Giampiero habló el sábado sobre lo ocurrido viernes, tras perder ante Suecia por 1-0. Comentó el juego brusco de los escandinavos y advirtió de que en Italia las cosas pueden cambiar: "Sabíamos que nos encontraríamos con mucho juego físico, pero no tanto. Ahora sabemos lo que nos espera. Y saben lo que les espera en San Siro". 

En San Siro llegarán los "refuerzos"

Defendió a sus jugadores diciendo que hicieron méritos para llevarse algo positivo de el encuentro y confía en que como locales tienen que estar por delante: "Es una derrota inmerecida, espero que Milán nos otorgue lo que les han dado. San Siro ahora tiene que tomarnos de la mano y tenemos que tomar la mano de San Siro". Haciendo referencia a los aficionados, a la espera de un apoyo incondicional.

Planteamiento y sensaciones

Comunicó a la prensa el estado de sus jugadores tras la derrota y cómo estaba planteada la eliminatoria. Seguramente con optimismo, desde dentro del vestuario hay dolencias seguidas con un estado esperanzador según el míster: "Al ver el vestuario, están enojados porque saben que se podría obtener otro resultado. Del capitán al resto, tienen un deseo feroz. Podríamos hacer más y mejor pero era un juego delicado, también queríamos manejar los 180'."

Fuera de sus límites:

Ventura hizo mención de factores externos a sus responsabilidades desde el respeto y la molestia, tanto como de el cuerpo arbitral como de el sorteo para la clasificación para el mundial: "En estos niveles, se tiene que mostrar un poco más de atención" y "El sorteo es lo de menos".

La vuelta en Italia da mucha fuerza a todo el cuerpo técnico y plantilla, no se da a torcer el brazo italiano tan fácilmente. Ventura deberá aplicar novedades, potenciar los puntos fuertes y, o borrar o al menos trabajar las carencias.