El encuentro comenzó con dominio de balón del Nápoles, que estaba jugando instalado en campo contrario y moviendo el esférico de un lado a otro, intentando crear espacios en la defensa de un Palermo que se mantenía replegado en 25 metros, y que no hacía ni amago de querer recuperar la pelota para salir a la contra o para buscar a sus atacantes en largo. Pasaron los minutos y el equipo de Sarri siguió tocando muy cómodo en la frontal del área rival, abriendo el juego hacia las bandas constantemente para buscar el centro al punto de penalti, o al área pequeña. Además, el conjunto partenopeo también demostraba su inmensa superioridad sobre su contrincante cuando perdía el esférico y mostraba la facilidad que tenía para recuperarlo en cualquier zona del campo. Pese a todo, el conjunto rosanero trató de salir en velocidad cuando recuperaba el balón, para profundizar por la banda derecha con un Crispoli participativo.

Ligero dominio visitante en un primer tiempo igualado

El ritmo de intensidad estaba siendo bastante alto en el partido, aunque después de los primeros minutos de juego, el conjunto napolitano tuvo una fase de mucha imprecisión en los últimos metros, un tramo en el que siguió dominando la pelota, aunque estaba teniendo una mayor dificultad para encontrar a sus delanteros ante la falta de precisión en la entrega. Esa fue la circunstancia que aprovechó el equipo local para salir al contraataque y buscar a sus atacantes con balones largos, pues estaba recuperando balones a base de anticiparse al rival. A raíz de ello, el Nápoles entró en una fase de bloqueo y de atasco, en la que tuvo más problemas para mantener la posesión y para crear juego ofensivo. Aunque a pesar de todo, se seguía mostrando muy sólido y rocoso en defensa, y no estaba permitiendo el menor avance por los costados. 

En los últimos minutos de juego en el primer tiempo, el equipo dirigido por Maurizio Sarri se volvió a instalar en campo contrario, y trató de llegar por dentro moviendo la pelota por todo el frente del ataque con una buena velocidad en la circulación, aunque no conseguía profundizar porque estaba abusando del juego en horizontal, y estaba centrando menos balones al área a un Arkadiusz Milik que cada vez tenía menos trascendencia en el juego, pues no aportaba una velocidad diferente al juego cuando bajaba a recibir. Por su parte, el conjunto local se mantenía replegado en su terreno de juego, y trataba de mantener las lineas de presión bastante unidas durante las fases de ataque posicional del rival, y estaba realizando bien su trabajo, pues el combinado celeste tenía cada vez menos claridad con el balón, y seguía teniendo dificultades para crear ocasiones de gol.

Máximo control de los partenopeos y sentencia a los 20 minutos

El 0-1 llegó por medio de Marek Hamsik, que remató con la pierna izquierda de volea en el punto de penalti un centro de Ghoulam desde la línea de fondo en banda izquierda. Después del gol, el conjunto napolitano siguió dominando la pelota, y a base de moverla en campo contrario fue durmiendo a su rival y pudo marcar el 0-2 que llegó de la mano de José María Callejón. Después del segundo tanto, el conjunto de Sarri siguió controlando el encuentro trazando posesiones largas, en busca de algún espacio con el que poder sentenciar el encuentro definitivamente. Mientras tanto, el equipo local optó por mantenerse replegado en su campo, y por salir de él tocando cuando recuperaba la redonda, y le funcionó, pues abriendo el juego hacia las bandas el Palermo consiguió llegar con peligro.

El 0-3 llegó por medio de José María Callejón, que batió al guardameta local con un disparo potente desde la frontal tras recibir el balón de Zielinski. Este gol fue la guinda a un tramo de juego en el que el equipo de Sarri volvió a tener el balón, y en el que volvió a llegar al arco del contrincante con bastante peligro, a pesar de que salía al contraataque con menos futbolistas. Mientras tanto, el conjunto local perdió velocidad con el cuero, y empezó a atravesar una serie de dificultades para recuperarlo tras una pérdida. Tras el gol, el Nápoles fue el único equipo en el partido, pues fue el que tuvo la posesión del balón, y el que llevó mayor peligro en sus acciones, desplegándose en velocidad para continuar las acciones que se iniciaban desde la banda izquierda. Después de unos minutos, el cuadro partenopeo siguió circulando la redonda en los minutos de la basura, pues el duelo estaba sentenciado, el rival reducidl, y el equipo de Sarri se iba descolgando menos en ataque conforme iba pasando el tiempo.

En los últimos minutos del encuentro, los dos equipos se dedicaron a tocar y a trazar posesiones largas a la espera de que llegara el final del encuentro. Los visitantes se dedicaban a alejar la pelota de su portería lo máximo posible, mientras que el conjunto siciliano se dedicaba a dormir el enfrentamiento con posesiones en campo propio, y a aprovechar los espacios, y las secuelas de los malos repliegues para salir al contraataque volcándose con muchos efectivos. El tiempo pasó, y el Nápoles enterró el partido con una posesión larga en el centro del campo que se extendió por todo el campo, incluyendo las esquinas.