“¿Cómo ves a los sudamericanos de cara a la final?” fue una de las preguntas que le hicieron a Leonardo Bonucci hace pocos días. “Ellos hasta el día del partido parece que van a jugar una pachanga con los amigos del barrio, pero cuando el árbitro pita todo cambia”, contestó. Es totalmente cierto. La final de Cardiff será un partido entre amigos. La cantidad de jugadores que se conocen entre uno y otro equipo es algo fuera de lo normal en un evento de tales características. Por eso será más emocionante aún, será como las clásicas rivalidades de los colegios, donde todos saben los trucos y secretos de los rivales, puesto que también han sido compañeros no hace demasiado tiempo.

El caso más claro: Morata, Khedira, Higuaín

Para tres jugadores, esta coincidencia será especialmente extraña. Se trata de Álvaro Morata, Sami Khedira y Gonzalo Higuaín. El caso de esos tres hombres es bastante curioso, pues disputarán la final pero anteriormente pasaron por el que el sábado será su rival. En el caso del delantero español, fueron dos años en los que se forjó como delantero en la Serie A. Criado futbolísticamente en la cantera del Atleti, llegó al Real Madrid en edad juvenil, para formar parte de la generación de los Fran Sol, Óscar Plano o por supuesto, Dani Carvajal. Su formación se culminó con la aparición en el primer equipo, donde no pudo asentarse. Su ‘Erasmus’ duró dos años, con eliminación en la Champions al propio Real Madrid incluida, tras ganarse ser protagonista en los esquemas de Antonio Conte. El Madrid ejerció esa opción de recompra, pero nunca ha logrado asentarse realmente como titular. Quién sabe si el año que viene será rival de la Juventus en la Serie A.

En el bando contrario, Sami Khedira y Gonzalo Higuaín formaron parte de la disciplina blanca. El argentino arribó a Concha Espina en diciembre de 2006, pero seis años y medio después recalaría en el Nápoles. Su paso por el Madrid fue notable en cuanto a registros goleadores, alternando casi a la perfección con Karim Benzema. Sin embargo, le faltaba un plus para convertirse en una estrella junto a los Cristiano Ronaldo o Kaká, galácticos del momento, por lo que el delantero argentino, acostumbrado a vivir en el ojo del huracán, querrá tomarse la revancha en Cardiff. El ‘todoterreno’ alemán aterrizó en el Bernabéu justo antes del Mundial 2010, pero el centrocampista llegador que demostró con la ‘Mannschaft’ nunca se vio en el Madrid. Con Mourinho como principal valedor, disfrutó de popularidad en las alineaciones. Una grave lesión le alejó de su mejor nivel, y entonces la Juventus se hizo con él para reforzar la medular. Khedira también querrá demostrar que su fútbol puede valer una Champions.

Corazón dividido en algunos países

En la piel de los aficionados neutrales puede que se vivan situaciones de no saber quién querer que se lleve esta Champions de 2017. Especialmente así lo vivirán en aquellos países donde habrá representación de jugadores nacionales en ambos equipos, sobre todo en los países sudamericanos, siempre muy enfervorecidos con sus ‘exiliados’ por Europa.

Hasta cuatro selecciones verán medir sus fuerzas a dos o más compañeros. El caso más llamativo será el de la representación brasileña. Marcelo, Danilo y Casemiro portarán la elástica morada madridista, mientras que Dani Alves y Alex Sandro lo harán con la ‘bianconera’. De esos cinco, será especialmente atractivo el duelo entre Marcelo y Dani Alves. Son dos laterales muy similares, con la samba por bandera y la locura futbolística como única certeza. Son imprevisibles, son amigos, se conocen bien por el paso de Alves por España, y también han compartido vestuario en la ‘canarinha’. Decir que la final pasa por sus botas no es ninguna quimera, y habla muy bien del nivel que atesoran estos dos cracks en comparación a los Cristiano, Dybala, Isco, Mandzukic, Buffon o Kroos.

