El Mónaco cambió su costumbre y se trasladó a Borgoña la noche antes del partido. Visto lo visto, no fue una buena decisión. Los monegascos sufrieron aunque también pudieron llevarse el partido tras desperdiciar tres claras oportunidades de gol. Sidibé y Germain fueron los más destacados en la punta del ataque aunque no tuvieron su día. Fue el día del arquero local.

A pesar de no poder contar con cinco jugadores importantes (Balmont, Martin, Varrault, Chafik y Abeid), el Dijon dio la cara apoyado por su afición y estuvo a la par del Mónaco. Tuvo la mitad de la posesión y disparó diez veces a portería. Rufli en el 36 de la primera mitad y Albelhamid en el 57 de la segunda pudieron dar la alegría al público local pero el primero se topó con el poste y el segundo con Subasic.

Jardim, asustado por las embestidas locales metió al Bayayoko al terreno de juego en sustitución del fallón Germain. A pesar de esto, el Dijon no se achantó y pudo anotar en el 70 y en el 71. El acecho local acabaría teniendo recompensa y el infatigable Sammaritano terminaría anotando tras un gran centro de Diony en el 87.

El empate pudo ser incluso demasiado premio para los visitantes. Jardim estará molesto. Un equipo que se sitúa a un punto del descenso les paró en seco y fue superior a ellos en numerosos tramos del partido. Cabe recordar además que los últimos resultados del Dijon en casa son derrotas contundentes ante rivales de media taba como Lyon y Rennes.

El próximo sábado, el conjunto monegasco recibirá a un Bastia que acumula un total de ocho partidos sin conocer la victoria o lo que es lo mismo, casi dos meses. Los hombres de Jardim saben que no pueden fallar en este partido sino quieren descolgarse de la pelea por el título.