Visitar el Atleti Azzurri d’Italia no es fácil para nadie. En Bérgamo no es raro que caigan los grandes del calcio habitualmente, pero lo que se está convirtiendo en una tradición es que el vecino Inter de Milán sufra y mucho para sacar algo positivo. De hecho, los interistas no consiguen los tres puntos en ese estadio desde el año 2006. En sus cuatro siguientes visitas, incluidas la de esta décima jornada de la actual temporada, tres empates y una derrota ha sufrido el equipo ahora dirigido por Walter Mazzarri. Y de todos esos encuentros, quizás el de este curso ha sido el que más ha merecido la victoria el Inter de Milán, pero cuando mejor estuvo en el partido se topó con una reconstrucción defensiva de Colantuono que mantuvo la igualada con la que se llegó al descanso.

Que Mazzarri tiene claro cuál es su equipo titular es evidente y lo que también ha saltado hoy a la vista es que la carga de partidos de sus jugadores, aunque no jueguen competición europea, se nota. La base de ocho o nueve jugadores que lo han jugado prácticamente todo bajó su nivel físico notablemente en el último tramo del partido, cuando tenía a merced al Atalanta para conseguir los tres puntos. La única novedad en el once habitual (más allá de las puntuales variaciones entre Kovacic y Taïder) fue Walter Samuel, que dio descanso a Ranocchia. El argentino tuvo un duelo intensísimo con su compatriota Germán Denis, que le ganó la posición en la jugada del gol del empate bergamasco. Denis no es un delantero de clase mundial, puede que ni siquiera se le pueda considerar entre los mejores de la Serie A, pero su papel en el Atalanta es enorme. Recibe de espaldas y reparte el juego, se zafa con los centrales y varias veces por partido sale ganando. Además, es puro carácter.

El Atalanta, a partir de su gol, mejoró las prestaciones y dominó el resto de la primera mitad. Conservó la pelota con facilidad y no concedió las ocasiones que sí permitió hasta la media hora de juego. El Inter, con el nuevo invento de Mazzarri de juntar a Kovacic y Álvarez, acumula calidad en el centro del campo y se nota a la hora de crear juego, tener movilidad y así crear espacios. El croata inició la jugada del tanto, con un centro al área que tocó Palacio de cabeza con todo el sentido hacia Álvarez, que controló ante Canini y cuando parecía que no tenía hueco, se sacó un disparo seco y raso que sorprendió a Consigli.

Ricky ha mejorado y mucho con Mazzarri. Ahora participa más y mejor en el juego, tiene relevancia cuando participa y presiona por todo el campo para robar la pelota. Eso sí, un recorte de más cerca del área propia originó el gol de Denis. Ese tanto quizás no habría subido al marcador si Handanovic hubiese estado en perfecto estado físico, pero desde muy pronto se notó un fuerte dolor en el costado por el que no fue sustituido hasta el descanso.

Como decimos, en la segunda parte el Inter fue mejor en términos generales. Si bien el Atalanta no se amilanó y un par de veces creó peligro sobre Carrizo, fueron los nerazzurri milaneses los que crearon las mejores ocasiones, siendo la más peligrosa un disparo al palo de Mauro Icardi, que entró en el campo por Guarín. El colombiano estuvo correcto en el primer tiempo, pero tras la reanudación abusó de la finalización lejana cuando su equipo necesitaba más paciencia con la pelota, probablemente por eso Mazzarri prefirió mantener a Kovacic en el campo, aunque el croata se apagó drásticamente a partir del minuto 70. Fue por entonces cuando Colantuono dio entrada a Baselli y Migliaccio y con ellos ganó estabilidad defensiva y a partir de esos momentos no volvió a sufrir y pudo sacar un punto muy valioso.