Un buen edificio se empieza a construir por los cimientos. Una base sólida sobre la que colocar los pilares fundamentales que sostengan todo el proyecto. De nada sirven los modelos de acabado si antes no se ha cimentado con toda la dedicación y trabajo posibles. 

Muchas ganas pero poco juego

El Inter cometió ese error en el encuentro del pasado domingo. Los de Pioli salieron con la determinación de conseguir un bonito edificio sin antes poner las bases necesarias para ello. Las ganas por ganar el partido precedieron a la forma de conseguirlo, y así, un equipo más trabajado, regular, serio y táctico, consiguió arrebatar a la escuadra neroazzurra una victoria absolutamente necesaria de cara a sus aspiraciones de jugar la Champions League la próxima temporada. El conjunto de Spalletti ganó el encuentro como un equipo grande, no propuso "nada más" que un planteamiento sólido con gran capacidad para construir tras pérdida rival, circunstancia muy repetida a lo largo del encuentro; demérito de una medular interista muy poco acertada en la noche del domingo.

Icardi disputa un balón en un momento de la primera mitad | Foto: Inter
Icardi disputa un balón en un momento de la primera mitad | Foto: Inter

El encuentro comenzó con una atmósfera de respeto mutuo. Durante los primeros compases del partido ambos conjuntos se marcaron sin llegar a golpearse. La primera acción de relevancia en el encuentro fue la amarilla tonta del fin de semana en el fútbol europeo. En área propia, Ivan Perisic levantó el balón desde el suelo para ceder de cabeza a su portero, el esloveno Handanovic. El árbitro no dudó, decretó libre indirecto desde el interior del área y le mostró la tarjeta amarilla al croata. La acción no acarreó finalmente peligro pero sería preludio de lo que sería el encuentro del Inter: intentarlo, pero siempre de la forma errónea. Antes del minuto diez ya había puesto en problemas la Roma al Inter. Una buena acción de Dzeko, permitió a Salah rematar desde la frontal una gran dejada de cara del gigante bosnio. El disparo seco obligó al meta del Inter a lanzarse hacia su derecha para evitar el primer gol.

Nainggolan aparece en el encuentro

En la siguiente acción del partido, la Roma aprovechó una pérdida del Inter para salir a la contra. Le llegó el balón en tres cuartos a Dzeko e imediatamente abrió a banda izquierda. Fue allí donde recibió el belga Radja Nainggolan, salió hacia su perfil derecho con un quiebro y le pegó desde la esquina izquierda del área. Entró incontestable por la escuadra larga. Imparable, nada pudo hacer Handanovic. No habíamos alcanzado el cuarto de hora y el centrocampista belga ya marcaba diferencias en el encuentro. Primer duro golpe para el Inter, que no supo reaccionar tras el gol romanista. Se entró entonces en una fase del encuentro que se alargó durante casi 25 minutos en la que, a pesar de que el Inter lo intentó, nunca consiguió generar ni juego, ni mucho menos peligro. La Roma se encontraba muy cómoda realizando un encuentro táctico impecable.

La Roma celebra el gol alrededor de Nainggolan | Foto: Roma
La Roma celebra el gol alrededor de Nainggolan | Foto: Roma

Lejos de conseguir algo parecido a meter el miedo en el cuerpo al conjunto de Spalletti, los de Pioli debieron asistir a cómo tras pérdida la Roma seguía castigando. De nuevo fue Salah el que lo intentó con un atrevido intento de vaselina desde banda derecha que se fue muy desviado. Había transcurrido media hora y el encuentro seguía siendo lento e impreciso. Los espectadores debieron esperar casi hasta el minuto cuarenta para ver otra situación de peligro. Fue, cómo no, de nuevo la Roma. Recibió un gran pase Dzeko en el interior izquierdo del área, con gran velocidad armó la zurda el bosnio buscando el palo largo. Fue ahí, abajo, donde Handanovic volvió a sacar una buena mano. La primera parte de la Roma fue aséptica e intachable, sin brillantez en la forma pero sí en el fondo.

