El líder de la Ligue 1 llegaba al Stade Auguste-Delaune con las ideas muy claras: vencer y convencer para seguir soñando desde lo más alto. Los de Bielsa lo demostraron desde muy pronto, con una tripleta de ensueño conformada por Gignac, Ayew y Payet. Enfrente, un Reims impotente, que no sabía por donde pillar a los marselleses y que nunca puso en problemas a Mandanda y su línea de zagueros.

El 'pichichi' ataca por partida doble

El encuentro comenzaba frenéticamente para los visitantes, quienes no querían alargar lo más mínimo el que su dominio se plasmara en el luminoso. Así, a los 8 minutos, una veloz contra de Payet terminaba en un claro penalti de Mavinga sobre el vertoginoso jugador francés. Gignac sería el lanzador, pero no marcaría desde los once metros, ya que Placide le adivinó el disparo, sino que sería en la acción siguiente. Mendy recogía el balón tras la pena máxima y colocaba, desde el costado izquierdo, un preciso centro hasta la testa de Gignac, que en esta ocasión no perdonaría (0-1).

Gignac, con sus dos tempraneras dianas, hundió a los locales

Este tempranero tanto, ni provocó una reacción en los de Vasseur, ni relajó en campo propio a los de Bielsa, sino todo lo contrario, los visitantes querían más. Veloces y precisas combinaciones se veían en la delantera del equipo del Velodrome y eso solo podía desembocar en más ocasiones. Si a todo esto le sumas que la defensa local, junto a su portero, no tenían el mejor día, pues ya saben como acaba. En el 20', Thauvin encontraba el enésimo orificio por el lado derecho, erraba en el mano a mano con Placide y el rechace lo cazaba el pichichi de la Ligue 1, Gignac, para anotar su octavo gol en cinco partidos (0-2).

El choque se ponía muy de cara para el Olympique y con total merecimiento. Las dos dianas hundieron a un equipo como el Reims, que llegaba con la moral alta tras sus dos últimas victorias y sin encajar, pero este partido fue totalmente diferente para ellos en todos los aspectos. Los pupilos del alocado técnico argentino percutían, una y otra vez, por ambos costados, ya fuera con sus extremos o con los dos puñales que tenían por laterales; también lo hacían por el centro, ya fuera con Payet, Ayew o con las internadas de Thauvin. En definitiva, un festival de fútbol ofensivo, de 'Bielsismo'.

Rondando el 38 de juego, llegaba la primera intentona local con un débil disparo raso de Oniangué, algo que hablaba por sí solo de su poca proyección ofensiva en el encuentro. Gignac en un par de ocasiones, y hasta Mavinga en propia meta, pudieron aumentar la renta, pero el marcador no se movería más hasta el entretiempo.

Ayew salta a escena

Si el protagonismo del primer acto estuvo copado por Gignac de cabo a rabo, en esta segunda mitad, se repetiría tal guión pero con Ayew como protagonista. Ambos técnicos dieron entrada a nuevos jugadores en el tiempo de refresco, en el Reims cambiaron hasta al guardameta, para dar entrada a Agassa, que no disfrutó de mayor suerte bajo palos.

Ayew se vistió de Gignac tras la reanudación

Yendo al meollo del asunto, con claridad y rapidez -como los ataques del Marsella-, tan solo 15 minutos tras la reanudación bastaron para que el Ayew sentenciara el choque, si no lo estaba ya. Primero, el ghanés hacía bueno a portería vacía un centro de DjéDjé tras una gran jugada entre Payet y Thauvin (0-3). Después, el propio Ayew deleitaba al público presente al aprovechar un balón muerto en el área con una exquisita rabona que puso el cuarto gol en el tanteador de su equipo.

Todo un paseo militar para los de Bielsa, que disponía de cerca de media hora de juego para seguir exhibiéndose ante toda la Ligue 1, con un Payet que, con espacios y libertad de movimientos, es absolutamente letal; un Ayew que se mostró totalmente enchufado; y hasta un Imbula que, tras un buen partido en la medular, se permitió la licencia de poner su granito de arena a la goleada (0-5) con un tremendo latigazo con la zurda desde lejos que ni vio como entraba el bueno de Agassa.

Con la 'manita' ya en el luminoso, los visitantes se dedicaron a gustarse sobre el césped, ya sin excesivo recelo por buscar la portería contraria. Entonces, Mandanda aparecía en el partido para detener con total solvencia las dos únicas oportunidades de peligro de los locales, en las botas de Courtet. Y así terminó este festival de 'Bielsismo' -véase Bielsismo por aquel fútbol ultraofensivo, con combinaciones de calidad, jugadores muy depurados técnicamente y con un nivel de intensidad que arrasa al oponente- que pasó por Reims.

Stade Reims (0) Oympique de Marseille (5)

Placide 4 Mandanda 7
Mandi 4 Dja Djédjé 7
Roberge 4 N' Koulou 6
Conte 4 Morel 6
Mavinga 3 Mendy 7
Albaek 5 Imbula 8
Devaux 4 Romao 6
Bourillon 5 Payet 8
Oniangué 6 Ayew 9
Moukandjo 5 Thauvin 7
Charbonnier 6 Gignac 9
Remplaçants
Agassa 3 Lemina 6
Fortes 5 Alessandrini 6
Courtet 6 Bathsuayi 6