Partido entre dos clubes con dos objetivos distintos, el local con el objetivo mínimo de clasificar a la Liga de Campeones y aspiración al titulo de Liga, que se le queda más cerca por la derrota del Inter de Milán a la que los romanos ya estaban al tanto. Mientras los visitantes se marcan el objetivo de la salvación y permanecer otro año más en la primera categoría del fútbol italiano, a poder ser sin tener que sufrir para conseguirlo, aspiraban en puntuar en el Olímpico y dejar más atrás los puestos de descenso.

El encuentro, ya desde el pitido inicial del árbitro Antonio Damato, ya se sabia que dinámica y quien quería dominar el encuentro, ese era la Roma que, ya en el minuto uno de partido había provocado una mano de Joao Pedro y una falta de Barella, la que sacó Koralov llevando peligro a la portería de Cragno, que desde ahí sabia que iba a tener mucho trabajo durante el partido. Florenzi tuvo una muy clara desde el costado derecho con un derechazo que iba cruzada al palo derecho de Cragno, pero que acabó rechazada por la defensa del cuadro de cerdeña.

En los minutos posteriores, la Roma tendría una multitud de disparos y ocasiones para adelantarse en el marcador, aunque la mayoría fueron rechazados por los defensores de la escuadra visitante o iban fuera de la portería. Solo dos disparos, de los catorce que intentó la Roma en la primera mitad, fueron entre los tres palos. Kolarov dispuso de dos ocasiones que fue rechazada y otra parada por Cragno. Barella, que se animó a subir al ataque, intento un disparo lejano, que además de irse lejos, también cogió poquísima velocidad la cual no preocupo a ningún jugador ni afición de la Roma.

El checo Schik tuvo primero una en el minuto trece que acabó fuera de la portería, cuando era una clara ocasión de gol a pase a Perrotti. En el minuto veintiuno otra ocasión para Schik, aunque ahora acabó rechazado. Joao Pedro se animó e intento un disparo desde fuera, pero que se fue lejos de la portería. El Cagliari, recuerden, ha hecho solo tres disparos en todo el partido, ese era el segundo disparo. Schik volvió a tenerla, esta vez de cabeza, gracias a un gran centro de Perotti, pero que se le marcha demasiado alto por encima de la portería. Otra vez y sólo dos minutos después otra para el checos, esta vez a centro magnífico desde la derecha de Florenzi, que desde el centro del área la echa fuera por la izquierda de la portería. El Cagliari empezaba ya hacer faltas, porque no tenía manera de parar el asedio romanista. El internacional por Bosnia, Edin Dzeko tuvo otra clara a remate de cabeza que se marchaba por arriba. Inmediatamente volvió a tener otra con el pie izquierdo pero acabó, de nuevo rechazado.

El belga Nainggolan tuvo dos disparos claros de gol de manera consecutiva con ambos disparos de fuera del área y pegando al esférico fuerte con el empeine, la primera fue rechazada por la defensa del Cagliari y la segunda fue al medio, donde Cragno atajó sin ningún problema. Después de otra llegada por el carril derecho del romano Florenzi, que volvió a intentar un disparo cruzado a la portería rival la cual acabo como no rechazada, el Cagliari intentó por ambas bandas buscar algún centro y que en segundas jugadas tuviera alguna clara ocasión de gol. Sólo sacaron algún saque desde el banderín de córner.

Vario jugadores de la AS Roma celebran el tanto que daba el triunfo en el Olímpico de Roma | Foto: Gettyimages
Vario jugadores de la AS Roma celebran el tanto que daba el triunfo en el Olímpico de Roma | Foto: Gettyimages

Lo mejor para la segunda parte

La segunda mitad siguió la misma tónica que la primera, la Roma con asedio a la portería del Cagliari y estaba claro que cosas tenían que suceder tarde o temprano. Así en el minuto cuarenta y nueve en un balón suelto en el área el bosnio Edin Dzeko y Cragno fueron a pugnar por él. El delantero con la pierna derecha y el portero con los brazos, o mejor dicho fue con todo. ¿Y que pasó? Pues ya se lo pueden imaginar una penalti como una catedral de grande, lo arrolla claramente y no había duda de que el árbitro Damato había acertado. Eso si aún así tuvo que acudir a la pantalla del VAR para confirmar su acierto. Penalti tanto innecesario como de ingenuo por parte de Cragno.

El arquero eso sí iba arreglar su fallo de la mejor manera que podía hacerla en esa situación. Adivinó el lanzamiento del argentino Perotti, que desde luego lo tiró demasiada confiado y entre mal o desganado. Prácticamente andado lo lanza flojo y a la izquierda abajo de Cragno, quien lo para en dos tiempos.

El partido empezó a trabarse con faltas por parte sobretodo del Cagliari, algunas acabaron en cartulina amarilla. Aunque también la Roma debido a la tensión recogida a raíz de ver que no podían anotar el gol par adelantarse en el marcador. Ocasiones de cabeza De Rossi, y otra de Perotti, quiso resarcirse del penalti errado, fueron las ocasiones más claras para la Roma en la segunda mitad. Diego Farias entró como sustituto al terreno de juego tuvo la más clara por parte del Cagliari que se marchaba rozando el palo derecho con un tiro desde el centro del área.

El partido tenia reservado un final  más que emocionante y con un gol sobre la bocina, y así fue. Falta desde la parte izquierda que la bota el serbio Kolarov con su pierna izquierda, y una mala salida de Cragno, condenaría a su equipo en el descuento. Sale a despejar mal y en plancha y el rebote le golpea en la barriga a Fazio, que sólo tiene que empujarla sobre la línea de gol para meter el único gol del partido y daba ya, por falta de tiempo, los tres puntos al casillero y otra victoria más en casa. Los jugadores celebraron el gol festejándolo de manera eufórica como es debido, pero no se imaginaban que de nuevo el árbitro volvería a consultar el VAR para ver si el gol era legal o no. No sabemos si la duda era una falta al portero, una mano o un fuera de juego. Nada menos que dos minutos de consulta del árbitro, que dejó imágenes surrealistas en un deporte como el fútbol donde no suele haber tantas pausas. Di Franchesco mirando a la nada esperando a que se conceda el gol, jugadores discutiendo a ver quien llevaba la razón, aficionados con caras de nervios y con las manos en la boca rezando para que lo concedieran.

Y cuando Damato concedió el gol como legal, de lo contrario no hubiera tenido sentido porque en la jugada no había nada impune, provocó una segunda celebración del gol, incluso mayor que la primera, como la imagen se centraba en el capitán De Rossi con una sonrisa de oreja a oreja. Por el contrario los futbolistas del Cagliari quejándose al árbitro ya que por un momento tuvieron la mínima esperanza de que el gol no subiera en el marcador y pudieran llevarse un punto del Olímpico de Roma

Con esta victoria, la Roma suma su duodécima victoria esta temporada y continúa  cuarta en la tabla con 38 puntos, a cuatro del líder a día de hoy Napoli. Cagliari se queda el decimocuarto con 17 puntos y suma así su décima derrota en este curso 2017/18.