La Juventus mantiene su momento dulce, acumula su octava victoria consecutiva y sigue esperando el fallo del líder, el Napoli, que mantiene el pulso por la Serie A. Por otro lado, el Chievo Verona ahonda en su crisis, siendo ya ocho jornadas las que lleva sin ganar el equipo de Verona (seis derrotas y dos empates), o lo que es lo mismo, ha sumado únicamente dos de los últimos veinticuatro puntos posibles.

El partido comenzó con claro dominio visitante, con un Chievo bien organizado en esquema de cinco defensas, alternando fases de presión más adelantada con fases en las que permitía a la Juventus posesiones más largas pero siempre lejos del área de Sorrentino. Con el partido bastante atascado, la primera ocasión llegó con un disparo lejano de Pjanic en el minuto 20 que atrapó sin muchos problemas el meta del Chievo y otro disparo desde larga distancia de Khedira en los momentos previos a la finalización de la primera parte. Mientras, los locales basaban sus opciones en balones largos buscando la velocidad de Pucciarelli.

El punto de inflexión del partido llegó con las expulsiones de Samuel Bastien (min. 37), por doble amarilla, y Fabrizio Cacciatore (min. 62), que abrieron inevitablemente espacios en la poblada zaga del Chievo.

Miralem Pjanic e Ivan Radovanovic pugnan por el balón | Foto: JUVENTUS
Miralem Pjanic e Ivan Radovanovic pugnan por el balón | Foto: JUVENTUS

Las expulsiones cambiaron el partido

La primera parte se desarrolló a un ritmo muy bajo, marcado por un Chievo muy bien estructurado en defensa de cinco y una Juventus con pocas ideas y apenas profundidad. Los únicos acercamientos del equipo juventino procedían de disparos lejanos, y el único jugador que generaba algo de descontrol a la zaga del Chievo era el brasileño Douglas Costa. El partido estaba muy atascado, lo que beneficiaba lógicamente al equipo local, que acumulaba jugadores en los metros cercanos al área de Sorrentino.

La expulsión de Bastien marcó el partidoEn partidos así, hay detalles a lo largo del partido que marcan un cambio de tendencia, un cambio de planes. Y en este caso este punto de inflexión fue provocado por la expulsión de Samuel Bastien, el jovencísimo jugador belga de 21 años, que, en apenas dos minutos, cometió dos faltas merecedoras ambas de tarjeta amarilla, y así lo consideró el árbitro napolitano Fabio Maresca. Bastien, que pagó con esta expulsión su inexperiencia y su juventud, lastró el enorme trabajo defensivo desarrollado por su equipo a lo largo del primer tiempo.

Ya en el minuto 60 de la segunda parte, y en una contra del Chievo Verona, Fabrizio Cacciatore reclamó penalti al colegiado, y sus protestas fueron tan airadas que Fabio Maresca tomó la decisión de expulsarle con roja directa, y es que el lateral del conjunto local realizó un feo gesto imitando tener las manos esposadas.

Estas expulsiones lastraron el enorme trabajo defensivo desarrollado por el Chievo durante los primeros sesenta minutos. Apenas cinco minutos después de la segunda expulsión, la Juventus encontró el hueco en la defensa local a través de Bernardeschi, quien puso el balón hacia atrás buscando la incorporación desde segunda línea del centrocampista alemán Sami Khedira, que fusiló la portería del veterano Stefano Sorrentino.

Federico Bernardeschi, siempre diferencial

Más allá de las expulsiones, el otro factor que desencadenó la victoria visitante fue la salida al campo de Federico Bernardeschi, al que recurrió Massimiliano Allegri en el minuto 52 de partido. Su entrada por Sturaro supuso un antes y un después en el desarrollo del partido. Partiendo desde banda derecha, supuso un quebradero de cabeza para la defensa del Chievo con su continuo movimiento por la zona de tres cuartos de campo, tal y como venía realizando desde el comienzo del partido, aunque casi sin incidencia, Douglas Costa desde banda izquierda.

Gonzalo Higuaín celebra el tanto que ponía el 0-2 en el marcador | Foto: JUVENTUS
Gonzalo Higuaín celebra el tanto que ponía el 0-2 en el marcador | Foto: JUVENTUS

Y es desde el costado izquierdo llegó el segundo gol. Douglas Costa centró un balón que encontró la cabeza de Gonzalo Higuaín, que mandó el balón lejos del alcance de Sorrentino. Con este gol, el Pipita rompe también con su mala racha goleadora, ya que su último gol fue ante el Genoa, en Coppa de Italia el 20 de diciembre, mientras que para encontrar su último gol en Serie A hay que remontarse siete jornadas atrás, en el encuentro disputado en San Paolo ante el Napoli.

La Juve sigue la estela del líderVictoria trabajada por tanto de una Juventus, que pese a ello seguirá en el segundo escalón de la categoría, con un punto menos que el Napoli, que cumplió ganando en casa al Bologna. Espera una bonita pelea por el Scudetto de aquí a final de temporada. Por su parte, el Chievo, a pesar del inmenso trabajo defensivo realizado por todos sus jugadores, pagó claramente las dos expulsiones.

El conjunto local no pudo mantener la portería a cero los casi treinta minutos que le quedaban por delante con nueve jugadores. No obstante, y a pesar de la derrota, Rolando Maran puede estar más que satisfecho con el trabajo realizado por sus hombres frente a una Juventus imparable en las últimas jornadas.