Segunda edición de 'Di Padre in Figlio' en el Olímpico de Roma en el que la hinchada laziale respondió a la llamada de los organizadores abarrotando el Olímpico, excepto la Curva Sud, y tiñéndolo de blanco y celeste. De nuevo se volvió a homenajear a tres de los equipos históricos de la entidad: la Lazio campeona de Italia de 1974, aquel equipo que, tras ascender de la Serie B un año antes logró alzarse con el Scudetto dentro de un vestuario muy dividido; la campeona del segundo Scudetto (el del año 2000), con representantes como Stankovic, Fernando Couto o el mismo Simone Inzaghi, actual entrenador del primer equipo; y a la llamada "Lazio del -9", aquella que logró mantenerse en la Serie B a pesar de una sanción de nueve puntos, en uno de los momentos de más dificultad para la sociedad en toda su historia.

El evento comenzó con un homenaje a las demás secciones de la Lazio, de todos los deportes: ciclismo, rugby, baloncesto, béisbol, golf... en un Olímpico todavía a media entrada. Tras este primer homenaje, y además del tradicional vuelo del águila Olympia por el estadio, se pudo ver a tres paracaidistas aterrizar sobre el terreno de juego. A partir de ahí, los reconocimientos no se hicieron esperar. Primero, los héroes del 74 en aquella "Lazio de las pistolas", entraron al campo encabezados por el capitán Pino Wilson y con el homenaje a todos los jugadores ya fallecidos, y al mítico Tommaso Maestrelli, entrenador de aquel equipo enfrentado por motivos políticos y al que supo unir por el objetivo común del Scudetto, o al delantero Giorgio Chinaglia.

Posteriormente hicieron su entrada en el campo representantes de la "Lazio dei meno nove", con el éstasis posterior por la llegada de jugadores de la mejor Lazio de la historia, aquella de finales de los 90 y principios de siglo que se hizo con títulos en Italia y en Europa. También se vivió con especial emoción la vuelta de Cristian Ledesma al Olímpico después de que el capitán dejara la Lazio hace un año.

Cánticos y pancartas contra Lotito

De todas formas, el evento se caracterizó por los numerosos cánticos, pancartas y ambiente contra la actual directiva, representada por un Claudio Lotito que no asistió al palco del Olímpico. A la salida del presidente de aquella Lazio del 2000, Sergio Cragnotti, la ovación en el estadio fue ensordecedora, con cánticos como el ya popular "C'è solo un presidente". Más aún lo fue cuando el expropietario del club contó una anécdota con Sir Alex Ferguson, entrenador del United al que el equipo capitolino venció en la Supercopa de Europa: "Todavía guardo en casa las declaraciones de Ferguson; lo único que lamento en mi carrera es no haber vencido al equipo que fue el primero en el ranking de la FIFA".