La Fiorentina no supo controlar el partido de una manera completa, pese a que el encuentro comenzó de cara para los locales; no obstante, el Genoa supo darle la vuelta al encuentro y no se dejó doblegar por el rival, quien, posiblemente por el resultado a favor, se confió demasiado.

Acoso constante de la Fiore

El partido comenzaba con un ritmo lento y pese a que la Fiorentina tenía el control del juego, no lo utilizaban de una manera adecuada ya que no supieron utilizar la posesión a su favor. El encuentro resultó rocoso, con varias faltas de ambos equipos los cuales, se encontraban con varias ocasiones aunque no supieron aprovecharlas.

A medida que iba transcurriendo el tiempo en el marcador del Artemio Franchi, la Fiorentina iba ganando terreno hasta que en el minuto 17, Josip Ilicic remató con la izquierda desde la banda derecha, junto al palo izquierdo gracias a una asistencia de Carlos Sánchez. Este gol metía miedo en el cuerpo a los jugadores del Genoa que se veían sobrepasados por la Fiorentina. Los locales tenían cada vez más oportunidades de gol y dos minutos después, Federico Chiesa mandó el balón al larguero.

Una vez transcurrido el ecuador de la primera parte del encuentro, la Fiore seguía teniendo ocasiones aunque sin suerte ya que no lograban engordar el marcador. No obstante, las malas noticias llegaban para los púrpuras ya que Carlos Sánchez se lesionaba como consecuencia de una falta en la zona defensiva justo antes de que finalizara la primera parte del encuentro.

La segunda mitad del encuentro comenzaba como había concluido la primera. Ambos equipos cometían faltas, una tras otra hasta que en el minuto 50 la Fiorentina ponía el 2-0 gracias al tanto de Federico Chiesa, quién disparó con la derecha desde el centro del área por el lado derecho de la portería con la asistencia de Nikola Kalinic.

Con el transcurso de los minutos, los locales seguían acosando a los visitantes hasta que finalmente, Giovanni Simeone logró anotar con la derecha desde el centro del área a la escuadra izquierda. Este era un gol importante ya que le daba una esperanza a un Genoa que se empezaba a encontrar en el partido. Tres minutos después, Hiljemark metía en el partido al Genoa devolviendo el empate al marcador. 

El momento decisivo

El partido se volvía cada vez más peligroso para los dos equipos quienes se medían en un pulso continuo de ocasiones hasta que llegados al minuto 62, la Fiorentina daba otro golpe letal a sus rivales adelantándose de nuevo en el marcador gracias a un tanto de Kalinic que ponía el 3-2 en el marcador y volvía a situar a la Fiore con los tres puntos en su casillero.

Tras el tanto de Kalinic, la Fiore aumentaba la presión sobre el Genoa y con ella, las ocasiones de gol se multiplicaban a favor de los locales quienes intentaban anotar el cuarto tanto disparo tras disparo. Sin embargo, cuando el partido afrontaba la recta final, Simeone salía al rescate del Genoa anotando en el minuto 86 convirtiendo un penalti con el que el equipo visitante lograba un único y definitivo punto.

Con este resultado, la Fiorentina se queda en el séptimo puesto con 34 puntos, a tres del Milán y el equipo genovés se mantiene en el decimoquinto puesto con 25 puntos.