Si la Fiorentina no es un equipo de Champions League, no le falta mucho. Al menos, sus jugadores -o gran parte de ellos- demuestran que sí lo son partido tras partido. El examen de esta noche era sencillo, muy sencillo, ante un equipo llegado de rebote a la Europa League tras caer eliminado en la fase previa de la máxima competición europea. Y visto lo visto, se plantean dudas sobre si el nivel real del Paços de Ferreira se encuentra en esta competición o si salir fuera de las fronteras portuguesas tan sólo es un regalo. Uno muy bueno.

El equipo toscano venció sin dificultad a la escuadra portuguesa en la tarde-noche del jueves. El resultado final fue de 3-0, aunque a los italianos les llevó trabajo abrir el marcador.

Rossi, Borja Valero y Gonzalo Rodríguez, claves en los tres goles La primera parte fue una sucesión de imprecisiones. El conjunto viola, como era lógico, llevaba la iniciativa y el peso, pero nada más. El Paços aguardaba en su campo como un oso en su cueva, apocado, tímido, sin intención alguna más allá de firmar el acta. O si los astros se alineaban, de empatar. Hasta que una jugada a balón parado rompió la defensa lusa. Fue Gonzalo Rodríguez, asistido desde el banderín de córner por Giuseppe Rossi. Este equipo no sólo tiene buenos rematadores, también excelentes lanzadores. Todo ello se torna clave en la magnífica estrategia diseñada por el cuerpo técnico de Montella. Testarazo perfecto en el primer palo y 1-0.
Los segundos 45 minutos fueron más animados. Borja Valero quiso jugar, y la Fiorentina comenzó a funcionar automáticamente. Pese a situarse hoy en la posición de “trequartista”, gran parte de las jugadas las armaba él desde la línea defensiva. O si no, el propio Gonzalo Rodríguez, experto en desplazamientos en largo. Así se fabricó el 2-0. Pase de larga de distancia del futbolista argentino, exquisito control de Valero y asistencia con la zurda a Ryder Matos que, recién ingresado en el campo, bate a Degra, previo golpeo del esférico con el poste.
Desde entonces (minuto 67) y hasta el final, baile y samba de la Fiorentina. El 3-0 fue el fiel reflejo de lo que un periodista italiano señalaba en Sky Italia: la diferencia técnica entre los portugueses y los italianos era estratosférica. Un coro armonizado por Borja Valero, Mati Fernández y Aquilani desembocó en gol de Rossi, que ajustó el balón al poste derecho tanto como si se tapara un ojo para dirigir mejor el golpeo.
Primer partido europeo, primera victoria viola. Sin complicaciones y con gran juego durante la segunda parte.