India, en conceto, y su SuperLiga, todavía de escaso nivel está comenzando a mostrarse al mundo como un retiro dorado para jugadores en el último tramo de su carrera y alternativa a los ya casi tradicionales países árabes y MLS. Y el costamarfileño Romaric (de nombre completo Christian Koffi N’dri), mediocentro de referencia, jugador de una notable potencia física que le permite abarcar una ingente cantidad de metros cuadrados sobre el terreno de juego, ha sido el último en sumarse al proyecto indio.

Romaric ha desempeñado la mayor parte de su carrera en Francia y en España. Se crió futbolísticamente en el ASEC Mimosas que pasa por ser una sensacional academia de su país de origen: no en vano, por ahí han pasado casi todos los jugadores que formaron parte de la mejor generación que ha dado Costa de marfil: los hermanos Kalou, Eboué, Zokora, Gervinho, Yayá Touré… Fue ‘reclutado’ para Europa por el Beveren belga, donde permaneció dos años hasta su fichaje por el Le Mans en 2005.

En la ciudad del norte de Francia y a lo largo de los tres años que allí permaneció, alcanzaría posiblemente su cénit futbolístico, y sus notables actuaciones hicieron que fuese ‘captado’ en el verano de 2008 para el Sevilla por Monchi, uno de los directores deportivos con mayor conocimiento y ‘buen ojo’ para fichar jugadores que produzcan notables rendimientos. Tras un primer año notable, el fichaje de su compatriota Didier Zokora en el verano de 2009 hizo que sus minutos se fuesen reduciendo progresivamente hasta que, el mercado de invierno de la temporada 2010/11 marchó cedido al Espanyol de Barcelona.

Medio año en la Ciudad Condal y uno más en el Zaragoza fueron el preludio de su vuelta a Francia para militar dos años en el Bastia. Con una carrera ya en declive debido, fundamentalmente, a la merma por la edad de sus prestaciones físicas, la mayor de sus virtudes, Romaric apuró la temporada pasada en la poco exigente liga chipriota y su Omonia Nicosia.

Llega ahora a la Superliga india, al NorthEast United, donde será compañero, entre otros, del portugués Simao Sabrosa. Allí, como casi todos los europeos que han emigrado a la India en los últimos años, cumplirá un triple objetivo: disfrutar de los últimos meses de su carrera, embolsarse una buena cantidad de dinero y servir de promoción para esta incipiente competición.

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