Llegó la 5ª jornada de Serie A. Con tres y dos días de descanso, Milán y Lazio, respectivamente, se citaban en un San Siro desangelado, un partido más, abriendo esta nueva jornada de Serie A . Nada que ver con el ambiente que se vio hace apenas dos fechas con el Derby d’Italia. Las dos squadras llegaban con victorias en la jornada anterior. Los primeros, el viernes en Génova en su visita a la Sampdoria, con gol de Bacca, para variar. Los segundos, lograban una goleada por 3-0 ante el recién ascendido Pescara.

Unas jornadas venideras que servirán para marcar el futuro de los equipos. Ya no hay excusas. Tanto Milán como Lazio buscan resarcirse de esta última temporada. Los rossoneri, en busca de ese Milán que dominó Europa durante una época,  se situaban en la mitad de la tabla con seis unidades. El cuadro laziale, por su parte, contaban con un punto más.

Dominicio inicial laziale

Las primeras ocasiones, llegaban del bando biancocelesti. Primero lo intentaba Djordjevic. Le dejaba el cuero Immobile y el serbio la rompía con la zurda, pero terminaba en manos del joven meta Donnarumma. Una Lazio que construía sus cimientos desde bien abajo. La defensa de tres se la daba a Parolo para que éste conectara el mediocampo con el ataque laziale. Junto a él, un activo y eléctrico Milinkovic-Savic, como suele tener acostumbrado. Arriba, Immobile se movía de lado a lado, abriendo espacios para que Dordevic los aprovechara.

Immobile, activo durante la primera parte, desaparecido en la segunda. / Foto: sslazio.it
Immobile, activo durante la primera parte, desaparecido en la segunda. / Foto: sslazio.it

Sus rivales, sufrían a la hora de orquestar el ataque. Con Montolivo como regista, y Kucka con Bonaventura de interiores, no eran capaces de penetrar la línea de cinco centrocampistas que metía atrás Simone Inzaghi, quedando completamente ‘ciegos’ cuando llegaban a la zona de tres cuartos. Arriba, unos aislados Niang, Suso, y todavía más, Bacca, se tenían que buscar la vida en estos primeros compases de partido.

Donnarumma volvía a evitar el gol biancocelesti, cuando en un córner a los diez minutos, Milinkovic-Savic se adelantaba en el primer palo y con un giro de cuello a punto está de inaugurar el marcador hasta en dos ocasiones de manera consecutiva, siendo la segunda despejada por la zaga rossonera.

El Milán despierta de la mano de Niang

La primera réplica del Milán llegó por parte de Niang -quien llevó la gran parte del poco peligro que creaban los milanistas- tras un fallo de Bastos a la hora de tirar el fuera de juego. Sin embargo, el disparo con la zurda del rossoneri, tras romper con el cuerpo a Radu, lo detenía Strakosha sin problemas. Poco a poco el Milán comenzaba a comparecer sobre San Siro, consiguiendo dominar la posesión del partido tras el monopolio inicial laziale.

En esta primera mitad también hubo tiempo para los sustos. Los dos, para la el lado de la Lazio. Primero Bastos, se echaba la mano al muslo. Y después sería Milinkovic-Savic, dolido de la mano. Pero ambos lograrían recuperarse tras sus sendos problemas físicos. El segundo, con un vendaje sobre su mano.

A la media hora de partido, volvía a llegar otra ocasión por parte del bando biancocelesti. Immobile dejaba de nuevo otro ‘caramelo’ en el balcón del área, para que en esta ocasión, Parolo empalara ese balón, el cual se marchaba a la grada de San Siro. Poco después, el Milán reaccionaba. Bonaventura, tropezándose  en varias ocasiones, manejaba un balón hasta dentro del área laziale, donde finalmente se sacaba un disparo que rozaría el palo de la meta del macedonio Strakosha.

Y otra vez, Carlos Bacca

Pero como ocurre con sus vecinos, el Inter con Icardi, en el Milán también tienen a su particular héroe: Carlos Bacca. Paradójicamente, Parolo era quien perdía el cuero ante Kucka, y, tras un pase filtrado entre la defensa laziale del eslovaco, rompiendo el muro -por primera vez en el partido- con un gran envío, para que Bacca en el mano a mano bata a Strakosha. Primera ocasión del cafetero, gol. Así, el exsevillista añadía otra diana más, la cuarta esta temporada. Un gol que cambiaría totalmente el rumbo del partido. La Lazio se hundía, a la par que el Milán se comía a los biancocelesti en el último tramo de la primera mitad. En la siguiente jugada, Bonaventura a punto está de hacer el segundo.

