Ha pasado casi un año. Exactamente han volado 11 meses durante los cuales la Lazio ha salido de la UCI en la que Marcelo Bielsa dejó al equipo tras dimitir de su cargo como técnico tan solo dos días después de firmar, y no solo eso, sino que, de la mano de un hombre de club como Simone Inzaghi, goza de uno de sus mejores momentos deportivos de los últimos años. Por lo menos en junio, pues el mercado estival como acostumbra Lotito desde su llegada al club laziale suele ser movido, habitualmente con malos resultados para el primer equipo de la capital italiana; los romanos tienen una sociedad saneada, con un proyecto deportivo interesante y con el objetivo europeo logrado.

Con 72 puntos cerró la Lazio su mejor temporada de la historia, la 1999/00, en la que conquistó su segundo Scudetto. Esta vez han sido 70 las unidades conseguidas, aunque con cuatro jornadas más que en aquella histórica campaña. Y es que, a pesar de la caída laziale en las últimas tres jornadas, en las cuales sufrió tres derrotas y cedió por lo tanto la cuarta plaza en la tabla, los de Inzaghi han cuajado una temporada difícilmente mejorable para lo esperado en julio. El pase a la final de Coppa tras superar a Genoa, Inter y Roma, supuso un chute de optimismo para los aficionados blancocelestes, que en los últimos partidos del equipo volvieron a acudir en masa al Olímpico a pesar del corto número de abonados que presentaba el club a comienzos de temporada.

Retiro y pretemporada en una incertidumbre continua

Tras la espantada de Marcelo Bielsa, y es que juntar al argentino con Claudio Lotito en la presidencia era algo cuanto menos peligroso, Simone Inzaghi se hizo cargo del equipo y, como viene siendo habitual durante los últimos años, comandó el retiro laziale a Auronzo di Cadore. Fue allí donde los primeros fichajes, algunos de renombre como Ciro Immobile, comenzaron a unirse a un grupo que, poco a poco empezó a fijar una conexión espectacular. Pese a la incertidumbre que reinaba entre los aficionados, esta etapa fue sin duda la conjura imprescindible para que la temporada saliera tan bien como casi nadie podía esperar. 

Vargic en la portería; Wallace, Bastos y Lukaku en defensa; Luis Alberto en el medio campo e Immobile en la delantera completaron las entradas que buscaban suplir los grandes huecos que dejaban los ya retirados Stefano Mauri y Miroslav Klose, y el traspasado Antonio Candreva. La pretemporada echaba a andar.

Foto: Lazio
Foto: Lazio

Los amistosos en Auronzo fueron contra el propio Auronzo (19-0), Padova (2-1) y SPAL (1-1), mientras que más adelante la Lazio dio por finiquitada la pretemporada frente a Brighton (1-0) y Borussia Mönchengladbach (0-0). Y, sin embargo, lo verdaderamente importante comenzaba en Bérgamo a finales de agosto.

Semana a semana, el equipo empieza a carburar

Pese a lo ajustado del resultado (3-4), la Lazio se impuso a la Atalanta de forma totalmente merecida en la primera jornada con gol de Immobile en su debut. Sin embargo, los cuatro siguientes partidos se saldaron con dos derrotas ante Juve y Milan, un empate frente al Chievo y un triunfo contra el Pescara. 

Seguidamente estos malos resultados dieron paso a nueve jornadas sin perder, con seis victorias y tres empates para colocarse cerca de la segunda plaza antes del primer derbi de la temporada frente a la Roma. El juego comenzaba a gustar entre la parroquia capitolina que, sin embargo, seguía manteniéndose expectante ante el devenir de su equipo. El derbi, como suele ocurrir todos los años, podía suponer un golpe sobre la mesa.

Recuperación post-derbi y consolidación del cuarto lugar

Fue dura la caída frente a la Roma. Un error garrafal de Wallace posibilitó el 0-1 de Strootman para que los giallorossi terminaran venciendo por 0-2, consolidando el segundo puesto y mandando a la lona a su rival, o eso parecía. Sin embargo, solo una derrota ante el Inter antes de irse de vacaciones aguó la recuperación de los de Inzaghi, que vencieron con comodidad a Sampdoria y Fiorentina. 

