Irlanda, una selección a la que, por contra de lo explicado anteriormente, España casi siempre ha doblegado.

El combinado británico, ahora capitaneado por Giovanni Trapattoni, ocupa el decimoctavo lugar en el ránking FIFA y, esta noche en Gdansk se cruzará con la absoluta española por decimonovena vez en la historia. Para el recuerdo queda un balance que se salda con 11 victorias españolas por tan solo dos británicas y cinco empates. No obstante, entre las dos cruces que España ha escrito en choques contra irlanda, ambas han tenido una importante repercusión en el balompié nacional.

La primera de ellas fue a principios del verano de 1982, en pleno Mundial de España. La Roja, tras empatar con Honduras y superar a Yugoslavia, se jugaba en el antiguo estadio Luis Casanova de Valencia el pase a la siguiente fase. Irlanda, con su pase también en el aire, superó a los anfitriones con un solitario tanto de Gerry Armstrong al poco de iniciar la segunda mitad aunque, la victoria de Yugoslavia sobre Honduras permitió a los pupilos de José Santamaría acceder a la segunda ronda por detrás de su rival.

Desde aquella noche pasaron 26 años hasta un partido al que el paso del tiempo ha otorgado una gran importancia. En plena fase de clasificación para la Eurocopa de 2008, la absoluta aterrizaba en Belfast con Luis Aragonés profundamente criticado, y con el billete de España para Austria y Suiza sin certificar. La derrota (3-2), agudizada por las tres dianas de Healy, supuso un profundo punto de inflexión en la selección. La primera medida fue la desaparición de Raúl tras 102 internacionalidades absolutas. Tras aquella infausta noche, España sumó 8 victorias en los 10 últimos partidos antes de encarar una Eurocopa que le acabaría encumbrando en el edén del fútbol continental.

No se han computado enfrentamientos entre ambos equipos durante el transcurso de una Eurocopa, no así en alguna fase de clasificación para la misma. En total, españoles e irlandeses han velado armas en ocho ocasiones antes de una cita continental, con un balance de cuatro victorias para España, la ya comentada para Irlanda y tres empates. Los dos únicos partidos de competición oficial que les han cruzado ha sido en los Mundiales de 1982, 1986 y 2002, repartiéndose una victoria para Irlanda y dos para el actual equipo de Del Bosque. En 1958, primer duelo histórico entre ambos, y 2002, España castigó a Irlanda con dos de las derrotas más dolorosas en su historia. En la primera cita, disputada en Madrid, España superó 6-2 a los irlandeses, mientras que, casi medio siglo después, profanó Belfast al golearle por 0-5. De aquella noche, tan sólo Casillas perdura en la actual selección hispana.

Ha pasado casi un lustro desde la última vez ambos equipos se cruzaron. Fue en el Estadio de Gran Canaria y supuso el último partido de la fase de clasificación para la Eurocopa de 2008, disputado a finales de 2007. España, tras sumar tres victorias de manera consecutiva ante Letonia, Dinamarca y Suecia, ya tenía asegurado el billete para la repesca, pero consiguió el acceso directo merced a un tanto de Xavi que puso el 1-0 definitivo. Ahora, casi cinco años después, España se enfrenta a Irlanda con otro porte, el que provoca haber cosido una estrella de campeón del planeta en la parte frontal de su camiseta.

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