La Roma dominada, pero no atacada

La primera parte empezaba a concluir con una amarilla a De Rossi tras una falta cometida sobre Gagliardini. El de la Roma llegó muy tarde a un balón dividido llevándose una tarjeta más que merecida. Al filo del término de los 45 minutos reglamentarios consiguió el Inter su primer acercamiento a la portería de Wojciech Szczęsny, fue gracias a un saque de esquina que remató muy libre Icardi en la frontal de la chica. No consiguió cabecear bien el argentino un balón muy franco, el remate se fue muy abierto sin llegar a incomodar al meta polaco. Lo último que nos ofreció la primera parte fue una acción a la contra por parte de la Roma conducida por Dzeko y Salah, en el último intento de combinación no hubo entendimiento y el egipcio no pudo aprovechar una nueva dejada de cara del bosnio.

Spalletti dirige a los suyos durante el partido frente al Inter | Foto: Roma
Spalletti dirige a los suyos durante el partido frente al Inter | Foto: Roma

Reacción del Inter tras el descanso

Salió en la segunda mitad el Inter con más corazón que juego. Bien es cierto que ello le permitió disfrutar de un tramo inicial con mayor presencia en área contraria que en la primera mitad. La primera, a los pocos minutos, la tuvo Candreva desde el interior derecho del área. La acción obligó a Szczęsny a sacar una buena mano en el palo corto. Tan solo unos minutos después, la insistencia interista dio con otra situación de gol como premio. Fue Ivan Perisic. Recibió el croata un buen centro en el segundo palo por parte de João Mário, bajó el esférico y le pegó con la zurda mandándola por encima del travesaño. Los primeros diez minutos fueron de un Inter decidido a meterse en el partido frente a una Roma cuidadosamente metida atrás, midiendo el momento de salir a la contra.

Transcurridos esos primeros diez minutos de dominio neroazzurro, Radja Nainggolan bajó un esférico en campo propio deshaciéndose de un rival. Condujo con decisión hacia campo contrario. El repliegue interista esperó un apertura a banda y viéndose el belga libre en tres cuartos de campo, a unos metros del balcón del área, levantó la cabeza y fusiló a Handanovic buscando el flanco derecho del meta esloveno. Gran potencia en el disparo del de la Roma que no permitió al cancerbero hacer nada más que lanzarse en un infructuoso intento por detener el balón. Dos mazazos en forma de dos inapelables disparos del belga, toda una pesadilla para la zaga de la Beneamata en la noche del domingo.

Nainggolan celebra el segundo gol dirigiéndose a la hinchada visitante | Foto: Roma
Nainggolan celebra el segundo gol dirigiéndose a la hinchada visitante | Foto: Roma

A recuperarse de nuevo tras el gol romanista

El gol fue apenas un minuto después de que Pioli moviera su primera ficha, retirando a Brozovic en detrimento de Éder. El técnico italiano buscó alargar el periodo existente, hasta ese momento, de situaciones de gol interistas, añadiendo un goleador más. Duro golpe tras la primera decisión del ex técnico de la Lazio. No sentó bien el segundo gol romanista en las filas del Inter. El equipo local se mostró absolutamente noqueado durante un periodo de casi diez minutos en los que no generó ni juego, ni ocasiones, de nuevo dejando de ofrecer peligro frente a una nuevamente muy cómoda Roma. 

Ya llegando al minuto 70 de partido, el Inter consiguió de nuevo, poco a poco, instalarse en campo contrario. El primer aviso vino proveniente de Candreva. Recibió un pase filtrado de Kondogbia en el lateral derecho del área, buscó el disparo directo al palo corto el ex de la Lazio. El disparo fue directamente al lateral externo de la red de Szczęsny. Ante el creciente dominio del Inter, Spalletti decidió, a falta de viente minutos, retirar del campo a Salah introduciendo a Diego Perotti. El egipcio había realizado un gran esfuerzo físico hasta el momento y la entrada del argentino supuso un plus de fuerza en las piernas romanistas. 

