Según informa France Bleu Loire Océan, al término del encuentro Nantes-Toulouse, que finalizó con empate a uno, varios manifestantes encapuchados intentaron adentrarse en el palco presidencial de Waldemar Kita, presidente del Nantes. La policía antidisturbios llegó rápidamente a la escena y consiguió evitar el altercado aunque tuvieran que verse golpes entre la policía y algunos aficionados. La propia seguridad del club y la policía se encargaron de llevar al señor Kita junto a su familia a un lugar seguro. 

Los incidentes no se detuvieron, mientras que el jugador del Nantes, Matiusz Stępiński, se encargó de igualar el resultado del encuentro en el minuto 93 con los aplausos de algunos aficionados. Después del partido, el presidente del Nantes habló para la prensa y declaró que los actos solo podían atribuirse a delicuentes como responsables.

"Están tratando de impresionarme. Estuvieron insultándome durante los 90 minutos, pero esto lleva así desde hace 10 años. Nadie reacciona como es debido. Hay gente en la Prefectura que sabe quienes son los que cometen estos actos", aseguró en Bein Sports al término del encuentro. Waldemar Kita además aprovechaba para salvar sus espaldas y dar un toque al entrenador del Nantes, René Girard: "Ahora las protestas son correctas porque no jugamos bien, pero tengo que aclarar que yo no soy el que juega ni el que entrena. Lo único que trato de hacer es dirigir de la mejor forma posible al club".

El presidente aclara que no tiene miedo pero que la policía tendría que actuar o de lo contrario la muerte podría cargar en su conciencia. Así de duras fueron las palabras: "¿Miedo yo? No, no tengo miedo. ¿Qué van a hacer, matarme? La policía tiene que actuar o entonces se cargará en ellos su conciencia. Si tocan a mi familia es otra cosa. No puedo dejar que las cosas sigan pasando así", terminó de hablar el presidente del Nantes.