Mientras otros equipos participan en el Campeonato Europeo Sub-21, la selección italiana tuvo un encuentro amistoso contra la selección rusa disputado en Frosinone; La Nazionale había perdido su último partido amistoso contra el Pescara días atrás y los rusos ganaron a domicilio a los armenios 1-2. L'Azzurra tuvo dificultad para hacerse con la victoria, pues parecía que terminarían con empate a dos goles, pero Orsolini sentenció la victoria en el tiempo agregado

El partido se abrió desde temprano, con apenas 12 minutos jugados, se abrió por un autogol de Leshchuk, el arquero del Dinamo de Moscú que no pudo evitar aportar a la cuota del oponente. La selección italiana se mantuvo al frente hasta el filo del descanso, cuando Nikolai Rasskazov hizo la anotación que emparejó el encuentro y dejaba todo para cualquiera al irse al vestuario. 

Iniciada la segunda parte, Luigi di Biagio mandó al marco a Simone Scuffet para darle la conclusión del partido como el guardameta, removiendo a Audero que jugó de arranque. En la segunda parte, se mantuvo la estática entre ambas plantillas que no permitió que se rompiera el empate, ninguno de los dos hacía suficiente como para ponerse en ventaja. Los rusos tomaron iniciativa y a los 72 minutos le dieron la vuelta al resultado con diana de Zelimkhan Bakaev. Aunque los rusos estaban arriba en el marcador, era Italia el equipo dominante, teniendo más oportunidades de gol aunque no controlando suficiente el cuero. 

Parigini igualó la balanza a los 76 minutos, cuando parecía que moría el partido para los italianos. Su gol permitió que la paridad hasta los últimos minutos, cuando parecía que ninguno se merecía el triunfo ni hacía esfuerzo para romper el empate. El partido no estaba destinado a terminar en tablas y el encargado de firmar el triunfo italiano fue Orsolini, quien al fin puso ventaja a L'Azzurra hasta el silbatazo final que les dio un sufrido triunfo en el césped de Frosinone.