Bacca celebra el gol a la Lazio, el cuarto esta temporada. / Foto: acmilan.com
Bacca celebra el gol a la Lazio, el cuarto esta temporada. / Foto: acmilan.com

La penúltima ocasión de la primera parte la volvería a tener el cinco milanista. Bonaventura soltaba un zapatazo con su pierna izquierda y Strakosha, tras escapársele el cuero, logró detenerlo sobre la misma línea de gol. Ya en el tiempo añadido, una gran jugada de Niang, que se zafó de Basta con un caño, cerca estuvo de terminar en el segundo gol rossoneri. Bastos saca con el tacón un posible remate de Bacca, golpeando el balón en la cara del meta laziale. En una segunda intentona, Bonaventura vuelve a aparecer en segunda línea, sacando su tiro bajo palos la zaga biancocelesti.

Segunda parte, nueva Lazio

En la segunda mitad, Simone Inzaghi cambiaba de dibujo. Entraban sus dos principales bazas ofensivas: Felipe Anderson y Keita. Sustituían a Djordjevic y Bastos, pasando a defensa de cuatro, doble pivote, tres mediapuntas, y un delantero; aunque a veces, Keita se colocaba junto a Immobile, formando el 4-4-2. Cambiaba así de plan el técnico laziale. Tras la búsqueda de controlar el partido con posesiones largas y cocinar el ataque a fuego lento; buscaba en este segundo tiempo la verticalidad, el dinamismo y la velocidad de sus pupilos con la entrada de Keita y Anderson.

Poco a poco, la Lazio iba engrasando la maquinaria en este segundo tiempo. La primera ocasión de los segundos 45 minutos, fue por parte de Immobile. Su disparo se marchaba ligeramente desviado de la portería de Donnarumma. Pero inmediatamente, de nuevo llegaba el Milán con peligro. Calabria, quien ha firmado un gran partido, filtraba a la espalda de la defensa un balón a Bacca, para que éste le pusiera el cuero al segundo palo a Niang, quien completamente solo, no es capaz de rematar. Y sin tiempo para respirar, Paletta aparecía a modo de héroe en su propia área para cortar un disparo de Keita Baldé.

Volvían a avisar los visitantes. Tras un saque de esquina, Lulic golpeaba un balón muerto desde el borde del área, saliendo bastante lejos de la meta rossonera. Cuando se producía el primer cambio en las filas milanesas, entraba Locatelli por Suso, enmudecía por unos segundos San Siro. Bacca caía al suelo tras un choque con De Vrij. Tras varios minutos probándose, pudo continuar jugando, volviendo así la respiración a los tifosi del Milan.

Tras varios minutos de sequía en ataque del cuadro rossonero, otra vez Niang volvía a escena. El francés controlaba un balón desde la zona de tres cuartos, con varias zancadas dejó atrás a dos rivales y sacarse un cañonazo con la zurda. Strakosha detuvo en dos tiempos. Pero como mandaba la tónica del partido, ocasión de un equipo, contra del otro. Felipe Anderson finalizaba el contraataque biancocelesti con un duro disparo con la zurda que atajaba Donnarumma.

Gol como premio para el 'MVP' Niang

Pero en la siguiente jugada, segundo ‘palo’ para la Lazio. Niang centraba un balón al corazón del área laziale, y Radu iba al suelo, cortando el envío con el brazo. Davide Massa pitaba penalti. Inmediatamente, Niang cogía el balón, decidido. Niang disparaba con una gran sangre fría  y ponía tierra de por medio con el 2-0. Gol totalmente merecido para el francés, que fue sin duda el MVP del partido.

Momento en el que Niang marca el penalti. / Foto: acmilan.com
Momento en el que Niang marca el penalti. / Foto: acmilan.com

Mientras Inzaghi agotaba sus balas -entraba Luis Alberto, que debutaba con la camiseta laziale, por Cataldi-, el Milán estuvo cerca de cerrar el partido con el tercer tanto. Kucka ejecutaba una falta con un potente disparo, que tras hacer un extraño, Strakosha rectifica su posición y logra detener el chut del eslovaco.

La Lazio seguió intentándolo ya a la desesperada a través de los ‘chispazos’ de Felipe Anderson, muy desacertado en los 45 minutos que jugó; y, Keita Baldé, que fue el principal peligro biancocelesti de la segunda parte, llegando a tener una última ocasión cuando ya se cumplía el tiempo reglamentario, pero volvía a echar el cerrojo ‘Gigi’ Donnarumma. Montella retiraba del campo al ídolo rossoneri, Carlos Bacca, que se marchaba del verde de San Siro con otro gol y una gran ovación. 

Se llegaba así al final del partido. Tercera victoria de la temporada para el Milán, la segunda consecutiva. Se coloca con nueve puntos y en tercera posición de manera provisional. Su próxima parada, Florencia. La Lazio, por su parte, se queda con los siete puntos que ya sumaba, bajando a la séptima plaza, también de manera provisional. En su caso, recibirá la próxima jornada en el Olímpico al Empoli.