Pero no será el único duelo nacional. A buen seguro que en Colombia ansían con la participación de James Rodríguez y Juan Cuadrado en la final. La hinchada cafetera siente como suyas las conquistas de sus jugadores repartidos por el mundo. Cuando la final acabe, habrá fiesta en Colombia gane quien gane, sobre todo en el caso de James, más mediático y capitán de la selección. Otros compañeros que medirán sus fuerzas serán los alemanes y croatas. Toni Kroos y Sami Khedira, camaradas y amigos, tratarán de superarse mutuamente en esa batalla que será el centro del campo del Millennium Stadium. Por último, hasta cuatro croatas podrían jugar, será especial para la afición arlequinada. Luka Modric, Mateo Kovacic, Mario Mandzukic y Marko Pjaca acapararán los focos en el país mediterráneo.

Además, tres de estos jugadores citados en esta categoría serán especialmente valiosos de cara a preparar la final. Como si de un servicio especial de inteligencia se tratase, el haberse medido antes a este equipo con otros colores les convierte en útiles para posibles consejos en tandas de penaltis o acciones concretas. Es el caso de Mateo Kovacic, ex del Inter, y de Mario Mandzukic (Atlético de Madrid) y Dani Alves (Barcelona y Sevilla). Los tres conocen sobremanera a su rival en la final, puesto que la competición doméstica les hizo enfrentarse unas cuantas veces a ellos. Especial y llamativo es el caso de Dani Alves, que ha disputado hasta 42 partidos contra los madridistas, con un balance de 22 victorias y siete empates, además de dos goles.

Ejemplo de una eterna rivalidad

Pero para tener viejos amigos no hace falta haber compartido equipo. Las rivalidades que se han forjado en los últimos años entre españoles e italianos puede apreciarse al repasar los torneos continentales de selecciones. Desde 2008 hasta hoy, se han ido incorporando jugadores a esta bonita lucha por reinar en Europa que en 2008 y 2012 marchó para España pero en 2016 tuvo a Italia como rey. Son ocho los jugadores que podrían estar sobre el césped y que reflejan esta eterna pelea.

Todo comenzó en 2008. Fue en aquella tanda de penaltis donde Íker Casillas se ganó el respeto de todos los españoles, al romper la famosa maldición de cuartos. En aquel partido estaban Sergio Ramos, Gianluigi Buffon y Giorgio Chellini. Los tres, veteranos, volverán a enfrentarse en un partido de enjundia nueve años después. Pero no serán los únicos. Ellos repitieron cuatro años después, de nuevo en una Eurocopa, en la que España e Italia se midieron dos veces: 1-1 en la primera jornada de la fase de grupos y 4-0 en la final. Los tres jugadores anteriores estaban allí presentes, además de Andrea Barzagli, Leonardo Bonucci y Claudio Marchisio, que hoy son jugadores de la Juventus. La lista sigue, esta vez en una batalla que cayó del lado de los italianos, en esos octavos de final de tan amargo recuerdo. Álvaro Morata y Lucas Vázquez formaban parte de esa selección. Es una rivalidad, entre españoles e italianos, que no parece tener fin.

Dos reencuentros especiales

Por último, era impensable acabar este recopilatorio sin mencionar a dos personas para las que este partido será muy especial también por dos motivos. El primero de ellos es Zinedine Zidane. El galo jugó entre 1996 y 2001 en el conjunto turinés, y cuesta imaginar si en aquel momento se le podía llegar a pasar por la cabeza todo lo que iba a venir después: fichaje por el Real Madrid, el gol en la ‘novena’, su participación en la 10ª y su primer título como entrenador pocos meses después de suceder en el cargo a Rafa Benítez. Tiene ante sí la oportunidad de hacer historia, puesto que nadie ha ganado dos Champions seguidas, y será más especial aún para él si lo hace ante su ex equipo.

El otro es Gareth Bale. Sobran los motivos y las explicaciones. Basta con ver las imágenes de Cardiff engalanada para dicha final. Decir que Bale juega en casa es quedarse corto. El público local tiene claro quién quiere que gane esta edición de la Champions, más aún tras la exhibición del galés en la pasada Eurocopa, en la que se metió, más aún si cabe, a su país en el bolsillo. En la Supercopa de Europa disputada en este mismo Millennium Stadium se quedó sin marcar, esta vez está en duda su participación. Lo único claro es que el galés juega en casa.