Después de realizar un viaje a París esta misma semana para reunirse con los directivos del Paris Saint Germain, el centrocampista italiano regresó a Ibiza para continuar con sus vacaciones a la espera de que se resuelva su futuro.

Que Verratti quiere irse a Barcelona es un hecho irrevocable. Que la operación es complicada también. Los de París no aceptarían una oferta de menos de 100 millones de euros, cifra a la que el Barcelona no está dispuesto a llegar. El jugador lo sabe y piensa en vestir la camiseta parisina la temporada que viene. Pero no a cualquier precio. El italiano quiere que el club se refuerce para poder competir por todos los títulos, en especial por la Champions League. Los de París tendrían 220 millones de euros para poder reforzar la plantilla de cara a la siguiente campaña. 

“No me tengo que ir a toda costa. Quiero ver si esta vez se van a fichar a campeones. En este caso, yo estaría feliz de quedarme. Cada año dicen que van a hacer un gran equipo, y vemos los resultados. Las promesas no son suficientes. Si Henrique (director deportivo) cumple sus promesas, yo estaría feliz de quedarme. Nadie me obliga a salir”. Estas son las palabras que el jugador ha pronunciado esta misma semana durante sus vacaciones. Dicho esto, Verratti deja una puerta abierta a su continuidad en París si el club da ese salto de calidad a la plantilla. Pero no solo ha pedido que mejoren la plantilla. El italiano quiere ser el mejor pagado. Habría rechazado un oferta de renovación en el tramo final de temporada de unos 12 millones. El centrocampista quiere estar en el rango de sueldo del uruguayo Cavani, que actualmente cobra unos 14 millones.

En Barcelona son optimistas de que Verratti acabará vistiendo la camiseta azulgrana, pero no va a ser una negociación sencilla. Se van a tener que rascar el bolsillo si quieren conseguir ver al italiano dirigiendo el centro del campo del Camp Nou. 

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