Fácil y sencillo. Así se puede describir el triunfo de la Juve en el tan esperado Derby d'Italia, que demostró sobre el campo, los 23 puntos de diferencia que había nada más empezar el encuentro entre los dos equipos. El conjunto de Conte es infinitamente superior al de Mazzarri, que sigue sin encontrar una identidad y una filosofia de juego.

La Juve partía con la ventaja de saber que la Roma no había podido disputar su partido por la lluvia y tenía la ocasión perfecta para volverse a colocar 8 puntos por encima de los giallorosi y de paso, dar la estocada definitiva a su archienemigo neroazzurro.

No obstante, durante los primeros minutos de partido, se pudo ver como los de Conte no arriesgaron y esperaron a que los minutos fueran pasando para no llevarse ninguna sorpresa, conocedores del derbi de la pasada temporada en Turín, cuando los bianconeros cayeron con sorpresa en el Juventus Stadium por 1-3, poniendo fin a su racha de imbatibilidad que duraba 46 partidos.

Para evitar sobresaltos y sorpresas negativas, la Juve dejó de hacer la presión alta, para no otorgar huecos al argentino Palacio, un auténtico peligro de la velocidad y los espacios. Conte solo contaba con la baja del sancionado Buffon, además de la no presencia de Osvaldo, todavía sin entrenar con los bianconeros.

Por eso, la alineación de la Juve fue la esperada, la de gala, con el trío central formado por Bonucci, Barzagli y Chiellini haciéndose un muro atrás, por delante de Storari y con Lichtsteiner y Asamoah siendo dos de los grandes protagonistas del partido. En la medular Pirlo volvió a ser el mejor Pirlo, Pogba ofreció su mejor versión y Vidal se mantiene como un jugador determinante que siempre aparece. Arriba, dos batalladores que no pudieron encontrar el camino del gol hoy, Carlos Tevez y Fernando Llorente

En el Inter, Mazzarri no pudo contar con el lesionado Cambiasso, con el recién fichado Hernanes (por el que no llegó el transfer todavía) ni con el colombiano Guarin, tocado animicamente tras su frustrado pase a la Juve, por lo que la alineación neroazzurra tuvo aHandanovic bajo los palos, con Jonathan, Rolando, Campagnaro y Juan Jesús en defensa, con Nagatomo como improvisado capitán, acompañado de un medio del campo muy inferior al de la Juve, con Kuzmanovic, Taider y Kovacic, secundando a Ricky Alvarez y a Palacio.

A los tres minutos llegó el primer aviso de la Juve, con una doble ocasión de Tevez, que Handanovic, se encargó de desbaratar, mostrando agilidad y reflejos felinos. La Juve cada vez que llegaba arriba, mostraba sensación de peligro y el gol no se hizo esperar mucho.

A los quince minutos, la mejor versión de Pirlo, exigió que se hable de la magia de sus botas en lugar de su vida criticada vida personal, con un sensacional pase al corazón del área, que solo los genios como él pueden ver, para servir en bandeja el balón al puñal Lichtsteiner, que un cabezazo en planca superó la estirada de Handanovic para hacer enloquecer al Juventus Stadium.

El suizo se mantiene en forma, aprovechando el dulce momento goleador que vive, para dar la primera estocada al Inter. Hasta el final del primer tiempo, la Juve tuvo un par de llegadas por medio de Tevez, que no concretó, mientras que la única oportunidad del Inter llegó a poco para el descanso, tras un error defensivo bianconero, que Palacio no supo concretar en el mano a mano con Storari, lanzando su disparo por encima del larguero.

El dominioo juventino en los primeros cuarenta y cinco minutos se fraguó en la medular, con Pogba y Vidal omnipresentes y con un Pirlo, más faro que nunca, llevando y manejando el juego de su equipo con insultante superioridad.

Tras la reanudación, la Juve se encargó de cerrar rápido el partido con el segundo gol obra de Chiellini a los dos minutos. El defensa italiano, se encargó de resolver una acción en el área pequeña interista, tras un control fallido de Pogba, que permitió habilitar al número tres de la Juve, para batir nuevamente a Handanovic.

Con el 2-0 y el Inter cuesta abajo, Mazzarri decidió aportar frescura al ataque con la entrada de Milito en lugar de Kuzmanovic, pero en el mismo minuto, el 55, aparecía Llorente para proteger el balón dentro del área pequeña, asistir a Pogba que tras rematar se encontró con Handanovic, pero con la fortuna de que aparecía por ahí Vidal para enviar el balón a la red y matar el partido.

Llegó el momento de los cambios, D'Ambrossio debutaba con el Inter en el puesto de Jonathan y Kovacic se retiraba para dejar su lugar a Botta. En la Juve Barzagli dejaba su puesto lesionado a Cáceres e Isla entraba por un fundido Lichtsteiner.

Con el 3-0 controlado la Juve se relajó y el Inter empezó a meterse en el partido. Rolando a los 71 minutos daba algo de esperanza a los visitantes, tras rematar dentro del área a la salida de un corner y batir por bajo a Storari.

Casi con el tiempo cumplido, Palacio tuvo una gran ocasión con un remate de cabeza a las nubes, tras plantarse solo en el segundo palo, pero el destino estaba ya escrito. La entrada de Vucinic en los instantes finales, hizo que la afición del Juventus Stadium, se dividiera a partes iguales entre pitos y aplausos tras su frustrado fichaje por el Inter. Son 26 puntos ya de diferencia entre Juventus e Inter en el campeonato, pero la verdad es que la desigualdad entre ambos conjuntos todavía es mucho más mayor que los puntos.