Se presentó la Juventus con una alineación que pocos, o más bien nadie, hubiera podido imaginar en la previa del encuentro. El técnico juventino Massimiliano Allegri juntó en una misma alineación a Miralem Pjanic, Juan Cuadrado, Paulo Dybala, Mario Mandzukic y Gonzalo Higuaín, sorprendiendo a una Lazio que veía desde el primer minuto del encuentro como se le venía encima el poderío ofensivo de los locales.

Los primeros en dar la razón a las elecciones del entrenador fueron los propios jugadores de la Juventus, que a pesar de contar con la mayoría de sus jugadores de carácter ofensivo, llevaron a cabo una de las mejores prestaciones a nivel defensivo de toda la temporada. Todos se sacrificaban por el compañero, por el equipo. El mejor ejemplo de esto fue la actuación del croata Mario Mandzukic, al que el espectador pudo verlo tanto finalizando una jugada de su equipo como segundos después robando un balón en su propia área. Pero también Higuaín y Dybala se mostraron muy generosos en la fase de no posesión del balón. Todo esto hizo que se pudiese apreciar a la Società Sportiva Lazio como un equipo muy alejado del que había brillado en los últimos partidos disputados.

Poderío ofensivo y defensivo de los turineses

El inicio de la Juventus fue devastador, metiendo en su área al rival, que a los cinco minutos se ponía por delante en el marcador: Mandzukic gana un balón aéreo, se lo deja en la zurda a Dybala, que a la primera, y sin recrearse mucho en la elección bate por bajo a Federico Marchetti. El Juventus Stadium revivía el gol que 'La Joya', también con la colaboración del croata Mandzukic, y solo unos pocos días antes, marcaba al Atalanta en el partido de Coppa Italia.

No había tregua para los de la capital romana, y tan solo diez minutos después Juan Cuadrado ponía un centro al primer palo que encontraba al 'Pipita' Higuaín como rematador. El goleador de la Juventus se anticipaba a la defensa 'laziale', sobre todo a De Vrij y anotaba así su gol número catorce en la Serie A en esta temporada tras el centro perfecto del colombiano. A medida que pasaban los minutos la Juventus fue bajando el ritmo de juego, viendo con satisfacción que la Lazio no encontraba respuesta ni táctica ni anímica para intentar incomodar de alguna manera a los campeones de Italia.

Allegri poco a poco retornaba a esquemas más habituales. Lo primero fue producir la entrada de Andrea Barzagli sustituyendo a Stephan Lichtsteiner y más tarde introduciendo al incorporado recientemente en el mercado de invierno Tomás Rincón. Más músculo en el campo para no verse sorprendidos por uno de los aspirantes a quedar entre los puestos de arriba de la Serie A.

Poca reacción por parte de la Lazio que introducía a Filip Djordjevic en lugar de Lucas Biglia para buscar a la desesperada un gol que los metiese en el partido. Sin embargo, la Juventus comenzó a dormir el juego dejando pasar los minutos. Por último, Allegri daba cinco minutos escasos al jóven delantero croata Pjaca. Las ganas de demostrar su valor al cuerpo técnico hicieron que esos minutos finales tuviesen algún aliciente. Incluso dispuso de dos ocasiones bastante claras para ampliar el marcador de una Juventus que realizó uno de los partidos más completos de lo que llevamos de temporada.

Ahora habrá que ver hasta qué punto Allegri utilizará este sistema de juego en los partidos más importantes de la temporada, especialmente en el próximo reto que se aproxima: los octavos de final de la UEFA Champions League. Por otra parte, la Lazio sufre un duro revés que Inzaghi deberá tratar de reconducir para no frenar el buen rumbo del equipo.