Visitaba en buena dinámica el Bolonia al Atalanta. El equipo 'rossoblú' había pasado de estar en puestos de descenso, a conseguir 7 puntos de 9 en sus últimos enfrentamientos, saliendo de estas posiciones peligrosas y recuperando la buena dinámica. Todo lo contrario le pasaba al equipo de Bérgamo, que tras empezar muy bien, había dado un bajón en su nivel futbolístico consiguiendo solo un punto en sus últimos tres choques.

La primera media hora, recordó a un partido entre dos equipo condenados a sufrir toda la temporada. Pocas ocasiones, y la mayoría con disparos lejanos que se marchaban muy desviados. Solo hubo un tiro a puerta cuando se cumplía la media hora, fue de Cristaldo, quien, algo escorado, tiró pero el lanzamiento fue detenido por Consigli.

Este remate no animó el encuentro, más bien al contrario. Pues si antes aún se contemplaba algún disparo lejano, ahora ni siquiera se veían lanzamientos de ese tipo. Ninguno de los dos equipos quisieron tomar riesgos antes del descanso y buscaron un partido con muchas interrupciones hasta llegar al entretiempo con empate a cero en el marcador.

La reanudación también empezó con poca intensidad por parte de ambos, pero el partido se iba animando según pasaban los minutos. Remates de Kone por el Bolonia, y de Marilungo después por el Atalanta, avisaban de que el partido estaba muy vivo y despertaban al espectador de la silla. Pues lo mejor estaba por llegar.

Cerca del minuto 20 de la segunda mitad, Livaja y Cristaldo cogieron las riendas de sus equipo y el partido se convirtió en algo parecido a un combate de boxeo. Daba primero el Atalanta, pero se protegía bien el Bolonia que contraatacaba, sin encontrar el camino del gol.

Pero el primer asalto sería local. Un zurdazo de Brivio desde fuera del área fue suficiente para batir a Curci y meter el 1-0 a solo 15 minutos del final. Lejos de rendirse, el Bolonia sabía que necesitaba el empate pronto si no quería ver perder el partido. Y enseguida vimos el empate, tras un remate al larguero de Crisando de cabeza, Bianchi también con un cabezazo ponía la pelota en la escuadra de Consigli y devolvía las tablas al marcador.

El gol paró el encuentro por unos diez minutos, era el momento de calma para prepararse para un último 'sprint' que sería frenético para los dos. Pues primero perdonó Garics lo que era el gol del triunfo para el Bolonia, en un contraataque que acabó el balón en pies de Diamante quien puso una magnífica asistencia al austriaco quien la tiró fuera por muy poco.

Y aquí se cumplió el refrán que reza aquello de "quien perdona lo paga". Pues el croata Livaja, de nuevo desde fuera del área, se encargó en el 93' de pegar un derechazo por el centro de la portería que acabó en gol. Era la locura en Bérgamo, su equipo se llevaba los tres puntos al final, y el Bolonia veía como perdía un partido sin merecerlo por culpa de su falta de puntería.

Finalmente tres puntos que se lleva el Atalanta quien coge aire y se pone en novena posición con 16 puntos. El Bolonia duerme en decimosexta posición fuera del descenso, pero a solo un punto del mismo.