Para cerrar la primera vuelta en ese cuarto lugar tan disputado, la Lazio se deshizo por la mínima y no sin sufrimiento del Crotone con un tanto de un desatado Ciro Immobile que, aunque llegó a Formello por menos de nueve millones de euros, terminó rentabilizando su fichaje anotando nada menos que 26 goles en toda la temporada. 

Foto: Lazio
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También cayó la Atalanta en el Olímpico una semana después. Sin embargo, la segunda vuelta arrancó con una Lazio irregular y casi negada de cara a puerta. Juventus y Chievo derrotaron a los de Inzaghi, que tampoco lograron pasar del empate frente al Milan en el Olímpico consiguiendo solo una victoria en cuatro partidos. 

Entre medias se logró el pase a las semifinales de la Coppa Italia tras los triunfos sobre Genoa en octavos (4-2) e Inter en los cuartos que se disputaron en San Siro (1-2).

Febrero y marzo invitan a soñar con la Champions y la Coppa

Después del inmerecido empate frente al Milan, los de Inzaghi dieron comienzo a una racha en Liga, auspiciada por el chute de moral que significó la Coppa para la plantilla, que les llevó a sumar cinco victorias y un empate en los siguientes seis encuentros de la competición doméstica. Empoli, Udinese, Bologna, Torino y Sassuolo cayeron derrotados ante una maquinaria que parecía imparable, sobre todo gracias a su buen hacer en las semifinales de la Coppa Italia ante el eterno rival.

El encuentro de ida de la penúltima ronda del trofeo del KO significó un golpe sobre la mesa por parte del técnico y los jugadores blancocelestes. Con un planteamiento de partido casi perfecto, los laziali se deshicieron cómodamente de sus rivales capitalinos por 2-0, casi sentenciando la eliminatoria y poniendo un pie y medio en la final de Coppa dos años después de disputar la última. Milinkovic-Savic e Immobile firmaron los tantos que volvían a suponer la victoria en un derbi, algo que no sucedía para la Lazio desde la final de Coppa del año 2013.

Foto: Lazio
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La Coppa marca el final de temporada

A mediados de mayo parecía imposible que el cuarto puesto se le escapara a la Lazio, pues, a pesar de la derrota frente al Nápoles, lo que sí le dejó fuera de la lucha por el tercer lugar, los de Inzaghi volvieron a recuperarse y, con la final de Coppa frente a la Juventus en mente, derrotaron a Palermo, Roma y Sampdoria en las siguientes jornadas de Liga, firmando dos goleadas históricas en el Olímpico (6-2 al Palermo y 7-3 a la Sampdoria), que hicieron vibrar de nuevo el estadio romano. Sin embargo, la final de Coppa cambiaría el rumbo en las últimas jornadas, cuando los laziali sumaron tres derrotas consecutivas que posibilitaron que la Atalanta finalizara en esa cuarta posición que parecía llevar el nombre de los de Inzaghi.

El gran partido de la temporada tuvo lugar en el mejor escenario posible, un Olímpico lleno a rebosar que pretendía llevar en volandas a su equipo en la conquista de un nuevo título, eso sí, ante la todopoderosa Juventus. Los bianconeri cuajaron un partido muy serio y, por medio de dos tempraneros goles anotados por Dani Alves y Bonucci, se llevaron el título de forma merecida. Y es que no fue la noche de los de Inzaghi, que intentaron recortar distancias para poder meterse en la pelea, pero sin éxito. El 2-0 presidía el estadio y llevaba a la Juventus a la conquista de su tercer doblete Scudetto-Coppa consecutivo.

Foto: Lazio
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Se acerca el verano...

Como casi siempre después de una buena temporada, los rumores sobre salidas de jugadores importantes no cesan en casa Lazio. Keita, Biglia o de Vrij son solo algunas de las especulaciones que preocupan en Roma. Ahora, con el regreso a la disputa de competiciones europeas para el próximo curso, el conjunto capitalino deberá reforzarse para poder afrontar con más garantías que en la 2015/16 la disputa de tres competiciones. Además, la posibilidad de volver a ilusionar a la afición con la intención de dar el esperado salto de nivel en Italia y Europa deben aupar al equipo a cuajar un buen mercado estival. En agosto, la respuesta.