No siempre ganar títulos es sinónimo de éxito o fracaso: en el mundo del fútbol juegan muchos más factores. También es importante tener en cuenta cuál es tu máximo rival, de dónde vienes y hasta dónde has llegado y, sobre todo, qué te queda de cara el futuro. Y este es el reflejo perfecto del año 2017 para la AS Roma: no ganó ningún título, pero quiere soñar más que nunca. Y puede permitírselo.

Para el equipo de la capital italiana, el 2017 ha sido un buen año en muchos aspectos. Después de quedar eliminado en la fase previa de la Champions en verano de 2016, la Roma consiguió llegar hasta los octavos de final de la Europa League. En Coppa, el rendimiento de los italianos fue mejor: llegaron hasta las semifinales. Y en liga, estuvieron muy cerca de poner fin a la hegemonía de la Juventus.

Crecimiento ascendente en la Serie A

Una temporada 2016-2017 para recordar

La competición por excelencia donde destacó la Roma en este último año fue, sin ninguna duda, en la liga doméstica. Y no solamente por su buena campaña durante la temporada pasada sino que en esta ha ido de menos a más y, cada vez más, está más cerca de las primeras posiciones de la clasificación.

La temporada pasada, el equipo romano terminó segundo en la clasificación con 87 puntos: una barbaridad. Sólo le separaron cuatro puntos respecto a la Juventus, que volvió a conquistar otro título de liga más. El Estadio Olímpico vivió noches inolvidables durante la temporada 2016-2017 y, recientemente, quedó demostrado que el templo romano vivirá muchas más: como la agónica victoria de la Roma ante el Cagliari por 1-0 marcando en el minuto 94.

Los romanos celebrando su sufrida victoria ante el Cagliari / Foto: AS Roma
Los romanos celebrando su sufrida victoria ante el Cagliari / Foto: AS Roma

Los números ligueros la temporada pasada fueron los siguientes: 28 victorias, tres empates y siete derrotas. Además, los italianos fueron el segundo equipo menos goleado y el segundo máximo goleador: sólo el abundante número de derrotas, algunas de ellas inesperadas, evitaron que el Scuddetto viajara a Roma.

Un verano más que movido

El verano de 2017 se presentó, para los romanos, más que intenso. Durante este período de tiempo se produjeron movimientos constantes en el club italiano, y no solamente en la primera plantilla: dentro del organigrama directivo, Monchi, histórico director deportivo del Sevilla, recaló en la città eterna.

Cierto es que durante el verano, la Roma sufrió bajas más que sensibles. Szczesny, portero titular de los romanos, finalizó sus dos temporadas de cesión en Roma y, sorprendentemente para algunos, terminó marchándose a otro club italiano, pero lejos de la ciudad romana: a Turín, firmando con la Juventus. Paredes, que no gozaba de la continuidad que le hubiera gustado, también marchó, en este caso hacia Rusia para jugar con el Zenit, y Rüdiger, eje vertebral de la defensa romana, viajó hacia Londres, para firmar con el Chelsea.

Pero la baja más importante fue, sin duda, la de Salah. El egipcio también viajó hasta las islas británicas, y también recaló en un club de la Premier League, pero no en Londres, sino en Liverpool. Después de pagar 40 millones de euros, uno de los máximos goleadores la temporada pasada abandonó la città eterna para llegar a la ciudad inglesa. Y qué buen rendimiento está teniendo lejos de Italia.

Pero también hubo otra marcha que dolió al aficionado romano: la del entrenador, Luciano Spalletti. El italiano, que ya había entrenado a los romanos anteriormente, llegó a Roma con la misión de mejorar la dinámica de juego y resultados de un equipo que no conseguía una regularidad, y con Spalletti se acercó. Luciano demostró, en más de una ocasión, su amor incondicional por el equipo romano, pero como hombre con las ideas claras que es, él ya avisó: "si no ganamos ningún título, marcharé". Y cumplió.

Luciano Spalletti entrenando a la Roma la pasada temporada / Foto: AS Roma
Luciano Spalletti entrenando a la Roma la pasada temporada / Foto: AS Roma

Pero no fueron todo malas notícias para la Roma el pasado verano: desde su llegada, Monchi ya implantó su filosofía de fichajes, y algunos de ellos ya están cumpliendo con creces. Kolarov, del Manchester City, Pellegrini y Defrel, del Sassuolo, y Karsdorp, del Feyernood son los principales nombres que llegaron a Roma hace unos meses. Es cierto que algunos no están teniendo la continuidad que hubieran deseado. Pero también es verdad que aún quedan más de cinco meses de competición.

Una temporada 2017-2018 con buenas sensaciones

Di Francesco llegó para sustituir a Spalletti, y no tenía una papeleta fácil. Los comienzos romanos ligueros no fueron los deseados y aunque inauguró el campeonato con victoria, en la segunda jornada cayó por 1-3 ante el Inter entrenado, justamente, por Luciano Spalletti.

