Dos ideas prácticamente nuevas, dos proyectos con vistas al presente y al futuro que disputarán en la misma ciudad el puesto del mejor de Milán. Los neroazzurros llegaban al encuentro con opciones de acomodarse en la segunda plaza por delante de la Juventus. Por otra parte, los de Montella llegaban con más dudas que buen juego, cuatro victorias y tres derrotas.
El partido inició con un Inter más asociativo y con un estilo ofensivo, esto les ayudó para dominar buena parte de los primeros cuarenta y cinco minutos, mientras que los rossoneri partieron con una presión a tres cuartos de campo poco intimidante.
La iniciativa de los de Spalletti les condujo a adelantar las líneas rivales y con una transición rápida por banda derecha Vecino para Candreva y éste que envió un espléndido centro al punto de penalti para que Mauro Icardi toque lo justo y meta el balón en la portería del joven Donnaruma. Se abre la lata, 1-0 para los interistas en el 27'.
El resto de la primera mitad continuó con un Milan muy espeso y un Inter más determinante.
Icardi frena la buena segunda mitad milanista
En el inicio de la segunda parte el jovencísimo delantero Cutrone entraría por Kessié, esto cambió el posicionamiento de Bonaventura -que ahora partiría como mediocentro junto a Biglia- y de Suso quién adquirirá protagonismo en la mediapunta.
Los primeros minutos fueron otro cuento, los rossoneri salieron con las líneas más arriba y cortando la cómoda circulación de los supuestos locales.
Éstas correcciones dieron sus frutos rápidamente y el balón pasó a las líneas de los de Montella. Borini pasó el esférico a Suso, que en esta posición más liberada pudo colocarse adecuadamente para lanzar un zurdazo a la portería de Handanovic que no llegaría a pesar haber estado teniendo una más que correcta actuación. En la jugada se debe destacar no sólo el buen lanzamiento, sino también el inteligentísimo movimiento de Musacchio que con una internada por banda derecha descolocaría la marca de Suso y así el español consiguió el tiempo y la relajación para efectuar su tiro. 1-1 en el marcador, minuto 56.
La alegría del empate no dudaría debido a que el capitán interista no pudo quedarse quieto, en el 62' roba en el medio campo y crea el contraataque que prácticamente lo construye sólo al esperar la llegada de Perisic, el croata recibió el balón y pudo marcharse de su marca y centrar, cosa que Icardi aprovecharía y remataría de primeras con una técnica de lo menos ortodoxa para perforar la portería rival y así el 2-1 se plasmó en las pantallas.
Spalletti veía a sus jugadores más acomodados con el marcador a favor y esto no agradó debido a que el Milan no se desconectaba ni un segundo y seguía con el control del encuentro. Cutrone continuó removiendo la defensa neroazzurra y los suyos fueron creando ocasiones que una tras otra Handanovic salvaba.
En el 80' otra vez aparecería Borini, ahora con un poco más de protagonismo, efectuaría un centro que tras pasar por cuatro jugadores remataría con la puntita de los dedos Bonaventura y Handanovic con ayuda del poste no evitaría la vuelta al empate. 2-2 igualaron los de Montella.
En busca de alternativas los banquillos continuaron moviéndose, Locatelli, Éder, ... Pero no resaltaron al final de la noche.
Una jugada muy dinámica del Inter en el 9'1 provocaría un córner que pintaba como una de las últimas ocasiones del partido pero, tras el lanzamiento, un forcejeo entre Rodriguez y D'Ambrosio sería juzgado por el árbitro quien sentenció la acción como penalti para los de Spalletti. Icardi sería el encargado de lanzar la pena máxima y como buen especialista no falló. El encuentro finalizó con un 3-2 actualizado en el último minuto.