Grandísima despedida para el Stadio Sant Elia. El Cagliari se despide ganando de su estadio y  nada más que al Milan por 2-1. Un partido lleno de emoción, no solo por la despedida, sino también por el gran nivel de juego ofrecido.

Pisacane fue el héroe con su gol en el 92 para poner el 2-1, además del jovencísimo portero Crosta de 19 años que en su debut ha salido como hombre del partido y parando un penalti a Bacca. La liga ya estaba resuelta para ambos clubs, el Cagliari con estos tres puntos se queda 11º con 47 puntos, siendo el Milán sexto con 63 puntos y con la plaza en Europa League ya certificada para la próxima campaña.

La primera mitad fue un monólogo del Cagliari que marcó un gol, pero pudieron ser más. La segunda mitad estuvo más igualada y el Milán adelantó líneas consiguiendo salidas con más velocidad y más espacios. El cuadro local de Massimo Rastelli tuvo un 34% de posesión, frente al 66% del equipo de Montella que pese a la posesión, no creó peligro en los primeros 45 minutos.

El Milan vio cómo se le escapaba el choque con numerosos errores individuales y faltas que terminaron con la expulsión de Paletta, el central milanista sumaba así su quinta expulsión de la temporada.

Joao Mario abría el marcador en la despedida

Poco fútbol en la primera mitad y poco que contar. Gol y dos lesiones. Ionita envió un balón al palo en el minuto seis y sería en el 17´ cuando Joao Mario abría el marcador. El Milán tenía la posesión, pero apenas pasaban del centro del campo.

Bacca comenzó a encontrarse más cómodo, aunque seguía sin llegar a tener oportunidades claras. En el minuto 30 llegó la lesión de Suso y la entrada de Ocampos. Fue el ex del Genoa el que imprimió un poco más de velocidad al juego rossoneri. En el 34´ nueva lesión, esta vez de Murru, lateral derecho del Cagliari, dando así entrada a Miangue.

La primera mitad llegó a su fin con un Milan sin ideas. Los de Rastelli eran muy superiores. Ante el 1-0, Montella dio entrada en el descanso a Lapadula por Vangioni.

Pisacane da la victoria en el 92

La segunda mitad supuso el inicio de un nuevo partido. El Milan encontró la vía para hacer daño al Cagliari y trató de explotarla. La presión en la salida del balón a los de Cerdeña era esencial, la ruptura con el centro del campo obligaba al Cagliari a buscar en largo a Borriello y dejar de lado las combinaciones.

Lo intentaron desde lejos Locatelli y Kucka sin suerte. Es en el minuto 60 cuando tuvo la oportunidad de empatar el partido los de Montella. Deiola cometió penalti y Bacca lo falló. Más que fallo del delantero colombiano, fue parada de Crosta, una atajada que le sirvió para ser el hombre del partido.

Paletta recibió en el minuto 65 su primera amarilla, algo que será definitivo para el final del encuentro. La entrada de Song Han por Borriello le dio otro aire al Cagliari que volvió a ser capaz de montar contras. En el 72´ marcó Lapadula de penalti, poniendo así el 1-1.

En el 75´ Paletta fue expulsado por doble amarilla. El central de 30 años recibe así su quinta roja de la temporada. Este punto es el que cambia el partido. Continúa la posesión del Milan pero sin influencia en zona de ataque.

Song Han desbordaba por la banda derecha como quería, sus incursiones en el área rival eran la principal preocupación de la defensa milanista. Una falta en la frontal del área en el 91´ dio la victoria al Cagliari. Joao Mario disparó muy centrado, pero un mal despeje de Donnarumma dejó la pelota muerta en el área pequeña, llegando así Pisacane para poner el 2-1 a puerta vacía en el 92.

El gol fue celebrado como un título. Partido épico para despedir el Stadio Sant Elia. Victoria del Cagliari y fiesta de los aficionados que vieron a su equipo vencer por última vez en el último partido del estadio de Cerdeña.