Se impuso la lógica en Friuli, y acabó ganando el que más méritos hizo para llevarse la victoria. No obstante, le costó bastante a un Udinese que se tuvo que aferrar por enésima vez a la garra de su eterno capitán, Antonio Di Natale, que puso el único gol en el marcador con una falta desde el perfil izquierdo del área, a falta de poco más de diez minutos. La victoria se comenzó a gestar desde los primeros minutos, cuando Allan tomó peso en el partido y el Udinese ganó unos metros que serían decisivos en el devenir del partido. El Génova se replegó atrás pero salía con peligro en contras durante la primera media hora con lanzadores como Lodi o Konaté, que tuvo una buena ocasión para los suyos en un fuerte disparo desde el interior del área que desvió Kelava. Tanto el guardameta como el resto de la defensa estuvieron a gran nivel durante el partido y las opciones del Génova disminuían en las inmediaciones del área.

La primera parte acabó con un Udinese muy encima del marco de Perin, que acumuló numerosas llegadas, pero ninguna con la claridad suficiente como para adelantarse. La defensa fue la mejor línea de los de Liverani, que al fin del primer tiempo, cosechaban un empate en el luminoso. Tras la reanudación el acoso fue más insistente, y Di Natale, de falta directa, y Allan con un buen golpeo lejano tuvieron opcion de poner el primero en Friuli. El Génova, con el empate, mantenía las esperanzas de más y tuvo una buena oportunidad en un contragolpe rápido que acabó finalizando Bertolacci, estrellando el balón en la pierna de Danilo. 

Los minutos daban más peso al Udinese, que monopolizaba la posesión y seguía acumulando llegadas. En una de estas, abalón parado, Di Natale sacó a relucir el cañón que tiene por pierna derecha en una falta que rozó ligeramente Calaió y acabó batiendo a Perin. Con la justicia reflejada en el marcador, el buen trabajo defensivo de los de Guidolin les permitió almacenar los tres puntos sin mayores problemas. El Udinese, con siete puntos, ya se acerca a puestos europeos, mientras que el Génova, con cuatro, seguirá pendiente del precipicio.