Los cuartos de final de la Copa de Francia ofrecían un encuentro bastante atractivo en la previa, pues en el Louis II se enfrentaban el Mónaco y el Lille, dos equipos con una gran tradición en el país galo y que buscaban un lugar en las semifinales. El Mónaco venía de ser vapuleado en la final de la Copa de la Liga, tras perder 4-1 ante el PSG de Emery, resultado que dejó muy tocado al equipo de Leonardo Jardim. Los visitantes vienen de mostrar una mejoría con Franck Passi como DT, y es que de los últimos cinco compromisos han logrado tres triunfos y dos empates, manteniendo su portería imbatida en los últimos dos cotejos. 

Jardim mandaba al terreno de juego un 4-4-2, que tenía bastantes modificaciones con respecto a su habitual once, y es que Subasic, Jemerson, Bakayoko, Bernardo Silva, Mbappé y Falcao se quedaban en el banquillo, dando ingreso a un cuadro más alternativo, en donde De Sanctis, Diallo, Raggi, Touré, Moutinho, Jorge, Dirar y el joven Cardona tenían la oportunidad de mostrarse y demostrar que sí pueden ser una opción real para entrar al once de manera más habitual.

Passi también realizaba modificaciones; Enyeama, Corchia, Xeka, De Préville y Éder esperaban su oportunidad en el banco de suplentes, el ex entrenador del Marsella planteaba un 3-5-2 con Maignan en la portería, Amadou, Alonso y Soumaoro en la zaga, una sobrepoblada mitad de cancha con Arcus y Palmieri en las bandas, y con Mavuba, Bahlouli y Bissouma más centralizados, dejando en ofensiva a los holandeses (ex Ajax) Krishna y El Ghazi.

Dominio monegasco, desesperación norteña

​ Germain marcó un doblete y fue la figura del juego. Foto: Zimbio.com ​
​ Germain marcó un doblete y fue la figura del juego. Foto: Zimbio.com ​

En el inicio del encuentro, fueron los locales los que tomaron la iniciativa del compromiso, cuidando el balón y distribuyéndolo con paciencia y mesura, mientras que el Lille se agrupaba de muy buena forma atrás, con una línea de tres que rápidamente pasaba a ser una línea de cinco, puesto que Arcus y Palmieri no pasaban la mitad del terreno de juego, y retrocedían con frecuencia para sostener las constantes subidas de Jorge, Mendy, Dirar y Touré. El Mónaco es un equipo que suele explotar y aprovechar las cualidades que les ofrecen sus extremos y sus laterales, y esta no era la excepción.

El Lille intentó por medio de tímidas contras complicar a los monegascos, pero sin el mayor éxito esperado, debido principalmente a la falta de precisión en la elaboración de las jugadas y en las terminaciones de las mismas, tanto así que el italiano De Sanctis prácticamente no tuvo acción alguna en los primeros minutos. Krishna y El Ghazi se encontraban solitarios e inoperantes en ofensiva, ayudados muy poco por unos desaparecidos Bahlouli y Bissouma, quienes en este encuentro no estaban demostrando la explosividad que los caracteriza.

Avanzó el reloj y el Mónaco conseguiría ponerse por delante del marcador a los 35'. Germain realizaba una gran jugada individual, y es que tras recibir un pase de Dirar el ex Niza se quitaba con un gran regate a Alonso, se adentraba al área del Lille y definía con un tremendo remate que le rompía el arco a un Maignan que nada podía hacer para evitar la caída de su portería. El Lille se venía abajo, y se vendría abajo aún más cuando a los 40' el joven haitiano Carlens Arcus cometía una dura falta siendo el último hombre, lo que le costaba la expulsión, una expulsión que dejaba a los de Passi con diez jugadores, y que aumentaba los problemas.

Los visitantes intentaban defenderse con todo, para, con un jugador menos, irse al descanso con alguna chance de conseguir la igualdad durante el segundo tiempo, pero los monegascos prenderían el acelerador y se irían al descanso con un más que convincente 20. Minuto 45' y un buen centro al área desde la izquierda de Cardona era conectado por Germain, quien volvía a mandarla al fondo de las redes, y que de paso conseguía su doblete. Los problemas para el Lille no acabaron ahí, porque Soumaoro salía gravemente lesionado y en su lugar ingresaba Xeka.

Tranquilidad para algunos, intranquilidad para otros

​ El Ghazi puso el descuento para el Lille. Foto: Losc.fr. ​
​ El Ghazi puso el descuento para el Lille. Foto: Losc.fr. ​

Con inferioridad numérica, el Lille la tenía demasiado complicada para siquiera conseguir el empate, sobre todo porque el Mónaco se mostraba muy tranquilo, y muy seguro, dando a entender que ya había superado la cruel caída en la final de la Copa de la Liga, y ya con la ventaja de dos goles y de un hombre demás, los de Jardim ya se veían en las semifinales de la Copa de Francia, y en el segundo tiempo se dedicarían a proteger la ventaja.

Un tremendo remate de Krishna desde lejos que reventaba el larguero de De Sanctis, y una carrera de muchos metros de El Ghazi que terminaba ganando en el mano a mano el meta italiano, bien pudieron significar el descuento para el Lille, pero los de Passi se mostraron bastante imprecisos, intranquilos y con la sensación de que remontar era casi una utopía a esas alturas del juego.

Mike Maignan salvaba a su equipo del 3-0. Primero, tras un remate de cardona, y posteriormente el guardameta que es suplente de Enyeama salvaba con una gran reacción un buen remate de Moutinho. El Lille, con uno menos y encima adelantando las líneas para mantenerse con vida en la Copa, dejaba muchos espacios y huecos en la defensa, por lo que daba la sensación de que el Mónaco estaba más cerca del 3-0, que el Lille del 2-1.

Espiraba el partido, el Mónaco se estaba clasificando para las semifinales de la Copa de Francia, pero el Lille encontraría el gol de la honra, en los descuentos, cuando ya nada importaba, o más bien casi nada. Minuto 90' y El Ghazi demostraba toda su calidad en un tiro libre, y es que con una magistral ejecución vencía a De Sanctis y ponía el 2-1 en el marcador, un 2-1 que sería insuficiente para los norteños, y que no impediría que el Mónaco de Jardim consumara su presencia en las semifinales de la Copa de Francia, en deberá esperar rival.