La alegría de dos hombres es la esperanza de todo un país. Italia sueña gracias al nivel que están demostrando últimamente dos de los jugadores más inesperados de esta generación de la ‘Azzurra’: Andrea Belotti y, sobre todo, Ciro Immobile. Es cierto que enfrente estaba Liechtenstein, una de las selecciones más débiles de Europa, pero las sensaciones positivas están ahí.

Ventura aprovechó para hacer probaturas, en base al flojo nivel del combinado liechtensteiniano. Con Buffon fijo en la portería, el seleccionador de la ‘Azzurra’ dispuso sobre el tapete del Rheinpark Stadion un 1-4-4-2, que en cuanto empezó el encuentro se transformó a un 1-4-2-4 debido al cerrojazo del rival. Ventura renunciaba así a la defensa de tres, ya que Zappacosta, Bonucci, Romagnoli y De Sciglio conformaron la línea de atrás. En el medio, De Rossi y Verratti se encontraban a los mandos para surtir de balones a Candreva y Bonaventura por fuera, y Belotti e Immobile por delante.

En Liechtenstein, el seleccionador Rene Pauritsch apostó por un 1-4-5-1. Con respecto al último partido disputado por los centroeuropeos, tres hombres perdieron su sitio en favor de otros tres compañeros, afectados por el paso del 1-3-4-1-2 al citado 1-4-5-1. Polverino, Oehri y Salanovic, este en la punta del ataque, entraron por Goppel, Hasler y Gubser.

Se notó la necesidad de ir a golear

Era el partido clave para Italia. Suena extraño, viendo la entidad del rival, pero el empate a puntos con España convierte cada fecha en clave para recuperar el ‘goal average’ en cada jornada. Antes del partido, y debido a la goleada de España en la primera jornada ante, precisamente, Liechtenstein (8-0), la diferencia era de siete goles para los españoles. España se medía a Macedonia, por lo que Italia debía tratar de marcar todos los goles posibles a Liechtenstein.

Once minutos duró el marcador a cero. Ese fue el tiempo que tardó Andrea Belotti en cazar, desde el suelo y en el área pequeña, un cabezazo de Alessio Romagnoli que el defensa había conectado tras un córner. Con los locales noqueados, solo un minuto después el propio Belotti le regaló el 0-2 a su inseparable Ciro Immobile tras bajar de cabeza un balón colgado al área. Un comienzo inmejorable, ya que desde España llegaba la noticia de que los hombres de Lopetegui no pasaban del 0-0 ante Maceedonia.

Solo un equipo en el campo

Con el 0-2, Italia dominaba a su antojo pero sin crear más ocasiones claras. Una entrada por la banda izquierda de Mattia De Sciglio, sin encontrar oposición de los locales, acabó con Antonio Candreva entrando por el otro lado y poniendo el tercero en el marcador desde el punto de penalti. La cuenta goleadora de los hombres de Giampiero Ventura no parecía tener límite.

A dos minutos del descanso, un Belotti enrabietado porque le acababan de anular un gol, controló a la perfección un balón entre líneas de Bonaventura para poner el cuarto en el electrónico. Quedaba por saber cómo iban afrontar la segunda mitad, ya que con el marcador abultado y el carrusel de cambios, mantener la intensidad en busca de más goles se antojaba complicado.

Noche agridulce por la goleada de España

Con el partido resuelto, Italia solo podía hacer dos cosas: seguir marcando goles y esperar a que España se quedase en el mínimo posible. Sin embargo, la cosa se torció para los intereses ‘Azzurri’. La intensidad bajó en el estadio de Liechtenstein, y ni siquiera los cambios introducidos por Ventura lograron ampliar la cuenta. Insigne, Eder y Zaza entraron para tratar de ampliar la ventaja, pues Ventura sabía que estos despistes se pagan en momentos en los que no hay vuelta atrás.

Belotti fue el único que pudo batir en alguna ocasión más a Jehle, buscando ansiadamente su ‘hat-trick’. Simone Zaza también pudo encontrar su premio, pero no era la noche de los italianos. Como si de un pulso se tratase, Vitolo, Nacho Monreal y Aritz Aduriz marcaron para España. Es decir, todo el trabajo realizado por los italianos no había servido de nada, solo para seguir vivos en el próximo asalto. Habrá que ver si a finales del año que viene nadie se acuerda en Italia de aquel partido en el que la ‘Azzurra’ solo marcó cuatro goles.