La Roma vuelve a caer derrotada en su visita al Juventus Stadium. Cinco derrotas en los últimos cinco partidos es el balance del equipo romano. Eso sí, plantó una gran batalla a los vigentes campeones de Italia, que acabó el partido agazapado en su área, viendo como la Roma no se daba por vencida hasta el pitido final del árbitro. El técnico juventino no presentaba sorpresas en la alineación titular, con Rugani (por la baja de Bonucci y la no total recuperación de Barzagli) acompañando a Chiellini en el centro de una defensa de cuatro. Higuaín y Mandzukic, como estaba previsto, eran los referentes ofensivos dejando a Dybala en el banquillo. Por su parte, el entrenador de la Roma, Spalletti, sorprendió apostando por el jóven Gerson en detrimento del todavía renqueante, pero disponible, Salah. El brasileño no brilló y se convirtió en el primer cambio en el descanso, precisamente dejando entrada al egipcio.

Partido que comenzó con mucho ritmo y una gran intensidad, propia de cuando estos equipos se enfrentan. En ningún momento defraudaba a las expectativas el juego de ambos equipos, con idas y venidas en ambas áreas. La Roma intentaba dominar el balón, pero fue la Juve quien avisaría primero: Mandzukic, agresivo como de costumbre, dejaba un balón a Higuaín dentro del área que el delantero argentino empaló de primeras a las manos del portero romanista. No desistían los visitantes en su empeño de llevar la inicitiva, aunque les costaba activar a sus referentes ofensivos. Gran Rugani, una vez más, que anuló a Dzeko practicamente durante toda la noche. La Juventus ya no puede hablar del defensa del futuro porque el jóven italiano ya es presente y del bueno.

Higuaín otra vez

No habían pasado ni quince minutos aunque daba la sensación de haber ya vivido una gran parte del partido, debido al estrepitoso ritmo de juego que ambos equipos nos estaban ofreciendo. No por nada son los dos primeros de la clasificación. Fue entonces cuando Higuaín, que puede perdonarte una, pero dos es casi imposible, recibió en la frontal del área, se fue adentrando sorteando a algunos rivales, y con un zurdazo propio de un Killer de su nivel puso el balón cerca de la escuadra derecha de Szczesny, que solo pudo mirar como el balón se colaba en el fondo de la red. 1-0 e Higuaín volvía a poner su sello tras el doblete conseguido en la anterior jornada en el derbi de Turín. Fue una obra de arte que condecoraba el buen primer tiempo de fútbol vivido en el Juventus Stadium.

Segundo tiempo

En la Roma entraba Salah, en lugar de un desilusionante Gerson y el egipcio mostraba enseguida el peligro que puede llevar cuando coge carrera con su velocidad. Alex Sandro comenzó a dejarse ver menos por el ataque a partir de ese momento. La Juventus aumentaba su agresividad y para la Roma cada vez era más difícil llegar al área de Buffón mediante claras ocasiones. Sturaro se convertía en el hombre del partido. Se recorría el campo como nadie, recuperaba balones continuamente y por si fuera poco se incorporaba al ataque, siendo siempre una opción ofensiva para sus compañeros. Fue en una de esas incorporaciones donde la Juventus tuvo su mejor ocasión en la segunda parte: Mandzukic recibe de espaldas y apoya el balón para que Sturaro tirase a puerta sin oposición alguna. Gran lanzamiento raso y potente, pero se encontro con una descomunal parada de Szczesny que mantenía vivo a su equipo en el partido.

Allegri pasaba al sistema 3-5-2 introduciendo a Barzagli en el terreno de juego en lugar de Lichtsteiner. Cuadrado, que ya había ingresado por el lesionado Pjanic, actuaría de carrilero derecho. En la Roma, De Rossi que tenía tarjeta y un pequeño problema físico dejaba su lugar a El Sharawy. Spalletti añadía piezas ofensivas para buscar el empate. El último cuarto de hora se conviertió en un monólogo romanista, aunque Buffón nunca tuvo que intervenir milagrosamente. Sin embargo, primero Manolas no llegando por milímetros a empujar el balón a la red con la cabeza; y segundo un barullo en el área juventina estuvieron a punto de poner el empate en el marcador. Seguía empujando la Roma, que veía como se le escapaba el partido. La Juventus se dedicaba a contragolpear, y de nuevo Sturaro se topaba con el guardameta romanista en un disparo raso dentro del área. Dybala entraba al campo por el goleador de la noche, que se llevó la ovación de su afición. Finalmente, cuatro minutos de descuento que finalizaron con la Juventus llevándose el partido y con Buffón festejando con la grada. El Scudetto va definiéndose cada vez más en favor de la Vecchia Signora, un año más.