Nainggolan se hizo dueño de cada pugna en el encuentro frente al Inter | Foto: Roma
Nainggolan se hizo dueño de cada pugna en el encuentro frente al Inter | Foto: Roma

Comenzaba la "remontada" neroazzurra

A pesar de sentirse dominados, los jugadores de la Roma, nunca llegaron a sentirse realmente atacados. Acercándose el encuentro a su último cuarto de hora, el Inter consiguió ganar metros y finalizar alguna jugada aislada sin peligro, mientras la Roma, resguardada en su 0-2, esperaba de nuevo su oportunidad a la contra. Fue entonces cuando Pioli decidió retirar del campo a Candreva en beneficio de Gabriel Barbosa, que ya solucionó la papeleta al técnico en la pasada jornada anotando el gol de la victoria en Bolonia. En la primera jugada tras el cambio, la hinchada interista al completo reclamó penalti. Acción de Strootman frente a Éder. Estaba en lo cierto la afición neroazzurra. El jugador de la Roma en el intento por despejar el balón del interior del área, acabó golpeando al italiano, que llegó antes al balón que intentaba repeler el holandés.

El encuentro entró en sus últimos diez minutos y el gol local no llegaba, Pioli decidió dar entrada a Banega en sustitución de Joao Mario. La imaginación del argentino en los últimos metros podía ser clave de cara a conseguir el gol que diera comienzo a una remontada épica. Al minuto de entrar al césped combinó en banda derecha con Gagliardini, éste en los últimos metros filtró para Perisic en el interior derecho del área y el croata la puso al segundo palo para que a placer Icardi marcara el ansiado gol del equipo local. Dieciséis goles del delantero albiceleste en lo que llevamos de Serie A, a tres de los Capos Canioneris actuales, los imparables Dzeko e Higuaín, actualmente colocados en el segundo escalón de la clasificación de la Bota de Oro junto con Aubameyang. En lo más alto se encuentra Messi con 20, y prácticamente empatado con él Cavani con 26 goles (la Ligue1 pondera en menor proporción cada gol que las otras cuatro grandes ligas). 

Szczęsny frente a Éder en una acción del tramo final del encuentro | Foto: Inter
Szczęsny frente a Éder en una acción del tramo final del encuentro | Foto: Inter

Remontada frustrada

Los siguientes minutos estuvieron plagados de interrupciones gracias a un premeditado trabajo de los jugadores de la Roma y del propio Spalletti. Una disputa entre Fazio y Murillo frenó el partido acabando con sendas tarjetas amarillas. Tan solo un minuto después, Spalletti retiró a De Rossi dando de nuevo pausa al encuentro. El argentino Paredes era el encargado de sustituir al capitán giallorosso sobre el césped del Giuseppe Meazza. Inmediatamente una jugada de la Roma acabó con Dzeko internándose en el interior derecho del área y recibiendo una entrada muy poco acertada de Medel, el bosnio sólo tuvo que alejar el esférico con un sutil toque y esperar a que el chileno le derribara. Penalti claro. Perotti lo transformó de forma magistral, se acercó al esférico caminando y definió con calidad sin dejar a Handanovic reacción alguna. Superó al esloveno con un disparo raso, bajo, flojo y a la derecha. Gol, y fin de la remontada interista.

Lo último que nos ofreció el encuentro fue la lesión de Bruno Peres, que obligó a Spalletti a sacar a Vermaelen. Ya al término del tiempo reglamentario, Gabriel Barbosa botó un fantástico córner que volvió a rematar sin gran oposición Icardi, al igual que en la primera mitad. En esta ocasión, el esférico salió por encima del travesaño. 

Los jugadores de la Roma celebran la victoria frente a su afición | Foto: Roma
Los jugadores de la Roma celebran la victoria frente a su afición | Foto: Roma

La Lazio y la Atalanta adelantan al Inter

La Roma gana un partido, gracias a apoyarse sobre sus cimientos, frente a un Inter que se apoyó en las ganas de construir desde el tejado un bonito edificio. La Roma ganó por entereza, por tranquilidad, por táctica, por calma, por seguridad, por saberse superior. Lección de fútbol por parte del equipo romanista, que sometió al inter cerrando espacios y castigando los defectuosos balances defensivos de los de Pioli. Un descomunal Radja Nainggolan fue demasiado para un Inter inofensivo, con más ambición que argumentos futbolísticos. Duro correctivo para los locales en la noche de hoy, más si cabe al verse superados tanto por Lazio, como por Atalanta, quedando en sexta posición con 48 puntos, a seis de los puestos Champions gracias a la derrota del Nápoles frente a la propia Atalanta.