Esta derrota dolió en Roma pero, desde entonces, el equipo romano encadenó cuatro victorias seguidas y, hasta la fecha, sólo ha perdido un partido más: 0-1, también en el Olímipico romano, pero ante el Napoli, el actual líder de la clasificación.

Los romanos cierran este 2017 cuartos en liga, a siete puntos del líder pero con un partido menos: aún tienen que jugar ante la Sampdoria, partido que se suspendió por incidencias meteorológicas.

La Roma va pisando fuerte en liga y aunque le falta encontrar una dinámica positiva en el juego, los resultados están llegando y la proeza de repetir una temporada liguera como la anterior no parece, ni mucho menos, imposible.

Dzeko y Di Francesco celebrando la reciente victoria de la Roma ante la Lazio ((2-1) / Foto: AS Roma
Dzeko y Di Francesco celebrando la reciente victoria de la Roma ante la Lazio ((2-1) / Foto: AS Roma

Con ganas de crecer en Europa

En este 2017, la Roma también ha sido protagonista en Europa, y es que después de quedarse fuera de la Champions en las eliminatorias previas, en Europa League consiguió llegar hasta los octavos de final. Entre otros equipos, consiguió eliminar al Villarreal, incluso endosándole un contundente 0-4 en el Estadio de la Cerámica en dieciseisavos, pero no consiguió superar al Olympique de Lyon. En Francia perdió por 4-2 y aunque la Roma ganó en el Olímpico por 2-1, el global de la eliminatoria fue de 4-5, quedando los romanos eliminados aunque con la cabeza muy alta.

Pero diferente ha sido su pase por Europa durante estos últimos meses. Después de clasificarse directamente para la fase de grupos gracias a su segunda plaza obtenida en la Serie A, los romanos veían como recalaban en "el grupo de la muerte". Tendrían que jugar ante Chelsea, Atlético de Madrid y Qarabag y aunque en muchas apuestas los romanos terminaban en tercera posición y tendrían que volver a disputar la Europa League, la realidad ha sido muy distinta: no solamente se han clasificado para los octavos de final, sino que lo han hecho como primeros de grupo. El Shakhtar es el equipo que tendrán que superar para plantarse en cuartos y, sobre todo, seguir creciendo en Europa.

Los romanos celebrando un tanto en su último partido europeo del 2017 ante el Qarabag / Foto: AS Roma
Los romanos celebrando un gol en su último partido europeo del 2017 ante el Qarabag / Foto: AS Roma

Jarro de agua fría en 'Coppa'

El único punto negativo de este 2017 para los romanos ha sido, sin ninguna duda, su participación en copa: la temporada pasada quedaron eliminados en semifinales ante la Lazio y, tan sólo hace unos días, la Roma se despedía de una nueva edición de la Coppa al perder en Octavos ante el Torino (1-2).

En la 2016-2017 y hasta llegar a semifinales, el paso de los romanos por Coppa había sido inmaculado. En octavos se impuso a la Sampdoria por un contundente 4-0 y en cuartos su víctima fue el Cesena, que también lo superó pero con más dificultad (2-1). Pero por culpa de un mal partido en la ida de las semifinales ante la Lazio (la Roma cayó por 2-0), los romanos no fueron capaces de remontar en la vuelta. Ambos partidos se disputaron en el Estadio Olímpico de Roma -recinto donde también se disputó la final de la competición- y aunque en la vuelta los romanos ganaron por 3-2, la Lazio pasó a la final.

Como también pasó en Europa, la Roma se quedó a las puertas de conseguir una remontada histórica que, en el caso copero, la hubiera convertido en finalista. Eliminada también de la Coppa Italia, la Roma vio como no podría ganar ningún título en la temporada 2016-2017. Y, consiguientemente, Spalletti cumplió con su palabra: marchó de la città eterna.

Y más dramático ha sido esta temporada: los romanos sólo han podido disputar un partido de esta competición, y con la certeza que no disputarán ni uno más: el Torino los derrotó, sorprendentemente, por 1-2 en Roma. Y aunque Schick puso emoción en el minuto 85, la actuación romana fue muy pobre y con la sensación que, uno de los títulos que más posibilidades tenía de ganar, se les escapó de las manos.

Ederson saludando a los aficionados romanos después de su derrota ante el Torino / Foto: AS Roma
Ederson saludando a los aficionados romanos después de su derrota ante el Torino / Foto: AS Roma

Con todo un 2018 por delante, la roma quiere encontrar el equilibrio entre juego y resultado que, desde la llegada de Di Francesco, no han sido capaces de mantener. Es cierto que, estando vivos en liga y Champions, los romanos pueden permitirse soñar. Pero lo que también lo es que, después de cerrar un 2017 en blanco, aunque realizando un año más que positivo, un equipo de la magnitud de la Roma no puede quedarse sin ganar ningún título una temporada más. Veremos lo que trae este 2018.