En el estadio del PSG, el Parque de los Príncipes, se reunieron la semana pasada tanto el personal profesional como los que conforman el ámbito de gestión del club parisino. También se entrevistaron a otras secciones del club, como el equipo femenino o el de balonmano. Esta reunión se ha llevado a cabo para dirimir la causa que comportan las pérdidas de las prendas oficiales del equipo. Sudaderas, pantalones, anoraks y calzado han desaparecido sin dejar rastro. El presidente del club parisino, el jeque Al- Khelaifi, ordenó a Najib Abdelilah realizar una autoría que analizase las pérdidas íntegras en el último año. Solo en este lapso de tiempo se han perdido más de dos mil productos comportando también sus un derroche económico. Ante este resultado, el club parisino ha dispuesto a una sola persona en las diferentes secciones, encargada de realizar los pedidos para solventar el problema que los acucia ferozmente.

Paralelamente a este problema, el PSG de Unay Emery avanza por las competiciones proyectando luces y sombras en sus actuaciones. El primer partido serio de la temporada al que se enfrentaron los parisinos, la disputa de la Supercopa de Francia ante el Lyon, ofrecieron un potencial avasallador goleando por cuatro tantos a uno. Ya en la competición doméstica, los de Emery siguieron por los mismos derroteros goleando a casi todos sus rivales. El ego se situaba en lo más alto del vestuario y la caída fue mayor, ya que, a raíz de su última victoria en la que fulminó por seis tantos a cero al Caen a domicilio, cosecharon muy malos resultados, incluyendo la dolorosa derrota ante el Mónaco por tres tantos a uno.  En los dos últimos partidos, el PSG ha conseguido ganar los seis puntos que se disputaban, mostrando enormes carencias aun por solventar y que, de seguir así, pueden comportar serios quebraderos de cabeza al míster español.