Partido de vital importancia para ambos conjuntos, ya que ninguno de los dos llega a él con una buena racha a sus espaldas y una victoria sería el punto de inflexión así como el punto de apoyo para comenzar a forjar en torno a ella una nueva racha de resultados. Racha de buenos resultados que tanto locales como visitantes han mantenido durante la primera parte de la temporada –aunque con un salto mayor de calidad por parte del conjunto milanista- llegando al encuentro con una cantidad de puntos en su casillero mayor de lo esperada.
Los locales llegan con 25 puntos y situados duodécimos en la clasificación, teniendo en cuenta que la temporada pasada se salvaron milagrosamente con 39 puntos y a tan solo uno del descendido Carpi el cambio de mentalidad y el salto de calidad es notorio en la plantilla, pero han sumado tan solo cuatro de los últimos 15 puntos y llevan tres derrotas seguidas, por lo que buscarán una victoria para salir de ese profundo bache.
La situación de los visitantes es similar. Llegan al partido con 37 puntos, situados en séptima posición –con un partido menos- y con un claro objetivo: Colarse en puestos europeos y a poder ser en Champions. Los últimos cinco puntos de 15 posibles y el desgaste de entre semana en Copa han supuesto un bajón físico y moral que buscarán remediar a toda costa con los tres puntos para volver a engancharse a los puestos de arriba.
Redención o recaída
Los pupilos de Luigi Delneri deben demostrar y sobre todo consolidar la capacidad de creación que tienen sobre el terreno de juego, ya que se trata de una plantilla muy completa y con calidad tanto joven como veterana pero que es incapaz de mantener los buenos resultados debido a la inseguridad que generan en algunos tramos de sus partidos. El equipo pierde muchos puntos en jugadas evitables y en los últimos minutos –contra Inter y Empoli en las tres últimas jornadas- por lo que deberán mejorar su seguridad defensiva y el apoyo de los centrocampistas a dicha línea.
La noticia positiva que acaba de llegar para solucionar parte de esos problemas tiene nombre y apellidos. Assane Gnoukouri, que recién llegado del Inter será un refuerzo importante para el conjunto de Údine y que podría disputar sus primeros minutos con su nuevo conjunto frente al máximo rival de su antiguo equipo. La negativa es que todavía no podrán contar con Widmer, pieza importante del equipo, ni tampoco con Kums, que se queda fuera de la lista de convocados.
La venganza se sirve fría
Está muy presente en la memoria del conjunto rossonero la tercera jornada del campeonato liguero en la que se enfrentaron en San Siro a este mismo rival. Está muy presente ya que fueron los únicos que lograron arrebatarles los tres puntos de su feudo en toda la primera vuelta, por lo que Vincenzo Montella lo ha tenido claro en la sala de prensa cuando le han preguntado por el partido: “Viajaremos allí solo para ganar”, han sido las palabras del entrenador milanista.
Para ello vuelven a la convocatoria un futbolista importante y dos intermitentes. El primero es el lateral De Sciglio que podría partir como titular debido a que el joven Calabria ha causado baja, el segundo es el centrocampirta Mati Fernández que debido a las lesiones no ha podido disponer de minutos en Milán, y el tercero es Antonelli, que podría también partir como titular en el lateral izquierdo o entrar en la segunda parte para dosificar al ya mencionado De Sciglio. También estará a disposición de Montella el español Deulofeu para aportar su velocidad y desborde.
Convocatorias
La lista de los locales es la siguiente: Karnezis, Perisan, Scuffet, Adnan, Angella, Danilo, Faraoni, Felipe, Heurtaux, Samir, Balic, De Paul, Evangelista, Fofana, Gnoukouri, Hallfredsson, Jankto, Ewandro, Matos, Perica, Thereau y Zapata.
Los visitantes viajarán con: Donnarumma, Plizzari, Storari, Abate, Antonelli, De Sciglio, Gómez, Paletta, Romagnoli, Vangioni, Zapata, Bertolacci, Bonaventura, Mati Fernández, Honda, Kucka, Locatelli, Pasalic, Poli, Sosa, Bacca, Deulofeu, Lapadula y Suso.
Posibles alineaciones
