Todo llega en esta vida. Hace dos veranos, el Nápoles de Rafa Benítez se quedaba a las puertas de la Champions tras caer en una previa ante el Athletic Club. En la exigente eliminatoria que deja cada año como ‘fracasados’ a varios conjuntos (en los últimos años, Villarreal o Mónaco son dos claros ejemplos), y tras un empate a uno en San Paolo, un estelar Aritz Aduriz volteaba la eliminatoria y condenaba al conjunto italiano a pasar dos años en la Europa League. Dnipro, en cuartos de final, y Villarreal, en dieciseisavos, fueron sus verdugos. A los españoles, por ahora, no ha podido devolverles la jugada, aunque ahora podrá desquitarse ante otro conjunto ucraniano: el Dinamo de Kiev.

El Nápoles visita Kiev con la sensación de ser un equipo más hecho que en los años anteriores. Ha tenido que trabajar, que sufrir, que competir, que buscar la mejor versión de sí mismo. Es el desgaste, y a la vez la mejora experimentada tras estar un año a la sombra de la Juventus. O mejor dicho, a rebufo. Ahora, en la Champions, turineses y napolitanos abanderan la representación italiana con el objetivo de ser competitivos y llegar lo más lejos posible.

El sorteo ha sido favorable con el Nápoles, viendo lo que había en otros bombos, ya que deberá medirse a Benfica, Besiktas y Dinamo de Kiev. La obligación debería ser, por lo tanto, pelear por la primera plaza. Sin Higuaín, pero con un armamento ofensivo muy destacable (Hamsik, Callejón, Mertens, Milik…), los de Sarri deben traerse los tres puntos de Ucrania.

Enfrente estará el Dinamo de Kiev, clasificado de oficio para la Champions por haberle ganado la Liga Premier ucraniana al Shajtar por segundo año consecutivo. El año pasado, el campeón ucraniano quedó encuadrado en el Grupo G junto a Chelsea, Porto y Maccani Tel Aviv. Los de Serhiy Rebrov lograron quedar segundos de grupo tras competir magníficamente ante ingleses y portugueses. En octavos se cruzó el Manchester City, que resolvió la eliminatoria en la ida (1-3 en Kiev y 0-0 en Mánchester.

Actualmente ambos, Dinamo y Nápoles, ocupan la segunda plaza de sus respectivos campeonatos. El Nápoles no pierde un partido desde el 25 de abril. Desde entonces, son 10 los encuentros (9 victorias y un empate), que acumula imbatido. El Dinamo, acumula dos jornadas sin ganar, ya que viene de perder en casa ante el Vorskla y de empatar en el ‘derbi’ ante el Shajtar.

Será la primera vez que se midan estos dos equipos. Se prevé un partido apasionante, ya que ambos cuentan con jugadores de calidad, y el partido podría ser un intercambio de golpes de área a área, en el que a priori tendría ventaja el Nápoles. Se espera que Sarri confíe en el mismo ataque que ganó al Palermo, mientras que en el Dinamo el hombre más peligroso es Yarmolenko. En el Nápoles, además, podrían entrar en el medio Rog o Giaccherini, dos de los refuerzos, para no cargar de minutos a los mismos hombres. En el Dinamo se encuentra un viejo conocido de la afición española, Vitorino Antunes, el ex lateral izquierdo del Málaga, que demostró en su breve paso por España ser capaz de ser un puñal por la banda izquierda. El Nápoles deberá dar un paso adelante para comenzar el grupo con buen pie, por lo que nos espera un partido apasionante.

Convocatoria del Dinamo de Kiev: Shovkovskiy, Rybka, Koval, Rudko, Silva, Antunes, Morozyuk, Ochigava, Vida, Makarenko, Selin, Khacheridi, Sydorchuk, Rybalka, Korzun, Garmash, Gusev, González, Buyalskiy, Fedorchuk, Gromov, Myakushko, Gladkiy, Yarmolenko, Moraes.

Convocatoria del Nápoles: Reina, Rafael, Sepe, Albiol, Maksimovic, Ghoulam, Hysaj, Koulibaly, Maggio, Allan, Diawara, Rog, Jorginho, Zielinski, Hamsik, Callejon, Lorenzo Insigne, Mertens, Gabbiadini, Milik.