En el Principado ya se empieza a vislumbrar el final del camino. La victoria ante el Nancy a domicilio ha dejado al Mónaco, que cuenta con una ventaja de tres puntos y un partido menos sobre el PSG, con medio título de liga en el bolsillo 17 años después de su última gran conquista. Por otro lado, la aventura continental, que arrancó en pleno verano con dos rondas previas ante Fenerbahçe y Villarreal y que se ha prolongado hasta las semifinales, comenzó a perecer el pasado miércoles ante la profunda solidez de la Juventus de Turín.

Los monegascos no quieren, sin embargo, despertarse del sueño en el que parece haberse convertido la temporada de un grupo de jóvenes sin rubor ni miedo que quieren emular a los héroes del 2004. Para aspirar a entrar en la historia del club, la generación de los Bernardo Silva, Bakayoko, Lemar o Mbappé debe buscar un resultado que no han logrado todavía en esta Champions, en el feudo de un rival que no sabe lo que es perder en casa esta temporada.

El Mónaco de Jardim busca la segunda final continental de su historia. | FOTO: @AS_Monaco
El Mónaco de Jardim busca la segunda final continental de su historia. | FOTO: @AS_Monaco

Y es que los números de la Juventus son dignos de un equipo que aspira a convertirse, dos décadas después, en el mejor equipo del continente, alzando una Liga de Campeones que coronaría a un bloque que se encamina ya hacia su 33ª Serie A, la sexta consecutiva. El dominio del cuadro piamontés en el panorama nacional no tiene precedentes, y ofrece crédito a un grupo de jugadores que, al igual que el propio club, tiene en la máxima competición europea la horma de su zapato.

La final de Berlín perdida ante el Barcelona parecía ser el colofón a las carreras de los hombres que forman el esqueleto defensivo del conjunto bianconero. Dos años después, ya sin el mágico centro del campo formado por Arturo Vidal, Andrea Pirlo y Paul Pogba, y sin el goleador Álvaro Morata, el legendario arquero Gianluigi Buffon continúa liderando una retaguardia que está marcando sus mejores números de siempre a nivel continental, con Leonardo Bonucci, Giorgio Chiellini y Andrea Barzagli como exponentes de la imponente sobriedad de la que hace gala el conjunto italiano. Además, al cemento armado con el que ya contaban en el Juventus Stadium se le ha añadido vértigo por los costados, mediante los cariocas Dani Alves y Alex Sandro, una pareja de carrileros que, desde posiciones muy abiertas, aportan incontables soluciones al juego ofensivo del equipo.

Bonucci y Chiellini lideran a la mejor defensa del continente. | FOTO: Juventus.com
Leonardo Bonucci y Giorgio Chiellini lideran a la mejor defensa del continente. | FOTO: Juventus.com

La llegada del exjugador del Sevilla y del Barcelona ha dotado al equipo de un nuevo impulso de competitividad en grandes citas. El lateral derecho brasileño se ha alzado ya con tres Ligas de Campeones, y es, junto a Sami Khedira -con el Real Madrid- y Mario Mandzukic -con el Bayern de Munich-, el único miembro de la plantilla que sabe lo que es proclamarse campeón de Europa. Con mayor libertad que en épocas pasadas, especialmente cuando Allegri forma con línea de tres centrales, Dani Alves ha recuperado su mejor nivel ofensivo, que añade a su imperecedera capacidad para brillar en situaciones de máxima exigencia, algo que ha demostrado sobradamente durante su exitosa trayectoria y de lo que quizá adoleció la Juve en citas como la del Olympiastadion en 2015 o la del Allianz Arena hace apenas un año.

El elevado grado de solidez que muestra la Juventus contrarresta con los anteriores rivales del Mónaco en esta edición de la UEFA Champions League. En la fase de grupos, los de Leonardo Jardim se impusieron a equipos con propuestas creativas y ofensivas que carecen de una experiencia en la retaguardia propia de la élite, como Bayer Leverkusen o Tottenham. Superada la primera fase, aguardaban Manchester City y Borussia Dortmund, conjuntos que asumen numerosos riesgos en defensa que terminaron siendo decisivos ante un frente ofensivo que bate récords estadísticos este curso.

Dani Alves y Gonzalo Higuaín fabricaron los goles en el Louis II. | FOTO: Juventus.com
Dani Alves y Gonzalo Higuaín fabricaron los goles en el Louis II. | FOTO: Juventus.com

El juego que durante todo el año ha venido desempeñando el cuadro de Leonardo Jardim es ideal para enfrentarse a equipos que buscan plantear un duelo de alternativas ofensivas, pero se estrella ante planteamientos rigurosos que prioricen, por encima de todo, el orden defensivo. En el encuentro de ida de la eliminatoria ante la Juventus fue muy poco habitual ver una recuperación en campo rival por parte local, fruto de la presión alta. De hecho, en una de esas acciones en las que el Mónaco busca robar muy arriba y penalizar con espacios, surgió el primer gol del encuentro, tras una salida de balón exquisita de los italianos y una escapada de Alves que nadie pudo controlar. Además, cuando el cuadro monegasco sí conseguía robar en el centro del campo, todavía tenía que medirse a la BBC para poder crear una ocasión, y a un inspirado Buffon para transformarla. Una auténtica misión imposible.

Pese a lo bien que la Juventus lidió con la estrategia monegasca en la ida, no parece que los del Principado vayan a cambiar de plan en tierras italianas, puesto que han estado jugando esas mismas bazas durante toda la temporada. En el seno del cuerpo técnico que encabeza Leonardo Jardim todavía existe confianza en el extraordinario frente de ataque que atesoran, y que encabeza Kylian Mbappé, que ya consiguió crear peligro en la ida. La pareja que forma con Radamel Falcao acumula ya media centena de goles esta temporada, y sigue estando muy bien asistida, con un Bernardo Silva que nunca pierde creatividad y un Thomas Lemar que brilló en la victoria ante el Nancy este fin de semana.

Thomas Lemar ejecuta un saque de esquina en el partido de ida. | FOTO: ASMonaco.com
Thomas Lemar ejecuta un saque de esquina durante el partido de ida. | FOTO: ASMonaco.com

El Mónaco ha sido capaz de anotar tres goles en innumerables ocasiones durante el curso, pero esta vez los de Jardim tendrán delante a una Juventus que lleva 13 partidos sin perder en competición europea, y seis encuentros sin encajar un solo tanto. Tan sólo el Atalanta vio puerta en más de una ocasión en el Juventus Stadium este curso, y aún así se fue de vacío del inexpugnable feudo turinés.