En verano de 2013, un chico argentino llamado Leandro Paredes, que maravillaba junto a su ídolo, aterrizaba en Roma para probar suerte en el fútbol europeo tras jugar con el equipo de su corazón, Boca Juniors.

Paredes tan solo hizo escala en Roma para jugar con el Chievo Verona, equipo que acogió al argentino como cedido. La Roma pensaba que allí se adaptaría al fútbol y al ritmo de la Serie A, pero Paredes tan solo disputó un partido con la escuadra veronense.

Tras la conclusión de su cesión, regresó a Roma. Y esta decidió que Leandro Paredes no saldría cedido, se quedaría en la capital. Aquí, jugó un total de 10 partidos, donde apenas pudo demostrar su valía. Aún así, la Roma ejerció su opción de compra de 4,5 millones. En la capital sabían del talento que atesoraba el joven jugador argentino, pero estaban confusos debido a su pasotismo en defensa, ante esto decidieron mandarlo como cedido a Empoli, una fábrica del buen fútbol.

Paredes presentado como jugado del Empoli, fuente: EmpoliFC.

Marco Giampaolo, el técnico del Empoli encontró el lugar idóneo para Paredes, y ese fue el lugar de pivote. Algo muy chocante, ya que Paredes siempre ha actuado de media punta o interior, pero Marco se atrevió a hacer "una locura". El técnico italiano, le dio el mando del equipo a Paredes, él sería el encargado de mandar y dirigir el fútbol del equipo, y lo cumplió de maravilla. Su rendimiento ha sido espléndido, tras aparentemente ser un jugador pasota en defensa, como le dijeron en Roma.

Sus actuaciones en Empoli fueron brillantes, parecía que ese chico con la número 10, tenía en las venas el número 5. Un jugador que no perdía el equilibrio del equipo, un jugador encargado de realizar la cobertura en defensa tras la subida de un lateral, era el hombre encargado de rodar al equipo. Se metía entre los centrales para realizar la salida balón desde atrás, siempre lo encontraban como ayuda y nunca perdía su zona. Fue un descubrimiento, en toda regla y tras la cesión en Empoli era hora de volver a Roma.

Tras ser uno de los mejores hombres de la Serie A, la Roma no tenía tan claro que hacer con Leandro Paredes, algo que parece absurdo tras la grandísima campaña realizada el curso anterior. Paredes tenía a Liverpool, Milán y Leicester detrás de sus servicios, pero Spalletti quería que el jugador realizara la gira con el equipo. Tras ella quedó maravillado con el jugador, a tal punto que ahora parece ser un fijo en sus esquemas.

Ha llegado a tal punto el enamoramiento de Spalletti hacia Paredes, que el técnico italiano comentó en rueda de prensa, que el joven no se toca, que era intransferible y mejor que Pjanic. Spalletti ha encontrado en Paredes al mejor sustituto del mejor De Rossi, pero con otro estilo. Leandro es un jugador que reúne muchas cualidades, entre otras es un pasador nato, sea a corta distancia o un pase a más de 50 metros, da igual le llegará idóneo a su compañero. Es un jugador que descongestiona las aglomeraciones con un solo pase de primeras, su visión se asemeja a la Cesc Fábregas ya que con un pase supera la línea rival, roba balones y juega al estilo de Busquets, y su caso ha sido similar al de Pirlo, un jugador trecuartista recombertido a número 5.

Leandro Paredes con la loba, fuente: calciomercato.

Paredes está llamado a liderar a la Roma, con la ayuda de sus dos guardianes, Strootman y Naingolann. Es el año del joven argentino de 22 años, ha sido criticado, ha callado ciertas bocas y ahora busca que todos lo elogien, para ello deberá llevar a la Roma a la cima de la montaña.