Tanto CSKA de Moscú como Monaco sabían la importancia de lo que había en juego esta noche de Champions, y así se reflejó en el terreno de juego, donde reinaron los nervios y la igualdad máxima, lo que nos deja este empate a uno, eso sí, cinco minutos le faltaron al CSKA ruso para doblegar al equipo francés y llevarse un triunfo que le hubiese dado mucho más interés a este grupo, pero como los grandes jugadores en estas citas apareció el pequeño mago portugués Bernardo Silva para echar por tierra la ilusión moscovita y dejar a su equipo en lo más alto.

Si bien es cierto que el Monaco ha dado un bajón en estos últimos choques en lo que a fútbol y dominio se refiere, se puede considerar un buen resultado el cosechado en Rusia a tenor de lo visto y de las circustancias que atraviesa el equipo a estas alturas de temporada.

Dominio moscovita

El CSKA salió a por todas y cumplió bien su papel desde el inicio, sabiendo que no podía cederle el dominio al equipo visitante, ya que eso podría haber sido su sentencia de muerte a sabiendas del buen toque de balón del Mónaco, cosa que trató de impedir en todo momento y que logró, siendo superiores en la primera parte y reflejando esa superioridad con el gol de Traoré a la media hora de juego.

Silva y Moutinho salieron a mandar en el partido, a manejar el rumbo del partido a través del toque y la clarividencia en el pase entre líneas para aprovechar ese 4-3-3 planteado por Jardim. Pero los rusos no se iban a achantar y Traoré avisó de ello con una contra a los 10 minutos que no pudo culminar en gol.

A los 15' tuvo su oportunidad Tosic ante Subasic, pero no pudo materializar ante el portero del Monaco, en lo que empezaba a ser un asedio del CSKA. Entre Tosic y Traoré trataron de derribar la portería francesa, pero les faltaba acierto a la hora de definir y el Mónaco pasaba como podía el vendaval ruso, hasta que en el minuto 34 los dos atacantes fabricaron el primero de la noche, haciendo justicia ante lo vivido esa primera media hora de choque. Tosic recibió dentro del área, dribló y chutó tan fuerte que obligó a Subasic a dejar el rechace muerto a Traoré, que marcó a placer y abrió el luminoso.

Traoré abrió el marcador ante su afición a la media hora. Foto: (asmonaco.com)
Traoré abrió el marcador ante su afición a la media hora. Foto: (asmonaco.com)

El gol de Traoré no hizo demasiada mella en los hombres de Jardim, ya que se lanzaron más al ataque y tuvieron dos buenas oportunidades antes del descanso gracias a un fuerte disparo del italiano Raggi y de una jugada aislada después en las que Akinfeev mostró sus reflejos y su concentración para repeler las ocasiones de gol.

Antes del descanso tuvo que abandonar el verde el portugués Moutinho por lesión, ya que no estaba apareciendo todo lo que debía y dejó su sitio a Carrillo, para buscar de paso meter mayor carga ofensiva de cara a la segunda mitad.

De menos a más

Ya en la reanudación el Mónaco salió decidido a remontar, o al menos a buscar el empate de forma descarada, volcando a más jugadores al ataque y buscando unos espacios que no terminaba de encontrar, mientras los rusos sólo esperaban pacientes a matar el partido en alguna contra como la que les dio la alegría en el primer gol.

El Mónaco consiguió encerrar a los locales en su campo, pero sólo mostraba verdadero peligro a balón parado. Mendy, que había saltado al campo para ayudar en ataque tuvo una clara ocasión que se topó con Akinfeev nuevamente.

Bernardo Silva logró el empate en los últimos momentos. Foto: (asmonaco.com)
Bernardo Silva logró el empate en los últimos momentos. Foto: (asmonaco.com)

Cuando ya se las prometían felices en Moscú apareció Bernardo Silva en modo crack para salvar el empate del conjunto francés, tras haber ido de menos a más en el transcurso de partido, lograban sacar un empate que sabía a mucho en las filas monegascas.

El empate llegó en el 87, cuando Carrillo disparó libre de marca desde el borde del área, y a pesar de la buena parada de Akinfeev apareció el portugués Silva para salvar a su equipo batiendo por alto al guardameta ruso tras aprovechar el rechace provocado por su compañero, dejando de esta forma todo abierto en el grupo europeo y esperando al choque de vuelta en Mónaco dentro de dos semanas, en el que podrá contar con la participación del colombiano Radamel Falcao, lo que puede ser un bonus en ataque para desatascar la defensa rusa.