El balón ya ha comenzado a rodar en Francia, dando el pistoletazo de salida a la temporada 2017/2018 en cuánto a las grandes ligas se refiere. El Mónaco, tras un verano en el que ha perdido varios de los componentes del glorioso equipo que se alzó con la máxima competición doméstica en mayo -Tiemoué Bakayoko, Benjamin Mendy y Bernardo Silva han puesto rumbo a la Premier League, y la rampa de salida sigue abierta en el Principado- venció en su feudo por 3-2 en un encuentro de alto nivel físico y táctico, teniendo en cuenta las fechas en las que nos situamos, a uno de los equipos más trabajados de la pasada temporada en la Ligue 1: el Toulouse de Pascal Dupraz.

El técnico portugués del Mónaco, Leonardo Jardim, mantuvo el sistema que llevó a su cuadro a la gloria, el 4-4-2, si bien con visibles cambios de índole táctica. Joao Moutinho asume mucho más protagonismo tras la salida del más rocoso Bakayoko, a la espera de que Youri Tielemans se abra hueco. La ausencia de Bernardo Silva ha sido paliada, en este primer duelo, por el retornado Rony Lopes, de fisionomía parecida al actual jugador del Manchester City. Dispone Jardim de mucha artillería para las alas, tras los fichajes de Jordi Mboula y Adama Diakhaby, junto a la vuelta de uno de los mejores regateadores de Europa la temporada pasada, Allan Saint-Maximin. Se nota la baja de Mendy en la parte trasera, pero al brasileño Jorge, de menos a más hoy, se le intuyen condiciones ofensivas prometedoras.

Leonardo Jardim continúa al frente del proyecto monegasco. | FOTO: ASmonaco.com
Leonardo Jardim continúa al frente del proyecto monegasco. | FOTO: ASmonaco.com

Pascal Dupraz apuesta, para este nuevo curso, por mantener la línea que pueda dar continuidad a la imagen mostrada el curso pasado, esperando mejorar los resultados. Pese a la baja de Issa Diop en defensa, el técnico galo podía contar con un equipo muy reconocible, en el que destacan el joven arquero Alban Lafont, el central Chris Jullien y las tres estrellas del ataque: Correntin Jean, Andy Delort y Jimmy Durmaz. Se esperaba un Toulouse sobrio y defensivo, pero los visitantes quisieron proponer, mostrando interesantes recursos ofensivos.

El rigor del Toulouse, el cambio de rumbo del Mónaco

Fueron los visitantes los que llevaron la voz cantante en el inicio. El fenomenal delantero Andy Delort no quiso permitir que los asistentes al Louis II vieran un encuentro cómodo para los suyos, y fabricó una excelente asistencia para que, completamente solo, Zinedine Machach rematara al fondo de la red. Sin duda, el gran arranque del Toulouse merecía ese premio, y la belleza de la acción estuvo a la altura del duelo.

Delort volvió a liderar el ataque visitante en el Principado. | FOTO: TFC.info
Delort volvió a liderar el ataque visitante en el Principado. | FOTO: TFC.info

No fue la mejor primera hora para el cuadro local, al que le costó mucho alzarse con el timón del partido. Como sucedió en tantas ocasiones la temporada pasada, todo cambió a raíz de un tanto, y esta vez fue el gran golpeo de Joao Moutinho en estrategia el que lo originó, para que Jemerson cabeceara a la red. Las tablas daban paso a un encuentro que poco tenía que ver con los 30 minutos iniciales.

Desde el empate, el Mónaco se adjudicó el balón y dominó a la perfección los tempos del encuentro, algo nada fácil ante un rival tan aguerrido y académico como este Toulouse. Fue aquí cuando se empezaron a vislumbrar varios conceptos tácticos en el esquema de Jardim que difieren con lo mostrado el curso pasado. Con Moutinho ocupando el lugar que dejó libre Bakayoko, el Mónaco ha ralentizado su estilo de juego, pasando del vértigo a la combinación, con Fabinho -libre y llegador el año pasado- retrasándose para sacar el balón jugado. La nueva identidad monegasca se ve coronada con una presión tras pérdida mucho más agresiva, reduciendo al mínimo el repliegue, incluso rehuyéndolo en muchas fases del encuentro.

