Partido frío el que se vislumbraba de inicio en tierras escandinavas, un pronóstico acertado y no podía ser de otra manera, el césped del Friends Arena sería testigo de un duelo donde el físico se impondría sobre la generación de jugadas ofensivas y por consiguiente, de goles.

Suecia consiguió la conquista de las redes iniciando el último tercio del encuentro tras una jugada accidentada para el infortunio de la azzurra que mostró una paupérrima versión.

Juego de contacto

La primera que escena que reflejó esta dramaturgia es un codazo que le propina Ola Toivonen a Leonardo Bonucci, acción siguiente el árbitro le muestra cartulina amarilla al atacante sueco Marcus Berg por protestar. Toivonen, de momento se salvaba de la cartulina ante una acción desmedida que deja como consecuencia la rotura del tabique nasal del defensor del Milan.

Seis minutos bastarían para que Italia tuviese su primera ocasión por intermedio de Andrea Belotti. Darmian colocaría un centro impecable para que el atacante del Torino rematara de cabeza un balón que se marcharía apenas desviado por un lado del palo izquierdo. Apenas dos minutos después, Toivonen tendría una oportunidad para los locales con un remate que pasó muy cerca del arco defendido por Gianluigi Buffon.

El tiempo corría en el reloj pero el DT de la azzurra Giampiero Ventura no desesperaba. Mantener el 0-0 hubiese sido una victoria para la selección italiana, pero los suecos se aventuraban a buscar el resultado y se imponían en el dominio del partido. Al 28’ Verratti es amonestado, marcando así una preocupación para Ventura: el mediocampista del PSG se perderá el encuentro de vuelta.

A los 37’ minutos de partido una acción negligente por parte de Giorgio Chiellini que pierde un balón aéreo en su propia área ante Marcus Berg pudo haber significado la apertura del marcador para el cuadro local pero una gran reacción de Buffon lo evitaría.

El combinado sueco fue absolutamente superior durante la primera etapa del partido, logró dominar a los azzurri y mantenerlos en su área defendiendo el resultado. Comenzando el segundo tiempo, llegaría una ocasión importante para los italianos, Antonio Candreva ejecutaría un precioso remate desde la frontal del área que el portero Olsen lograría despejar con los puños.

La selección italiana logró lavarse la cara durante los primeros minutos del segundo tiempo ofreciendo mejores ideas de juego, teniendo el balón y generando peligro, pero muy poco duraría.

¿Casualidad o destino?

A los 57’ minutos de partido el centrocampista sueco Albin Ekdal se lesiona y tendrá que marcharse del partido, entonces en su lugar ingresa Jakob Johansson. Apenas cuatro minutos después Suecia ataca, ejecuta un saque de banda hacia el área que uno de los delanteros suecos alcanza a tocar tras un gran esfuerzo y realizar el pase a la frontal del área donde recibía el recién ingresado Johansson que sin pensarlo dos veces remata el balón hacia la portería, el mismo cambia su trayectoria tras impactar en Daniele De Rossi y vence a un Buffon que quedaba mal colocado ante el desvío del balón para representar el 1-0. 

Minutos amargos comenzaron a transcurrir para la selección italiana, al 65’ ingresaría Eder por Belotti en el cuadro de Ventura. El gol de Johansson dejó fría a la selección italiana, a partir de allí le costó mucho volver al partido. Al 70’ Darmian, uno de los pocos destacados de la azzurra, probaba suerte pero el poste le negaba el gol a Italia.

La poca creación de juego de Italia le estaba pasando factura, sin embargo la decisión de un discutido Giampiero Ventura era sacar a Verratti, en su lugar ingresaría Lorenzo Insigne. Era otro partido, Suecia defendía con uñas, dientes y mucho físico el resultado mientras que Italia tenía el balón pero carecía de jugadas de peligro. Intentó durante los últimos minutos lograr la igualdad pero no le fue posible, el partido terminó en una dura y dolorosa derrota para la selección Italiana que tendrá el reto de afrontar el partido de vuelta en Milán sin Verratti y arrastrando la imagen gris que han dejado en los últimos juegos, siendo necesario dejarla atrás para buscar la remontada y así lograr el cupo al Mundial de Rusia 2018.

¡Madre mía, lo que me da el fútbol!