El jugador francés, nacido en Mali en el año 1985, se hizo un hueco en el futbol europeo gracias a su faceta de jugador duro y potente.

Su máxima en el terreno de juego, recuperar el mayor número de balones a favor del escudo bordado, situado a la altura de su pecho, que ostente la elástica del conjunto que requiera de sus servicios en ese momento. Corre, agarra, cabecea, lucha cada esférico como si fuese el último, Lass Diarra se podría definir como un perro de presa, siempre alerta. Su nombre comenzó a sonar con mayor intensidad cuando militó en la Premier League.

Su equipo, el Chelsea de Mourinho. Sus buenas actuaciones le reportaron al Arsenal de Wenger, tras la salida de un jugador de vital importancia para los Gunners,  Fredrik Ljungberg. Lass Diarra fue definido por su entrenador como un jugador polivalente, que se adaptaba a la perfección, al esquema del conjunto londinense.

 Su paso por el Real Madrid le otorgó toda su fama. El conjunto blanco adquirió sus servicios por 20 millones de euros.

Diarra recuperando un balón frente al Valladolid | Foto UEFA

Lass comportó buenas actuaciones, gracias a su físico y su entrega. En el 2012 fue traspasado a la liga rusa. Al emerger ciertas disensiones con su club, las maletas del francés tomaron rumbo a territorio galo. Su destino el Olympique de Marsella. Pese a que los deseos del jugador, en el presente verano, eran marcharse del club francés, sus compañeros han decidido adjudicarle el brazalete de capitán que ostentará a lo largo de esta temporada 2016/2017 en la Ligue 1. Lass comparecerá ante los medios el viernes a mediodía, horas antes de que comience el campeonato liguero.