Buenas noticias por fin para el PSG de Emery, que esta tarde ha logrado un triunfo claro ante el Girondins de Burdeos en París con el charrúa Cavani como gran protagonista, algo que ya sucedió el otro día en Champions, lo que confirma la buena racha del crack uruguayo, que firmó dos tantos importantísimos en el día de hoy.

Debía confirmar el equipo parisino la victoria del otro día en Sofía ante el Ludogorets con otra en el torneo casero y lo logró, firmando un nuevo doblete Cavani, lo que le sitúa como 'Bota de Oro' europeo con 8 goles en los 7 encuentros que ha disputado en la Ligue 1. A esto hay que sumarle los tres tantos que suma ya en Champions tras mojar en los dos encuentros disputados hasta la fecha, mostrando un gran olfato goleador en un año en el que tiene que hacer olvidar la marcha de Ibra en ataque.

Coge aire Unai Emery con esta victoria que sitúa a les parisiens en lo alto de la tabla junto al Niza, que cuenta con un partido menos, y que puede empezar a ganar cierta constancia ganadora, lo que ayudaría sobremanera a asentar el estilo que quiere impregnar el técnico vasco.

Cavani mató rápido

El primer golpe lo asestó Cavani cuando la gente aún se acomodaba en sus asientos, en el minuto 3 adelantaba a su equipo, que ya no soltaría esa ventaja en todo el encuentro. El tanto fue de soberbio cabezazo a centro de la zurda de oro de Di María, que tiene que seguir repartiendo magia en forma de asistencias para aprovechar la racha de su 9.

El PSG controlaba el tempo del partido y movía el balón de lado a lado con un centro del campo muy serio, en el que se nota la vuelta del italiano Verrati. Todo hacía indicar que iba a ser un partido cómodo para los parisinos, que gozaron de alguna ocasión más en esa primera media hora de encuentro, con su tridente atacando con libertad de movimiento y buenas diagonales, sustentadas por el cerrojo que echó atrás la defensa y con Thiago Motta como hombre vigía.

Cavani sacó su fusil cuando más falta le hace al PSG. Foto: goal.com
Cavani sacó su fusil cuando más falta le hace al PSG. Foto: goal.com

El Girondins trataba de buscar algún resquicio, pero el PSG se hacía dueño y señor del partido, lo que corroboró magistralmente Cavani con una espuela de lujo a pase de Kurzawa en el minuto 30 para sentenciar a los de Burdeos, que ya no levantarían cabeza en un choque del que no dispusieron de muchas ocasiones para llevarse algo más.

Fue un fútbol distinto al ofrecido hasta ahora por el PSG, sobre todo en la liga francesa, donde no ha tenido una regularidad en cuanto a victorias ni el fútbol aplastante que se espera del gigante parisino, acostumbrado en los últimos tiempos a pasearse en la Ligue 1. 

Así nos fuimos al descanso con claro dominio local, con el equipo en armonía jugando bien y con claridad, en lo que puede haber sido el primer tiempo mejor jugado hasta la fecha y recompensado con dos buenos goles.

Relajación local

Volvieron del descanso los dos conjuntos con poca expectativa por parte de los espectadores, ya que tanto el marcador como la superioridad física y con el esférico mostrada por el PSG no invitaban a la sorpresa, si no a una goleada local muy demandada por los aficionados parisinos, en una tarde de fútbol y buen ambiente, más del habitual.

En los primeros minutos de reanudación se pudo apreciar la relajación parisina con una amarilla a Meunier en el 52 que no era necesaria, pero provocada por la falta de concentración del equipo. El Girondins se estiró en líneas de ataque sin nada que perder y tratando de aprovechar el bajón de intensidad de su rival, que no tuvo que lamentar gracias a que Areola sí estuvo atento a cualquier llegada visitante y a que los de Burdeos no lograron crear el suficiente peligro real como para lograr marcar, salvo alguna que otra jugada aislada.

Emery se mostró contento en el banquillo con lo visto en el campo. Foto: (psg.fr)
Emery se mostró contento en el banquillo con lo visto en el campo. Foto: (psg.fr)

No tuvo mayor trascendencia el encuentro a pesar de los cambios introducidos tanto por Emery como por Gourvennec, que gastaron todas sus balas, uno para dar descanso a hombres importantes como Verrati o Di María, y otro por dar mayor profundidad y velocidad en ataque, tratando de recortar distancias.

No pudo ampliar su renta el PSG, pero se marcharon con buenas sensaciones en el juego y en armonía con su afición, algo imporante de cara a lo que queda por delante. El único pero que se le puede poner a los de la capital es el exceso de relajación con el 2-0 en el luminoso, lo que podría haberles costado un buen susto de no ser por la poca desenvoltura de su rival de hoy, un Girondins que defraudó por lo poco que ofreció, algo poco habitual hasta esta jornada.

Por tanto habrá que seguir atentos lo que haga mañana el líder Niza, que se enfrenta al correoso Lorient, para saber en que posición queda el PSG en su persecución a la cabeza. Suma y sigue Emery, que hoy dio unos minutos a su denostado Ben Arfa y que sin embargo no contó con la participación del canario Jesé.