La Ligue 1 dio el pistoletazo de salida el fin de semana pasado. Esa primera jornada, no exenta de una importancia especial para todos los equipos ya que, posibilita plasmar el trabajo realizado en pretemporada y, con ello, desembocar hacia una importante victoria consiguiendo los tres primeros puntos. Esto comporta confianza a los conjuntos y advierte a los demás de su buen arranque de campeonato. El todopoderoso París Saint Germain, de Unai Emery, llega a este partido con sensaciones inmejorables, ganando todos sus partidos de pretemporada a equipos de gran relevancia, amén de conseguir la Supercopa de Francia endosándole cuatro tantos a su máximo contrincante en territorio galo. En la primera jornada de liga, los parisinos lograron una victoria trabaja y sufrida, ganando a domicilio al Bastia. Por otro lado, su contrincante de hoy, el Metz, ganó al Lille por tres tantos a dos, en un partido abierto y entretenido, en el que ambos conjuntos dieron todo para lograr la victoria.
Asedio parisino
Ambos equipos salieron al campo con una única idea: conseguir los tres puntos correspondientes al finalizar el partido. El esférico comenzó a rodar sobre el césped y el PSG armó rápidamente una jugada de ataque que culminó en una falta y ésta, en un balón envenenado al área que remató David Luiz arriba del marco rival. El equipo local, movía el balón con rapidez y decisión ahogando al equipo visitante que observaba como retrocedían metros hasta verse embotellados en su propia área. Las aproximaciones del PSG eran cada vez más peligrosas.
Dos córneres a favor en los primeros minutos del encuentro, daban constancia de los buenos minutos de futbol que ostentaban los de Emery. Di María, en una jugada de ataque por la banda, puso un balón raso al punto de penalti al que Cavani no pudo llegar a rematar con comodidad. Instantes después, Cavani volvió a errar frente al marco del equipo rival, Didillion sacó una mano que evitó el primer tanto del encuentro. En el minuto veinte, el Metz fue capaz de sobrepasar la línea de cal que divide los dos campos elaborando una buena contra que desembocó en un esférico sin peligro para la portería parisina. Los de Emery devolvieron esa ocasión con un disparo lejano de Pastore que chocaría con violencia en la valla publicitaria. Pasaban los minutos y el gol no llegaba. De nuevo, el París Saint Germain, movía con fluidez el balón. Reportando salidas rápidas de sus jugadores a partir del círculo central. Cavani se encontró antes dos rivales a los que regateó dentro del área.
Cuando armó el disparo, la defensa del Metz estaba encima, arrebatándole el balón enviándolo a córner, éste sin peligro. Pocos minutos más tarde, Emery veía desde el banquillo como la defensa rival sacaba bajo los palos un disparo de Pastore, el asedio era continuo. La superioridad del PSG era aplastante y se proyectaba en todos los aspectos del encuentro menos en goles. En una buena jugada entre Di María y Cavani llegó una ocasión clara. Cavani disparó dentro del área, pero el balón fue desviado por un defensa, dando a la madera.
El balón rechazado por el poste, quedo a disposición de Di María quien disparó con contundencia, de nuevo, Didillion, portero del Metz, desvió a córner. El PSG seguía con su monólogo, mientras que, el equipo visitante, intentaba defenderse como podía. La última ocasión de los primeros cuarenta y cinco minutos fue un disparo lejano de Lucas. Así finalizaría la primera parte.
El PSG aplásta al Metz
La segunda parte comenzó por los mismos derroteros. El PSG ostentando toda su calidad, movía el cuero con soltura y rapidez. Los de Emery reflejaban su movilidad buscando el esférico en todos los momentos del encuentro. Tras una jugada peligrosa del Metz, que David Luiz logro despejar, llegaría el primer gol del encuentro. Lucas, a pase de Aurier, se internó en el área golpeando con extrema violencia al cuero, un balón, al que esta vez Didillion no pudo hacer nada, otorgándole al PSG la recompensa que con tanto ahínco buscó durante el encuentro. En el minuto sesenta, Trapp despejó un buen disparo de Cohade, metiendo el miedo en el cuerpo al equipo parisino. El Metz se desperezó y comenzó a tocar el balón con criterio. Trapp, con dos buenas intervenciones más, disolvió el peligro que pululaba cerca de su portería. Minutos más tarde Kurzawa dejaría un buen balón en el punto de penalti. Di María remato, pero Didillion desvió a córner. En esta ocasión llegaría el segundo tanto de los de Emery. Kurzawa, que en la jugada anterior asistió a Di María, ahora cabeceaba un balón al interior de las mallas, dándole la tranquilidad a su equipo. En el minuto setenta y seis, Di María remató un balón desde fuera del área que golpeó en la cruceta.
El rechace fue a parar a las botas de Cavani. Didillion despejó, de nuevo, la ocasión. El Metz parecía derrotado y el PSG siguió a lo suyo, provocando nuevas acciones de peligro. Tocó el balón ávido de sumar un tanto más al marcador. En los últimos coletazos del encuentro, Cavani siguió buscando su gol, y casi lo consiguió, regateando al portero. El balón se escoró demasiado y por ello el uruguayo tuvo que parar y esperar a que llegase un compañero de cara. La defensa se le echó encima, disolviendo cualquier peligro. En los minutos de descuento, tras la salida de un córner, Verratti disparó fuera del área. El balón al intentar ser despejado por un defensa, se introdujo en su propia portería. El PSG de Emery consiguió los tres puntos en un partido en el que la goleada pudo ser mayor.