El poderío que muestra el Mónaco tanto en el campeonato francés como el que ha extendido en lo que llevamos de Champions League, en la que no olvidemos que tuvo que superar dos rondas previas, no sólo ha sorprendido a toda Europa por los resultados cosechados -ninguna derrota en liga en 2017 y a un paso de semifinales de Champions- sino también por un estilo ofensivo, atrevido y vistoso que da lugar a partidos eléctricos y a un hito singular, pues el equipo que dirige Leonardo Jardim acumula 138 goles este curso entre todas las competiciones, más que cualquier otro conjunto del continente.

Pero no es sólo el fabuloso frente ofensivo formado por los mediapuntas Bernardo Silva y Thomas Lemar y los atacantes Radamel Falcao y Kylian Mbappé lo que ha conseguido ensamblar un equipo que se encamina hacia la consecución de la Ligue 1 y que sueña con viajar a Cardiff. Y es que en la zona medular del equipo del Principado figuran dos piezas claves que, en su primera temporada completa haciendo pareja, se han mostrado capaces de realizar una tarea tan complicada como dotar de equilibrio a un sistema que está entregado al ataque.

El Mónaco sacó ventaja en la eliminatoria el pasado miércoles. | FOTO: ASMonaco.com
El Mónaco sacó ventaja en la eliminatoria el pasado miércoles. | FOTO: ASMonaco.com

El doble pivote formado por el francés Tiemoué Bakayoko y el brasileño Fabinho Tavares se ha erigido como la base a partir de la que se construye el equipo más ofensivo de Europa. Un modelo entregado a la búsqueda constante de espacios y vértigo en la que dos bastiones han conseguido, contra todo pronóstico, gobernar el tempo de los partidos y sostener las constantes estampidas de los hombres ofensivos del equipo, que son susceptibles de dejar a la retaguardia excesivamente expuesta.

Con 22 y 23 años de edad respectivamente, Bakayoko y Fabinho forman ya una de las parejas más sólidas y fiables del panorama europeo. Leonardo Jardim merece crédito por el modo a en el que ha acoplado a dos jugadores que han acabado mezclando a la perfección, el francés como el hombre que mantiene la posición por delante de los centrales, y el brasileño, que lleva 11 goles esta temporada, descolgándose cuando el equipo ataca y mordiendo en el repliegue monegasco cuando el rival dispone del cuero.

Tiemoué Bakayoko, baja en la ida, regresará al once de Leonardo Jardim. | FOTO: ASMonaco.com
Tiemoué Bakayoko, baja en la ida, regresará al once de Leonardo Jardim. | FOTO: ASMonaco.com

Sin embargo, el Mónaco ha contado, durante la temporada, con un fuerte déficit que sólo el buen estado físico de la mayoría de las piezas importantes y la suerte han cubierto: una plantilla excesivamente corta. A diferencia de lo que ocurre con la zaga, donde Andrea Raggi y Almamy Touré han dado un buen nivel, y con la delantera en el caso de Valère Germain, no existe un jugador en el banquillo que tenga características similares a las de los dos mediocentros monegascos.

Dadas las circunstancias, no es una buena noticia para el combinado galo que Fabinho, que cumple sanción, no vaya a disputar el encuentro de vuelta ante el Borussia Dortmund. Las casualidades han querido, además, que en los dos anteriores duelos importantes para el cuadro monegasco en este mes de abril fuera baja siempre uno de los dos integrantes de la zona ancha del Mónaco, tanto en la final de la Copa de la Liga ante el PSG como en el encuentro de ida en el Signal-Iduna Park.

El designado para sustituir al centrocampista de São Paulo será, una vez más, Joao Moutinho. El jugador luso, que ha venido jugando durante toda su carrera como interior o mediapunta, presenta una constitución mucho más liviana y un estilo más ideado para el último pase, que le hace, a priori, incompatible con el rol que desempeña en el doble pivote monegasco, especialmente si lo comparamos con las características de los hombres a los que sustituye.

Joao Moutinho acompañará en la medular a Bakayoko, ante la baja de Fabinho. | FOTO: ASMonaco.com
Joao Moutinho acompañará en la medular a Bakayoko, ante la baja de Fabinho. | FOTO: ASMonaco.com

En la derrota por un sonoro 1-4 ante el París Saint-Germain en la final de la Copa de la Liga, Fabinho no estuvo disponible para ser seleccionado, al igual que sucederá este miércoles, y los monegascos sufrieron su ausencia, especialmente a la hora de presionar y de defender con la intensidad habitual. El equipo parisino pudo dominar el juego a su antojo, en un ritmo mucho más bajo del que suele emplear el Mónaco cuando maneja los encuentros. Por contra, debido a la baja del dinámico centrocampista brasileño, el conjunto de Leonardo Jardim se mostró incapaz ese día de llevar a cabo lo que mejor sabe hacer, robar el cuero en el centro del campo fruto de la presión y salir con velocidad buscando el área rival.

Ante el Dortmund el pasado miércoles fue Bakayoko el que estaba suspendido, lo que implicó que Moutinho tuviera que realizar labores de posicionamiento. El luso, que se mantuvo concentradísimo durante todo el choque, salvó la papeleta apoyándose en su experiencia, si bien sufrió víctima de su escasa formación posicional. La presencia de Fabinho, que desempeñó su rol habitual, impidió que el juego del Dortmund fuera fluido y propició la creación de múltiples oportunidades de contragolpe, lo que impulsó al Mónaco a la victoria y redujo al mínimo el impacto de la baja del único stopper de la plantilla.

Tras su recuperación, Marco Reus apunta al once titular de Thomas Tuchel. | FOTO: @BVB
Tras su recuperación, Marco Reus apunta al once titular de Thomas Tuchel. | FOTO: @BVB

Con un balance de seis goles encajados en los dos encuentros sin la pareja al completo, parece claro que el Borussia Dortmund tratará de repetir el asedio al que sometió al Mónaco en la segunda mitad del encuentro de ida, buscando aprovechar las dificultades por las que pasa el cuadro del Principado cuando no puede contar con alguno de sus bastiones en la parcela ancha. Sin Fabinho, como se pudo comprobar ante el PSG, el conjunto galo se muestra mucho más ineficaz para robar y salir, lo que podría facilitar el juego en vertical del Dortmund en campo rival y multiplicar, así, las llegadas peligrosas del equipo alemán.

El objetivo del conjunto de Thomas Tuchel sera, pues, explotar las tremendas cualidades de sus mediapuntas, los impredecibles Ousmane Dembélé, Christian Pulisic y Marco Reus, para desequilibrar en tres cuartos junto al veloz Pierre-Emerick Aubameyang, y poner en dificultades a una medular que, ante la ausencia del mejor centrocampista de la Ligue 1 esta temporada será, a buen seguro, menos rocosa.