El nuevo mapa del duelo mostró, por primera vez, la vulnerabilidad del Toulouse, que sufrió considerablemente hasta el descanso, y que fue sostenido por un fenomenal Alban Lafont. El joven guardameta detuvo, con paradas de mucho mérito, las acometidas de unos desatados Thomas Lemar o Kylian Mbappé, demostrando que sigue creciendo a pasos agigantados.

Pese a su buena actuación, Lafont no pudo evitar la derrota. | FOTO: ASMonaco.com
Pese a su buena actuación, Lafont no pudo evitar la derrota. | FOTO: ASMonaco.com

La vieja guardia fabrica la remontada

Pese a que el Mónaco sí arrancó la segunda parte en una posición dominante, el protagonista en la reanudación volvió a ser el mismo: Andy Delort. El galo supo aprovechar a la perfección una jugada aislada y muy vertical, que arrancó en los pies de Durmaz y que desembocó en un disparo raso y certero ante el que Subasic se venció sin opciones.

Leonardo Jardim movió rápidamente el banquillo y encontró a Guido Carrillo como solución para fijar a los centrales. Rony Lopes, bastante desaparecido, fue el sacrificado para que Kylian Mbappé, liberado en banda, arrancara su exhibición. Sacando un espeluznante repertorio de carreras y regates, el joven delantero parisino consiguió poner en jaque a una zaga del Toulouse que se mostró, eso sí, mucho más contemplativa de lo que acostumbra. Una vez más, Thomas Lemar se erigió como el socio perfecto, esta vez a pierna cambiada.

Radamel Falcao celebra el gol del empate. | FOTO: ASMonaco.com
Radamel Falcao celebra el gol del empate. | FOTO: ASMonaco.com

En una situación de agitamiento tan propia de los duelos en el Louis II, un Radamel Falcao mucho menos vigilado aprovechó para transformar en gol una buena subida de Jorge, tan sólo cinco minutos después del tanto de Delort. Con un ritmo mucho más sostenido, la pelota empezó a transitar mucho más por los pies de Moutinho, que lanzaba con peligro a los mediapuntas monegascos, mientras los puntas realizaban un trabajo entre líneas destacadísimo. Fue el portugués, de nuevo, el que fabricó, a la salida de una falta, el tanto a la postre vencedor, con un centro muy templado que Kamil Glik apenas rozó para colar el tercero en la red a 20 minutos de la conclusión.

Poco después llegaría la peor noticia para el conjunto local, con la retirada de Kylian Mbappé del terreno de juego. El de Bondy sufría de molestias en la rodilla tras un lance en el área acaecido varios minutos antes y en el que había requerido de asistencia. El delantero intentó aguantar y lo hizo a buen nivel, pero pidió el cambio a falta de un cuarto de hora. Su sustituto, Allan Saint-Maximin, mostró un nivel más que prometedor en su gran salto a la élite, tras una excelente campaña cedido en el Bastia.

Un mal apoyo en esta acción originó los problemas físicos de Mbappé. | FOTO: ASMonaco.com
Un mal apoyo en esta acción originó los problemas físicos de Mbappé. | FOTO: ASMonaco.com

Satisfactorio inicio, pues, para el conjunto local, más allá de la posible lesión de su estrella, ya no sólo por el buen resultado conseguido, sino por la buena ejecución de conceptos que difieren con lo visto en las versiones anteriores del Mónaco de Jardim. Los locales suman su decimotercera victoria consecutiva en liga, y se quedan a una del récord. El Toulouse, por su parte, aguarda a la próxima jornada para probar su nivel defensivo real, ese que le sostuvo el pasado año, una vez parece que el equipo ha adquirido una sobriedad ofensiva palpable.