Ya había avisado Massimilliano Allegri en la previa del partido de la dificultad del mismo, diciendo que "En Marassi el partido nunca termina". Pero si ya es difícil ver perder a la Juventus en Italia, en la Serie A, mucho menos es verla haciéndolo de manera tan contundente. Tres goles a uno fue el marcador final favorable al equipo local, el Genoa CFC y fue gracias a que Miralem Pjanic maquilló el resultado en los minutos finales con una falta directa de las suyas. "No ha sido una jornada feliz para nosotros, pero no hay ningún tipo de justificación para la primera media hora que hemos jugado", comentaba el entrenador nacido en Livorno. Además, añadía que "es inadmisible encajar tres goles en el área pequeña, dice mucho de como hemos entrado al terreno de juego, de nuestra actitud".

Derrota que ayudará en el futuro más inmediato del equipo 

Continuando con su duro discurso en dirección a su equipo el técnico hablaba sobre el posible penalti cometido sobre el delantero croata Mario Mandzukic en el primer tiempo con 2-0 en el marcador: "Le he dicho al árbitro que era justo que no lo pitase porque hubiéramos reabierto un partido que hemos merecido perder desde todos los puntos de vista", explicaba Allegri, mostrándose más sincero de lo que viene siendo habitual en el mundo del fútbol. El entrenador de la Juventus finalizaba afirmando que la derrota venía provocada casi antes de saltar al terreno de juego. "El equipo ha cometido el error de relajarse tras la importante victoria en Champions League (ante el Sevilla, por un gol a tres, el pasado martes). Ahora, con esta derrota, espero que volvamos con los pies a la tierra y nos demos cuenta de que para ganar títulos hay que esperar hasta mayo", concluía el italiano.