Los dos equipos afrontaban este partido, como el más importante de la temporada hasta la fecha. El Real Madrid, porque la Champions es lo único que les queda para salvar una campaña que a día de hoy es para olvidar, y el PSG, porque tanto la directiva como la afición les exigen a los suyos reinar en Europa.

El PSG, antes del encuentro de hoy, partía como favorito tanto para pasar a la siguiente ronda como para alzarse con el título. Así lo corroboraban las apuestas, al igual que muchos entendidos de este deporte. Pero el Real Madrid y esta competición tienen una relación especial, por la cual nunca se puede subestimar al vigente campeón por muy mal que llegue a la cita.

Primeros síntomas de mejoría

El partido arrancó con un Madrid tremendamente enchufado y motivado, en gran parte gracias al apoyo de su afición, que hoy sí, fue el jugador número 12. Los blancos presionaban y recuperaban con bastante facilidad, lo que les permitió llegar en varias ocasiones al área rival.

En solo cinco minutos, los locales botaron tres saques de esquina y tuvieron dos oportunidades peligrosas, la primera en un disparo de Cristiano Ronaldo, y la segunda uno de Toni Kroos. Algo ya hacía indicar que, si el PSG quería sacar algo de provecho del Bernabéu, tendría que hacer las cosas muy bien. Fueron solo diez minutos, pero probablemente ni Emery ni sus pupilos se esperaban esta actitud inicial del Madrid.

Foto: Real Madrid
Foto: Real Madrid

Susto de Marcelo

Este comienzo frenético del Real Madrid se vio interrumpido por una jugada desafortunada entre Dani Alves y Marcelo. Un choque entre los dos jugadores cariocas acabó con el lateral del Madrid tendido en el suelo, debido a un fuerte golpe en el brazo al caer.

Marcelo hacía claros gestos de dolor, que hicieron que incluso su compatriota de selección le dijera al árbitro que detuviera el juego. Finalmente, se quedó en un susto lo que en un principio parecía que podía ser más grave y el jugador brasileño pudo seguir disputando el partido.

De poder a poder

Tras el pequeño parón para que se asistiera a Marcelo, el partido se calmó un poco. Ahora el Real Madrid no tenía prisa e intentaba tener el control de la pelota, mientras que el PSG estaba replegado y las ocasiones que generaba era mediante contras, aprovechando la velocidad de sus atacantes.

Pasaban los minutos y ambos equipos buscaban el gol. En el minuto 27, Cristiano tuvo un mano a mano claro que salvó Areola con la cara, y pocos minutos después fue Neymar quien probó fortuna con una jugada marca de la casa, en la que se fue de varios rivales y la acabó él mismo con un flojo disparo que detuvo sin problemas Keylor.

Después de media hora de partido, parecía que era el Real Madrid quien estaba más cerca de hacer el primero; tenían la posesión, llegaban con más peligro, mientras el PSG, el único peligro que creaba era por medio de Neymar.

Pero el fútbol tiene estas cosas, y una jugada de Mbappé por la derecha, que deja pasar Cavani a sabiendas de que llegaba Neymar en una posición más favorable, acabó en gol de Rabiot después de que el brasileño no fuera capaz de hacerse con el esférico.

Jugadores del PSG celebrando el 0-1 logrado por Rabiot | Foto: PSG
Jugadores del PSG celebrando el 0-1 logrado por Rabiot | Foto: PSG

El partido siguió en la misma tónica, con la única diferencia de que tras el gol, el PSG se soltó un poco más. Los locales sabían que empatar antes del descanso era vital y buscaban el tanto que igualara el marcador.

El gol pudo llegar en un disparo de Benzema que hizo que Areola tuviera que lucirse para salvar el empate, aun así, estaba al caer, tanto que en la siguiente jugada, Lo Celso derribaba a Kroos dentro del área y el colegiado italiano señalaba penalti.

Allá iba Cristiano, consciente de la importancia de este gol en la eliminatoria, y no perdonó. El portugués ponía el 1-1 en el marcador en el minuto 45, resultado con el que los jugadores se irían a vestuarios.

Cristiano Ronaldo lanzando el penalti que supondría el 1-1 | Foto: Real Madrid
Cristiano Ronaldo lanzando el penalti que supondría el 1-1 | Foto: Real Madrid

Máxima igualdad

El segundo periodo empezó de forma muy similar a como acabó el primero, con ocasiones para los dos equipos, un Real Madrid intentando controlar el partido y un PSG haciendo mucho daño a la contra. El conjunto visitante, en una de sus llegadas al área blanca, reclamó penalti por mano de Sergio Ramos, pero el colegiado, que estaba siguiendo de muy cerca la jugada no lo consideró así.

Los parisinos no se conformaban para nada con el empate y querían tener más control en el centro del campo. Fue por esto que Emery dio entrada a Meunier en el minuto 66 sentando a Cavani. La idea era reforzar el mediocampo, adelantando la posición de Alves y funcionó, ya que por primera vez en el partido consiguieron arrebatarle la posesión a los blancos. A Zidane y los suyos, tampoco les bastaba con el empate, motivo por el cual el técnico francés sustituyó a Benzema por Bale.

El PSG empezó a coger confianza, mientras que el Real Madrid físicamente había bajado su nivel. Los parisinos tenían el partido a su disposición, estaban creando bastante peligro, que provenía sobre todo de las botas de Mbappé y de Neymar, y parecía que en cualquier momento podían decantar el partido a su favor.

Cambios decisivos

Rondaba el minuto 78 cuando Zinedine Zidane, viendo que su equipo estaba pasando por el peor momento del partido, decidió dar entrada a Lucas Vázquez y Marco Asensio, sustituyendo a Isco y Casemiro.

Estos cambios implicaron que se pasara de un 4-4-2 con rombo, a un 4-4-2 con dos jugadores muy abiertos en las bandas. Nada más entrar, Lucas ya provocó la primera jugada de peligro, haciendo lo que mejor sabe hacer, recibir en banda y encarar. Le dejó un balón bastante franco a Gareth Bale que tuvo que salvar Kimpembe.

Los merengues y su afición habían vuelto a despertar, y esta vez fue Marco Asensio quien recibió en banda, encaró y la puso al corazón del área, donde Areola tocó el balón, pero Cristiano estuvo atento y con el muslo la empujaría para adelantar a los suyos.

Rugía de nuevo el Bernabéu; habían conseguido darle la vuelta al encuentro, pero la cosa no se quedaría aquí. Asensio estaba siendo una pesadilla para Meunier que veía como el balear buscaba el espacio una y otra vez, y fue en una de estas, cuando volvió a sacar el guante para ponerle un balón a Marcelo y que este lograra el definitivo 3-1.

Marcelo y Marco Asensio celebrando el 3-1 | Foto: Real Madrid
Marcelo y Marco Asensio celebrando el 3-1 | Foto: Real Madrid

El PSG aún no ha dicho la última palabra

El Real Madrid viajará a París con una buena renta, pero en la Champions nunca te puedes confiar y eso lo sabe muy bien el PSG, que tiene aprendida la lección respecto a la temporada pasada. Espera un partido de vuelta tremendo, donde el Madrid buscará meter al menos un gol y así obligar a su rival a meter mínimo tres, mientras que el PSG arriesgue algo más y plantee el partido desde una perspectiva algo más ofensiva. Lo que está asegurado es un espectáculo como el vivido en el Santiago Bernabéu.

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